Google nació en Rusia o por qué se necesitan inmigrantes para innovar

Apple viene de Siria. IBM, de Alemania. Amazon, de Cuba. Google, de Rusia. El 60% de las 25 grandes compañías tecnológicas de EEUU han sido fundadas por inmigrantes o hijos de inmigrantes. Salvo Microsoft, Facebook o HP, creadas por los muy WASP (siglas de “blanco, anglosajón y protestante”) Bill Gates, Mark Zuckerberg y William Hewlett, la mayoría de las compañías más innovadoras de Estados Unidos, responsables de un total de 1,2 millones de trabajadores, han sido creadas gracias a el trabajo de extranjeros o descendientes de extranjeros.

La información procede de una presentación que ha realizado la llamada reina de internet, Mary Meeker, que es una de las pocas analistas bursátiles que fue capaz de predecir el estallido de la burbuja punto com. Por eso, sus conferencias anuales, en las que lanza mensajes de mucha relevancia sobre el futuro de la tecnología, son seguidas por millones de personas en todo el mundo, y también por todos aquellos que tienen alguna capacidad de decidir en su país.

Meeker habló de la bolsa, de drones o de tecnología llevable (como las gafas de Google) pero, sobre todo, trató de concienciar a los políticos de la importancia de incrementar las cuotas de trabajadores inmigrantes en la ley de inmigración que, posiblemente, se reforme este año. La industria tecnológica estadounidense busca 122.000 ingenieros informáticos, y en el país hay disponibles menos de la mitad. Solo IBM, Oracle, Intel, Microsoft y Qualcomm tienen abiertas, en la actualidad, ofertas de empleo para 10.000 informáticos que no puede contratar.

El problema es que el Gobierno concede cada vez menos permisos: la diferencia entre los visados de estudiantes y los de trabajadores se ha multiplicado por 3,5 en una década. “La política americana envía a muchos inmigrantes a casa, y restringe la entrada de otros”, se queja Meeker.

La fuga de cerebros que tanto tememos, y con razón, en España, es aún más dramática porque esa fuga no se tapona: según datos de la OCDE, EEUU atrae a un 18,7% de trabajadores cualificados, Reino Unido a un 10%, y Alemania y Francia, un 7% cada uno. España no llega al 2%, y es de temer que esa cifra (los datos son de 2008) empeore en la situación actual. El ejemplo de EEUU muestra, además, que la innovación no solo nace de atraer a inmigrantes cualificados; muchos de los emprendedores que cita Meeker (como Jobs, Ellison, Hollerith, Bezos o Marino) son hijos de inmigrantes, nacidos y criados en Estados Unidos. En España, hace ya un año que descendió el número de inmigrantes por primera vez desde que el INE (Instituto Nacional de Estadística) recuenta estos datos. 

El drama español no es solo que los cerebros nacionales emigren debido a la crisis; es que no somos capaces de atraer a los extranjeros ni tampoco a los que serán los padres de aquellos que, algún día, se terminarán convirtiendo en los cerebros del futuro.