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Préstamos participativos de ENISA: ¿por dónde empiezo?
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Artículo de Juan Sáenz

Préstamos participativos de ENISA: ¿por dónde empiezo?

Con casi 300 operaciones aprobadas en el último año que han financiado con más de 90 millones de euros a todo tipo de pymes españolas, ENISA

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Préstamos participativos de ENISA: ¿por dónde empiezo?

Con casi 300 operaciones aprobadas en el último año que han financiado con más de 90 millones de euros a todo tipo de pymes españolas, ENISA se ha convertido en un punto de referencia fundamental en la búsqueda de recursos ajenos, en este caso públicos, para toda empresa innovadora. Las empresas innovadoras tienen a su alcance un producto financiero denominado préstamo participativo del cual daremos aquí sus características fundamentales, así como algunas indicaciones básicas sobre cómo se debe afrontar el reto de conseguir esta financiación.

ENISA ofrece sus préstamos participativos a empresas innovadoras en dos líneas fundamentales: empresas de base tecnológica y pymes. La diferencia estriba en que la empresa tenga un plan de investigación y desarrollo de productos que supongan un avance tecnológico fundamental, o se quede en innovaciones de modelos de negocio y gestión. En ambas líneas el producto es el mismo, el préstamo participativo, que puede tener un importe de entre 100,000 y 1,500,000 euros, a devolver hasta en nueve años con una carencia de hasta siete años, aunque lo normal será recibir inversiones más cortas, típicamente a siete años con cuatro de carencia, lo cual sigue siendo muy interesante. A diferencia de lo que pueda pensarse este tipo de préstamo no es convertible en acciones de la sociedad. Se llama participativo porque “participa” de los beneficios de la empresa prestataria mediante un tipo interés variable, que partiendo de un tipo mínimo de Euribor +  0.75%, puede subir hasta 6 puntos porcentuales en función de la rentabilidad de la empresa. Es preciso destacar que aunque este tipo de interés pueda parecer alto, sólo se aplica cuando a la empresa le va realmente bien, y aún en ese caso es más barato que estar renovando pólizas de crédito anualmente, debido a las comisiones de apertura y renovación que se aplican.

Pero quizá la característica más apreciada de esta línea de financiación, sea la ausencia de garantías personales o avales en la concesión del crédito. A cambio, ENISA realiza un análisis exhaustivo de la empresa, que tiene como objetivo ajustar el riesgo de la inversión. Normalmente, y siempre en el caso de que la empresa no esté generando fondos propios positivos, ENISA exige que la empresa acompañe su inversión con una ampliación de capital al menos tan grande como el préstamo que se solicita, y esto hay que tenerlo bien planteado antes de la solicitud como parte del plan de financiación del proyecto.

El proceso se asemeja al de obtención de deuda bancaria en cuanto a tiempos, rondando los 3 ó 4 meses desde que se envía la solicitud, pero en lo que se refiere a la evaluación es más parecido al de obtención de capital riesgo. El plan de negocio constituyen la base del análisis, y la elaboración de esta documentación requiere un trabajo serio por parte de la empresa, que incluya ante todo un plan financiero robusto que sustente el crecimiento de la misma. El objetivo de este modelo financiero es claro y doble: demostrar viabilidad y solvencia. ¿Podrá la empresa devolver el préstamo cuando toque amortizarlo, y pagar todos los intereses por el camino?¿Cuáles son los flujos de caja previsionales, de dónde salen y adónde van? ¿Qué riesgo hay de que la empresa no cumpla con su propio plan, el cual permitiría devolver el préstamo? ¿Aguanta el plan financiero una reducción drástica en las ventas? ¿Será este equipo capaz de llevar este plan a buen puerto? ¿Llevan ya buen camino? Aquí intervienen todos los demás elementos de un buen proyecto empresarial, de todos conocidos y ya mencionados, y que en absoluto hay que olvidar.

Por lo tanto, el punto de partida para toda empresa innovadora consiste en asegurarse de tener un plan financiero completo, detallado y defendible, que acompañará por supuesto al resto del plan de negocio. ENISA está ahí para financiar las necesidades de capital de la empresa a largo plazo mediante préstamos en condiciones ventajosas, y a cambio requiere proyectos de calidad debidamente justificados tanto financiera como técnicamente. No todos los proyectos son aceptados, y los que cumplen las premisas se benefician de una financiación accesible, con unos tipos de interés ajustados a la rentabilidad de la empresa y siempre muy competitivos con respecto a las financiaciones existentes, y además sin garantías personales.

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Juan R. Sáenz-Diez es socio director del Área Financiera de Atomm, firma especializada en captación de inversiones públicas y privadas para empresas de base tecnológica, y es además emprendedor y tutor de creación de empresas en el Venture Lab del IE Business School.

Con casi 300 operaciones aprobadas en el último año que han financiado con más de 90 millones de euros a todo tipo de pymes españolas, ENISA se ha convertido en un punto de referencia fundamental en la búsqueda de recursos ajenos, en este caso públicos, para toda empresa innovadora. Las empresas innovadoras tienen a su alcance un producto financiero denominado préstamo participativo del cual daremos aquí sus características fundamentales, así como algunas indicaciones básicas sobre cómo se debe afrontar el reto de conseguir esta financiación.