El tráfico de las operadoras de internet cae un 5% por el cierre de Megaupload

Quince días después, el tsunami desatado tras el cierre de Megaupload sigue golpeando a quien se cruza con él. Las últimas en sufrir las consecuencias han sido las operadoras de internet, que han visto caer su volumen de tráfico en torno al 5% desde que el emporio de Kim Dotcom fuese desarticulado. En declaraciones a El Confidencial, Jazztel cifra la caída en una horquilla entre el 5% y el 6%, si bien aseguran haber experimentado un aumento en las demandas de su servicio de televisión durante el mes de enero. 

En semejante situación se encuentra ONO, la principal operadora de cable, que pierde un 5% después de un cuarto trimestre atípicamente flojo en términos de uso del servicio. En Telefónica se ha dado orden de "no dar ningún tipo de información al respecto", no obstante este medio ha podido saber que la compañía también se resiente, cayendo en un porcentaje inferior al 10%. 

A pesar de que España representaba el 12% de todas las descargas de Megaupload, las operadoras nacionales consultadas coinciden en apuntar que el fenómeno está afectando de igual manera a nivel internacional. También ven todas el futuro con esperanza: "El que descargaba de Megaupload terminará por descargar igualmente, ya sea de un sitio u otro", es uno de los argumentos más recurridos. 

El 5% es solo el 'residuo sólido' del desplome que tuvo lugar el pasado 20 de enero, cuando un cuarto del flujo de datos global se esfumó por obra y gracia del FBI (ver gráfico). La importancia de Megaupload en el volumen de tráfico radica, principalmente, en su servicio de vídeo en 'streaming', Megavideo. Un usuario puede pasar la jornada completa visitando webs y enviando correos y apenas consumirá en torno a 100 ó 200 megas. Sin embargo, el visionado de una sola película dispara el consumo de datos entre los 700 y los 1.400 megas (1,4 Gigas). Al respecto, un informe de Cisco revelaba que el vídeo representó el 40% del movimiento en internet durante 2011. Y las previsiones arrojaban, antes de conocer la noticia del cierre, un aumento hasta el 60% para los próximos cuatro años.