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Shopping Leeks o cómo hacer fácil la compra en el sector hostelero
  1. Tecnología
UNA IDEA INSPIRADA POR TEKNAUTAS

Shopping Leeks o cómo hacer fácil la compra en el sector hostelero

Cuando el 27 de noviembre de 2012 Álvaro Prado vio un vídeo en su portátil Mac no sabía que aquella imagen podría estar a punto de

Foto: Shopping Leeks o cómo hacer fácil la compra en el sector hostelero
Shopping Leeks o cómo hacer fácil la compra en el sector hostelero

Cuando el 27 de noviembre de 2012 Álvaro Prado vio un vídeo en su portátil Mac no sabía que aquella imagen podría estar a punto de cambiarle la vida. Llevaba desde junio de 2005 rigiendo con su cuñado un restaurante con espléndidas vistas en el centro de Málaga. Pero, Prado, licenciado en Publicidad, no se conformaba con el negocio de la restauración. Ambicionaba combinar su experiencia en el sector con la pasión por la tecnología. 

Un vídeo de Teknautas le dio la pista y mucho más. Hablaba Diego Ballesteros, creador de SinDelantal.com, ahora en México DF. Contaba aquí cómo había vendido su empresa y que se sentía con la obligación moral de ayudar a otros emprendedores. Ése fue el germen de una aplicación diseñada para los 88.000 restaurantes contabilizados en España y que permite realizar pedidos y contactar con los proveedores. Shopping Leeks ya está disponible en Google Play y dentro de cinco semanas lo estará en Apple Store. El equipo lo forma Prado (CEO), de 38 años; Juan G. Texidó (director de operaciones), de 36 años; y Juan R. Jiménez (director de tecnología), de 35 años. Los tres son y viven en Málaga.

Dentro de la plataforma Freeforrestaurants hay acceso a las referencias gastronómicas y a los proveedores, los verdaderos clientes de esta lista de la compra. “Lo fundamental es que el proveedor vuelque el catálogo entero en la aplicación. Aquí se trata de arrancar el negocio y pulirlo. Existe un nicho muy claro y es importante la usabilidad, hacerle la vida fácil al restaurante y que el dueño la utilice”, cuenta Prado a Teknautas, mientras degusta una ensalada y revisa los correos electrónicos que le llegan a su tableta Android.

La app, gratuita, funciona para los hosteleros despistados. También permite visualizar el catálogo entero del proveedor y no apuntar en un papel (que se pierde/olvida) lo que hace falta. “No hay nada peor que decir que no tienes platos de tu carta a un cliente cuando es por simple descuido al comprar. Te ayudamos a recordar lo que tienes que pedir para mantener tu restaurante funcionando”, describe la aplicación, que permite programar los pedidos y facilita la localización de los comerciales especializados en determinados productos no solicitados todas las semanas. 

También puede evitar muchas visitas del proveedor en balde al negocio por no saber el dueño del restaurante cuál es la lista exacta de su catálogo o llegar a (des)horas con muchos clientes y no poder atenderlos.

¿Dónde está el negocio de esta startup ultraligera? No cuesta nada darse de alta. Y sólo si a través de la aplicación el proveedor del restaurante recibe un pedido cobrarían una comisión, según el modelo Google “a pedido real, a éxito”. Ésta rondaría de media el 2,5% por la transacción con el proveedor (en productos frescos el margen es menor, mientras que en bebidas alcohólicas es superior). 

“Mientras más pequeña sea la comisión, creceremos mejor”, señala Prado. Ya cuentan con 499 descargas en más de diez países (España, Estados Unidos y México en primer lugar) y 251 usuarios activos. Dentro de un año aspiran a llegar a 10.000 usuarios, aunque el plan de negocio prevé que si llegan a los 3.500 usuarios ya podrían facturar dos millones de euros anuales.

Aunque la tecnología forma parte del ADN esencial de estos emprendedores, no descuidan el mundo offline con la presencia en ferias del sector, como el Salón Gourmet de Madrid y el Forum de Girona. En febrero de 2012, en Restauración Moderna, celebrada en Ifema, intercambió tarjetas de visita con Ballesteros. Cuando desarrolló el proyecto, Álvaro Prado le envió un correo electrónico. Se interesó por sus ideas y buscaron un hueco unos días más tarde. Hablaron por teléfono 35 minutos. 

Diego Ballesteros se convirtió ya en ese momento en una especie de coach, de mentor. Planean que incluso entre en la sociedad, y les está sirviendo como “pie en la puerta” ante posibles business angels que podrían invertir en Shopping Leeks. 

“Ideas hay 2.000, pero si no hay un buen equipo… Sabemos que nos puede copiar cualquiera, pero sin contar con Ballesteros [uno de los 50 españoles más influyentes en 2013, según un ranking de Expansión] creemos que es muy difícil que puedan funcionar muy rápido”, detalla el director de operaciones, mientras navega por la app, vía Wifi de su restaurante, con un móvil Samsung. 

Aún carecen de oficina y ya están viendo algunos locales. También creen que contratarán a programadores y comerciales para desarrollar el negocio a más velocidad. “Los proveedores necesitan vender y nosotros estamos dispuestos a hacerles la vida más fácil a los restaurantes y que encuentren lo que quieren buscar”, remata Prado, mientras observa, girando la mirada a la derecha, las vistas del MR1 al Puerto y el Parque de Málaga. Y ambiciona: “Si esto funciona bien, podemos abrir en Estados Unidos”.

Cuando el 27 de noviembre de 2012 Álvaro Prado vio un vídeo en su portátil Mac no sabía que aquella imagen podría estar a punto de cambiarle la vida. Llevaba desde junio de 2005 rigiendo con su cuñado un restaurante con espléndidas vistas en el centro de Málaga. Pero, Prado, licenciado en Publicidad, no se conformaba con el negocio de la restauración. Ambicionaba combinar su experiencia en el sector con la pasión por la tecnología.