Los medios digitales engullen al papel

La crisis económica se ha dejado notar en los medios de comunicación de forma importante ya que la mayoría de anunciantes ha reducido sus inversiones, sin embargo, el principal problema de la prensa y de las revistas tiene un nombre, internet.

En los últimos años la facturación de los grandes medios de comunicación españoles ha caído en picado, sobre todo si hablamos de periódicos en papel y revistas. De hecho, en el sector del periodismo hay cierto pesimismo porque prácticamente cada trimestre se habla de expedientes de regulación de empleo, cierre de medios y ajustes de plantilla muy severos que llegan a poner en jaque a los directivos de las compañías. El problema no es otro que la lenta, difícil, y a veces imposible transición del papel al mundo online. Es una realidad que la información se consume en mayor cantidad pero por conductos antagónicos a los del papel.

Se trata de llegar al mismo cliente pero con un canalizador de índole digital que rompe con las distancias, el precio y los costes. Un vehículo llamado internet que con las mismas personas de una redacción puede inundar el planeta Tierra de información en un segundo. Situación taxativamente real que cuesta encajar en las grandes estructuras que manejan las editoriales de antaño.

Queda claro que por un lado ha cambiado la forma de consumir y generar información, por otro lado las empresas empiezan a confiar más por la publicidad en internet ya que se puede medir y además es más económica.

El mundo al revés

Esta semana recibí una llamada de un periódico de tirada nacional (que siempre suele tener "la razón") para participar en un reportaje sobre doce empresas de internet de éxito. Durante los primeros minutos de la conversación todo era perfecto, iba a aparecer en una página del periódico, días después iba a estar colgado en la página web y todo ello por ser considerado un "emprendedor de éxito". Me sentía como nunca. La gran decepción tuvo lugar cuando el amable interlocutor pasó a indicarme que para soportar los gastos de producción las empresas debían repartirse los costes de producción y abonar cada una 2.900 euros.

Es decir, con la excusa de realizar un reportaje para los lectores estaban intentando vender publicidad encubierta a empresas a internet. ¿Era posible imaginar que un periódico fuera a intentar conseguir publicidad de un medio online hace unos años? Evidentemente no.

¿Están los usuarios dispuestos a pagar por contenidos publicados en un periódico online? De momento los primeros experimentos han sido infructuosos aunque puede que los editores no tengan otra salida. El problema son las abultadas plantillas, la toma lenta de decisiones y la apuesta errónea por el papel. Si un periódico o una revista decidiera abandonar el medio tradicional y centrarse en internet es más que probable que volviera a coger impulso. 

No hay que olvidar que el papel incurre en costes de producción, distribución, almacén, etc. En internet todo es diferente. Son tiempos de agilidad, inmediatez, de revolución industrial en forma de ceros y unos. Tiempo en forma de tren de alta velocidad que sigue su camino y al que solo se puede subir en formato digital. Lo demás es historia.