Una empresa biotecnológica española lidera la detección de patógenos y toxinas

En pleno derrumbe empresarial, en plena situación por la que cientos de empresas cierran la puerta cada día en España, nuestro país aún puede presumir de tener (algunas) empresas que no solo disfrutan de buena salud, sino que, además, caminan en claro ascenso.

Es el caso de iMICROQ, una spin off de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona que se dedica al desarrollo, a través de tecnología propia, de kits para la detección rápida de patógenos y toxinas con aplicaciones en el sector agroalimentario y en diagnósticos clínicos. 

Además, también ofrece servicios de laboratorio de control de calidad y microbiológicos para compañías del sector agroalimentario.

Los kits que actualmente existen en el mercado permiten obtener el resultado entre 2 y 5 días después de la recepción de la muestra en el laboratorio, lo que requiere, además de tiempo, el uso de equipos y la intervención de personal técnico especializados. En cambio, el kit QFast de iMICROQ realiza la detección in situ (en granjas, mataderos, laboratorios de control de calidad o en la línea de producción) y en menos de 24 horas.
1,1 millones de euros para internacionalizarseLas buenas noticias de esta compañía vienen, además, de un buen comportamiento empresarial que ha desembocado en una ronda de financiación de 1,1 millones de euros, una inversión liderada por Caixa Capital Risc a través de su fondo especializado en el sector biotecnológico y en tecnologías médicas, Caixa Capital BioMed. Además, un grupo de business angels también se ha sumado a la ronda de inversión.

La inversión tiene como objetivo que la empresa pueda acelerar sus actividades de validación internacional, pruebas industriales y de producción para iniciar la comercialización del kit para la detección de salmonella spp en seguridad agroalimentaria.
Luchando contra la salmonelosisLa salmonelosis se transmite al hombre de forma directa mediante la ingestión de alimentos contaminados. Es uno de los principales brotes epidémicos y afecta, en distintos grados, a unas 160.000 personas al año. La mayoría se contagian por la alimentación, principalmente de huevos y carne de cerdo y pollo.

El mercado del análisis de salmonella (estimado en 2.628 millones de euros a nivel mundial en 2010) dispone de muy pocos métodos capaces de proporcionar  resultados en un tiempo de detección menor de 24 horas.