“Ni caso a las críticas”

Un expeditivo correo fue todo lo que necesitó Jon Rubinstein para calmar las aguas; o desatar la tormenta, según se mire. Nos situamos en la sede de HP, firma que, como saben, compró la mítica Palm en 2010. La integración del grupo no fue fácil. El equipo capitaneado por el vigoroso líder fue integrado de forma monolítica en la estructura de HP y, según parece, sus componentes siguen definiéndose entre ellos como “equipo Palm”, pese a que la marca está ya extinta. El combinado Palm-HP tenía el complejo reto de plantar cara al iPad presentando el TouchPad, el primer tablet con el sensacional sistema operativo webOS a bordo. Y por fin su apuesta ha visto la luz. Las primeras unidades han llegado a manos de los medios y las críticas han sido demoledoras, hasta el punto que ZDNET compara el producto de HP con el PlayBook de RIM, titulando su artículo gráficamente “PlayBook vs TouchPad: la historia de dos errores”.

El controvertido correo

Eran elevadas las expectativas puestas en el nuevo tablet y muchos lo veían como uno de los rivales con más posibilidades de arañar algo de la abrumadora cuota de mercado del iPad. Pero las críticas han sido feroces, y todas ellas acusan al tablet de ser un vulgar clon del iPad. Un imitador de poca monta que además es más pesado y grueso y no cuenta ni con la centésima parte de aplicaciones que el tablet de Apple. Se ve que los demoledores análisis han hecho mella en el equipo de desarrollo del TouchPad, hasta el punto que el propio Rubinstein ha tenido que enviar un correo electrónico a sus subordinados instándoles a ignorar las críticas. La misiva es al tiempo inspiradora y contundente. En ella, Rubinstein recoge los aspectos positivos de las críticas -que los hay- para arengar a su equipo con frases como “esto es un maratón, no un sprint”, dando a entender que la apuesta de HP en este mercado es a largo plazo y que no tirarán la toalla ante el primer revés.

El líder el equipo Palm ha ido aún más lejos comparando las primeras críticas con “un producto que se presentó hace una década” y que también fue vapuleado por los medios. Rubinstein se refería a Mac OS X, y la comparación no era gratuita: él mismo formó parte del equipo directivo de la casa de Steve Jobs y conoce bien sus entresijos. El directivo argumenta que la mayoría de las críticas se refieren al software y están trabajando ya en solucionar los errores mediante una actualización que llegará “en breve”.

Peccata minuta según sus palabras, pero resulta imposible obviar que compite con un equipo redondo, el iPad, y que le lleva más de un año de ventaja. Rubinstein se ha asido con fuerza a lo positivo y ha asumido las críticas menores como pecados veniales omitiendo el grueso de los reproches: el TouchPad llega tarde, con un rendimiento pobre, y es una copia calcada del iPad. Duro reto al que se enfrenta HP, que espera del mercado un voto de confianza para un producto que cuesta lo mismo que el iPad, cuenta con poquísimas aplicaciones, va lento, es más grueso y pesa más que su rival. Recomendable, en este sentido, ver el reportaje realizado por David Pogue en el New York Times, artículo citado en la misiva, dicho sea de paso, del propio Rubinstein.