Una adolescente crea un sistema para realizar electrocardiogramas con el móvil

Tiene 17 años y acude a diario al instituto. Cathering Wong jamás imaginó que su nombre circulara como la pólvora en el ámbito médico, pero su desarrollo ha catapultado a esta adolescente a lo más alto en esos círculos. Todo sucedió cuando nuestra protagonista decidió inscribir en la Google Science Fair, un certamen anual en el que los de Mountain View premian las mejores innovaciones en cualquier terreno. Este concurso busca ideas frescas entre los más jóvenes y las premia generosamente en una amplia categoría de secciones en las que los participantes pueden inscribirse.

Wong amaba su móvil y pronto comprendió que era un dispositivo que estaba en el bolsillo de la mayoría, y que sin embargo, estaba infrautilizado, ideando una revolucionaria solución que podría cambiar el mundo del diagnóstico médico de forma definitiva. Wong ha resultado finalista en el citado certamen creando un electrocardiógrafo de bajo coste.

El diagnóstico de cardiopatías puede resultar un proceso caro y fuera del alcance de los pacientes del Tercer Mundo o economías emergentes. En muchos de aquellos países, desplazarse a los hospitales para efectuar las citadas pruebas puede resultar un viaje de muchas horas e incluso días, y eso para las economías familiares que puedan permitirse el lujo de sufragar los gastos. 

Wong ha creado, en este sentido, un electrocardiógrafo compacto que se comunica mediante bluetooth con el smartphone y en éste se visualiza el resultado en pantalla. Fácil, sencillo, económico y sobre todo, portátil. Con el invento de Wong el diagnóstico de las cardiopatías podría universalizarse y alcanzar un grupo de población que por los motivos antes expuestos quedaban fuerza de la prueba.

Pero Wong no estuvo sola en el desarrollo de esta revolucionaria idea: su profesor de física del instituto tuteló en todo momento la evolución del prototipo y puso a disposición de esta avispada alumna de todo el equipamiento necesario para llevar a buen puerto la idea. Fueron meses de duro trabajo en la que se vivieron momentos muy gratos, pero también frustrantes, hasta dar con el prototipo final operativo que ha merecido el reconocimiento del jurado del Google Science Fair. Y Wong no se duerme en los laureles: "pienso seguir trabajando en este proyecto y consiguiendo que sea más económico, más compacto y con una mayor duración" afirma convencida.