¿Puede un móvil derribar un avión?

“Vamos proceder al despegue. Pongan sus asientos en posición vertical y apaguen todos los dispositivos electrónicos”. Nuestros tímpanos se han hecho ya a estos avisos; obedecemos como autómatas cerrando el portátil o bien apagando el iPod, pero ¿qué hay de cierto tras estas medidas de seguridad?; ¿puede realmente un dispositivo electrónico derribar un avión o interferir gravemente en los elementos de navegación del mismo?

La cadena de televisión norteamericana ABC News se ha hecho con un estudio confidencial llevado a cabo por la International Air Transport Association que documenta hasta 75 casos en los que se sospecha que los dispositivos electrónicos afectaron de una u otra manera en la instrumentación del avión. Sin embargo, no hay evidencias empíricas que acrediten que los errores producidos en estos casos sean debidos exclusivamente al uso de móviles o portátiles a bordo, tal vez por este motivo se haya vuelto a reabrir el debate y las voces críticas han surgido de nuevo con fuerza. Así, el experto en aviación John Nance duda que los móviles y demás gadgets afecten a la electrónica de los aviones. “Hay mucha anécdota y poca evidencia”, declara.

Incidentes a bordo

Pero antes de echar por tierra las advertencias, conviene detallar algunos de los incidentes reportados en el citado estudio porque a buen seguro que pondrán los pelos como escarpias a más de uno. “Volábamos a 4.500 pies de altitud con el piloto automático conectado. De repente, comenzaron a saltar todo tipo de alertas ya que el piloto automático se había desconectado sin que nadie lo tocara.”, afirma un piloto en el informe. “Dimos la orden al personal de cabina de localizar viajeros con dispositivos electrónicos en funcionamiento y localizamos a cuatro de ellos”. En otro de los incidentes descritos, se reporta que el altímetro “se volvió loco” en pleno vuelo y no volvió a la normalidad hasta que los pilotos solicitaron a los viajeros que apagaran sus dispositivos electrónicos.

Antes les hablábamos de voces críticas ante tanto alarmismo y la política prohibicionista a bordo de las aeronaves, impuestos, suponemos, desde un criterio de prudencia. Los críticos se aferran con fuerza al propio informe para defender su escepticismo: consideran ridícula la cifra de 75 incidentes reportados, “teniendo en cuenta que al día, sólo en Estados Unidos, hay cerca de 32.000 vuelos”, resalta Nance. También hay voces críticas con más espectacularidad que rigor científico: la conocida serie de televisión Mythbusters (Cazadores de Mitos), llevó a cabo una de sus particulares pruebas y concluyeron que todas las restricciones en vuelo no eran sino “una conspiración” que perseguía que los viajeros utilizaran los teléfonos propios del avión y así facturar sus cuantiosas tarifas.

Todavía en un tono mucho más ligero, o abiertamente en clave de humor, nos quedamos con lo que cuenta un comentarista en Engadget: “Si esto fuera cierto, bastaría a los terroristas echar una partida a Angry Birds a bordo de un avión para derribarlo”.