No hay sitio para todos los fabricantes móviles

En telefonía móvil la historia nos ha demostrado que un fabricante puede pasar del trono al fondo del abismo en apenas unos años. El ejemplo más evidente es el de RIM, hoy Blackberry, que ha pasado de tener un 20% de cuota de mercado hace cinco años a tener un 3,4% a nivel mundial. 

Otro ejemplo es el de Nokia, rey de los móviles hasta que llegó el iPhone y los terminales inteligentes con Android. Si echamos la mirada un poco más atrás es obligado mirar a Motorola, el inventor de la telefonía móvil, quien paso de dominar el mercado a caer en manos de Google en estado de máxima gravedad.

Si viajamos en el tiempo hasta el año 2007 cuando las acciones de Nokia rondaban los 28 euros y hubiéramos vaticinado que Symbian moriría y la firma finlandesa perdería el liderato como fabricante de teléfonos móviles, todos pensarían que estamos locos. Nada más lejos de la realidad, en tecnología cinco años es mucho tiempo y puede haber cambios inesperados y poco previsibles, ni siquiera para los propios analistas que son expertos en hacer predicciones y adelantarse al devenir de las empresas. Otro de los gigantes en el mundo móvil, RIM, decidió el miércoles comenzar una nueva vida cambiando su marca y lanzando un sistema operativo que aspira a convertirse en la tercera opción. ¿Lo conseguirá?

Las firmas chinas se hacen fuertes

A día de hoy Samsung y Apple viven un momento muy dulce aunque hay otras firmas que también están bien posicionadas en el mercado. Hablo por ejemplo de HTC, LG o Sony. En el caso de Nokia, la firma finlandesa también ha conseguido mejorar sus previsiones vendiendo 4,4 millones de Lumias en el pasado trimestre lo cual invita a pensar que el 2013 puede ser un año esperanzador. Eso sí, lo que cada vez tengo más claro es que no hay sitio para todas las marcas de telefonía móvil y podría haber abandonos o fusiones. De hecho, en electrónica de consumo ya hemos visto algún caso como por ejemplo el de Philips que se ha visto obligada a cambiar de estrategia.

La penetración de smartphones a nivel mundial sigue aumentando aunque empieza a haber síntomas de apalancamiento en algunas zonas, por este motivo los mercados emergentes están ganando protagonismo y sirven para que algunas compañías escalen posiciones. Este es el caso de Huawei o ZTE, dos firmas que eran hasta hace pocos años desconocidas pero hoy están posicionadas entre los principales fabricantes del mundo.

Está claro que las tendencias viven su momento más mutante, más cambiante, algo que provoca una pregunta necesaria: ¿qué pasa con BlackBerry? Las apuestas y la Bolsa dicen que no. El producto con las especificaciones en la mano, que no con el precio, queda lejos de las 'vedettes' que dominan el mercado. Mala ecuación para un mercado al que el gusta que la ecuación siempre de igual a cero. 

Desde la marca se confía mucho en el cliente corporativo, un ser cada vez más infiel, más común y lejano del arquetipo del traje y la corbata. Alguien a quien le pone más un buen rock que la más elitista pieza de música clásica. ¿Sabrá BlackBerry sonar tan fresco como el rock de los 80? El tiempo lo dirá.