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Desafío a las grandes divisas: los Bitcoins en circulación ya valen más de 1.000$ millones
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Desafío a las grandes divisas: los Bitcoins en circulación ya valen más de 1.000$ millones

Nació en 2009, en pleno maremágnum de la crisis, como una alternativa ingeniosa a las divisas convencionales, sin respaldos ni expectativas declaradas. De su creador apenas

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Desafío a las grandes divisas: los Bitcoins en circulación ya valen más de 1.000$ millones

Nació en 2009, en pleno maremágnum de la crisis, como una alternativa ingeniosa a las divisas convencionales, sin respaldos ni expectativas declaradas. De su creador apenas sabemos su pseudónimo, Satoshi Nakamoto,  y su intención de crear una moneda "libre del control de los bancos centrales". A medida que han ido cayendo las economías nacionales, de la mano de sus obsoletas autoridades monetarias, Bitcoin ha ido ganando pujanza en el comercio de internet, anotándose revalorizaciones récord -600% en lo que va de curso- y, lo que es más interesante, revelándose blindada contra la inflación.

Y así ha crecido Bitcoin hasta hoy, cuyos activos en circulación valen más de 1.000 millones de dólares. Considerando que se han emitido en torno a 11 millones de monedas virtuales, una sencilla operación desvela que el Bitcoin es una divisa más potente que muchas de las soberanas (vale 98$), en disposición de ponérselo difícil a euros, dólares y yuanes en un futuro cercano. "Inevitablemente Bitcoin se convertirá en una empresa multimillonaria, porque todas las monedas del mundo están ligadas a los moribundos bancos centrales, que están atados a deudas imposibles de pagar y viven bajo la amenaza de la bancarrota de sus países", explica Max Keiser, economista y autor de Financial War Reports

El avance de Bitcoin en las últimas semanas ha sido muy importante, basado en el temor a Chipre y las dudas en torno al Euro, si bien su éxito radica en cuatro pilares, que a la sazón son ventajas con respecto al esquema del papel-moneda:

En realidad las 'bitcoins' no existen físicamente. Todas las monedas (como la de la imagen de cabecera) y billetes que vea con su logotipo no son más que proyecciones. Y un dinero que no existe no se puede robar. Cada Bitcoin es un código encriptado cuyos movimientos se registran públicamente. Cada usuario tiene dos códigos, uno público para recibir dinero y otro privado -y encriptado- que se emplea para los pagos.

Esto no significa que la identidad de los emisores y receptores del pago sea divulgada, sino que se puede acceder a la información de un pago de A a B en cualquier momento. De este modo, la comunidad de usuarios se convierte en garante de la seguridad en las transacciones, eliminando de raíz problemas endémicos de la red como el doble cobro. En esta parte cobran un papel crucial los 'mineros', de los que hablaremos más tarde. 

Las transacciones con Bitcoin, además, son 'peer to peer', sin intermediarios ni servidores centrales, y no conlleva costes para ninguna de las partes. Por contra no se libran de la amenaza de los 'hackrers', pero esto es algo que afecta de igual manera a todas las transacciones en internet, sea cual fuere la divisa.

La divisa no depende de ningún gobierno o institución económica internacional, por lo que su valor no está determinado por las decisiones políticas, el devenir de la economía ni la situación financiera de su país de origen. Tanto es así que muchos -entre ellos el nobel Krugman- ya hablan de un 'valor refugio' al estilo del oro. 

Su absoluta falta de control es motivo de preocupación para los reguladores económicos, que ven imposible gravar con impuestos este dinero si sus poseedores lo hacen manifiesto. El primero en reaccionar ha sido el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que está trabajando para promulgar una normativa más estricta con la recaudación de impuestos y el lavado de dinero. Un representante legal de Bitcoin declaraba ayer a RT que "para muchos de los usuarios, si no para la mayoría, será imposible cumplir con una legislación" como la que se está debatiendo en las cámaras norteamericanas. 

Para el economista Keiser el problema tendrá solución cuando surja: "Según crece y crece el precio de las 'bitcoins' también lo hace el número de millonarios. Éstos utilizarán su influencia para reescribir las normas a favor de Bitcoin, al igual que JP Morgan y Goldman Sachs lo hacen para favorecer sus intereses".

Cuéntese como un pro y un contra a la vez. Cada diez minutos se acuñan 25 nuevas monedas, lo que provoca que la inflación se reduzca a la mitad en periodos de cuatro años. Actualmente hay en circulación 11 millones, y seguirán emitiéndose 'bitcoins' hasta 2140, cuando se espera alcanzar la cifra tope de 21 millones de unidades. Su hoja de ruta está trazada de antemano y no preocupa que una emisión masiva de 'papel' pueda tumbar su precio que, en teoría, ha de crecer ante un número de monedas finito y en constante repreciación.

Nos encontramos entonces ante una divisa ideal para el ahorro, pero que a su vez puede desincentivar el consumo, la principal función para la que fue creada. ¿Por qué gastar mis ahorros ahora si dentro de unos meses valdrán mucho más? Es Krugman quien advierte esta posibilidad en The New York Times: "La repreciación del Bitcoin no es un éxito completo. Lo que queremos de un sistema monetario no es que haga ricos a unos pocos, sino que facilite las transacciones y haga rica a la economía en su conjunto. Y esto no es lo que consigue Bitcoin". Concluye el economista: "Y debido a esto, no ha existido un estímulo para hacer acopio de la moneda virtual en lugar de gastarla. El valor real de las transacciones en 'bitcoins' ha caído en lugar de crcer. En efecto, el producto bruto real de Bitcoin se ha reducido drásticamente".

Como el nuevo Mega de Kim Dotcom, Bitcoin basa su seguridad en cifrado, en la certeza de que nadie podrá utilizar el contenido pese a profanarlo. Lo explica acertadamente Ricardo Pérez Marco, director de investigaciones del Centre Nacional de la Recherche Scientifique (CNRS), a El País: "¿Pero en qué se basa la confianza matemática? En los mismos algoritmos de encriptación que permiten las comunicaciones seguros y el comercio en internet. Matemáticamente se basan en aritmética elemental: en la dificultad de factorizar un número grande. Todos hemos aprendido a descomponer números en la escuela elemental, por ejemplo 141=13x11 [sic]. El algoritmo para descomponer números grandes es el mismo, pero ya no se puede hacer a mano, y a partir de cierta magnitud los ordenadores tampoco tienen la potencia suficiente para hacerlo".

Continúa Pérez: "El truco fundamental consiste en utilizar como clave pública un número que es el producto de dos números (primos) enormes, y cualquiera de ellos es la clave privada. A partir de la clave pública no es factible encontrar la clave privada por la dificultad del problema de factorización. Sin embargo, sin dar mi clave privada tengo formas de demostrar que la poseo, lo cual me permite firmar documentos, encriptarlos para que sólo el receptor los lea (usando su clave pública y mi clave privada, y él lo podrá desencriptar usando su clave privada y mi clave pública), y también demostrar que yo, y únicamente yo, soy el proprietario de un bitcoin cuyó código se conoce públicamente.

Ahora entran en acción los 'mineros', voluntarios que ofrecen el procesamiento de su ordenador para desentrañar los cálculos factoriales. Su función, que es por supuesto recompensada con 'bitcoins', consiste en validar las transacciones -entre 60.000 y 110.000 diarias- y mantener la potencia de cálculo deslocalizada. Se trata de un sistema de gran robustez, que puede seguir funcionando incluso con un alto porcentaje de sus 'mineros' actuando de modo fraudulento. En este caso, las acción desatendida del resto de 'mineros' honestos delataría la acción y los 'hackers' serán expulsados.

Nació en 2009, en pleno maremágnum de la crisis, como una alternativa ingeniosa a las divisas convencionales, sin respaldos ni expectativas declaradas. De su creador apenas sabemos su pseudónimo, Satoshi Nakamoto,  y su intención de crear una moneda "libre del control de los bancos centrales". A medida que han ido cayendo las economías nacionales, de la mano de sus obsoletas autoridades monetarias, Bitcoin ha ido ganando pujanza en el comercio de internet, anotándose revalorizaciones récord -600% en lo que va de curso- y, lo que es más interesante, revelándose blindada contra la inflación.