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"Para emprender hay que lanzarse aunque no estés seguro de lo que haces"
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"Para emprender hay que lanzarse aunque no estés seguro de lo que haces"

Sus objetivos como emprendedores no pasan por hacerse millonarios en dos días, ni atraer el dinero fácil y ni si quiera llegar a convertirse en dueños

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"Para emprender hay que lanzarse aunque no estés seguro de lo que haces"

Sus objetivos como emprendedores no pasan por hacerse millonarios en dos días, ni atraer el dinero fácil y ni si quiera llegar a convertirse en dueños de una poderosa y respetada multinacional. Los emprendedores sociales son una generación de empresarios capaces de montar un negocio que dé dinero y que a la vez sirva para ayudar a los que más lo necesitan.

Este es el camino que decidió seguir David del Ser, CEO de la empresa española Frogtek, que busca ayudar a los tenderos de países en vías de desarrollo a gestionar de manera efectiva su negocio. Ingeniero en Telecomunicación por la Universidad Politécnica de Madrid, comenzó a gestar su empresa a mediados de 2008 en Estados Unidos mientras estudiaba un Máster en Empresa Social. Gracas a un informe emitido por el Banco Mundial de la Mujer decidió crear una herramienta de contabilidad sencilla y controlada por teléfono móvil que estuviese destinada a optimizar el trabajo a los pequeños empresarios de los países en vías de desarrollo.

En esos lugares los tenderos no saben cómo gestionar eficazmente su negocio por falta de información. Además, su forma de comercializar es totalmente diferente a la de los países desarrollados. Mientras que aquí multitud de productos se venden en pack de doce, ahí se comercializan de uno en uno. El descontrol sobre sus productos hace que la situación de los  tenderos se vuelva especialmente comprometida cuando una multinacional de la distribución aterriza en su ciudad. “Que empresas como Wal-Mart o Carrefour abran un establecimiento allí supone que el pequeño comercio simplemente desaparezca. Lo que nosotros llamamos ‘pequeño comercio’ allí son tiendas de barrio muy muy pequeñas que no tienen ningún control sobre sus productos. Van totalmente a ciegas. Esto que sería completamente inviable en cualquier empresa europea o estadounidense, ahí es el pan de cada día”, explica Guillermo Caudevilla, el director de tecnología de Frogtek.

Por eso pensaron en desarrollar una aplicación de contabilidad sencilla y efectiva que se maneja a través de un dispositivo móvil con sistema operativo Android (Google) y gracias a la cual los tenderos puedan tomar decisiones sobre su negocio. Así surgió Frogtek: “El objetivo era ayudar a los pequeños comerciantes en países emergentes a escapar de la pobreza y ofrecerles una herramienta para competir en igualdad de condiciones, pese a encontrarse en un entorno más desfavorable”.

Todos los datos que introducen los tenderos se registran en un servidor. Gracias a esa información desarrollan la segunda vía de negocio de su empresa que es ‘vender información’ a multinacionales o bancos: “En estos pequeños comercios también se venden coca-colas, productos de Nestlé, etc., pero a diferencia de los países desarrollados ahí las multinacionales no tienen controlada la cadena de distribución. Para saber dónde funcionan mejor sus productos tienen que pagar un dineral en  hacer estudios de mercado que claramente benefician a empresas como Wal-Mart o Carrefour. Nosotros les ofrecemos la información a un precio más económico. Además ponemos esa información a disposición de los bancos para que puedan conocer la solvencia de los tenderos en el caso de que estos quieran pedir un crédito. De esta forma conseguimos, por un lado, reducir el riesgo que asumen las entidades y, por el otro, bajar el tipo de interés que tienen que pagar los tenderos y que en algunos casos llega al 60%”.

La financiación solidaria

Las empresas sociales tienen cierto atractivo para ‘business angels’ y determinados fondos de capital riesgo que están interesados en invertir en este tipo de empresas que les ofrezcan una rentabilidad económica y están dispuestos a que ésta sea menor siempre que exista un fin social.

La financiación es aparentemente sencilla. En los Estados Unidos existe todo un ecosistema de incubadoras, financiadores y organizaciones que apuestan por las empresas sociales. Este concepto todavía es algo nuevo en Europa, aunque se está expandiendo con cierta rapidez. A nivel estatal opera Ashoka, mientras que en Zaragoza existe el fondo de capital riesgo ‘Creas’ centrado en este tipo de parcela.

En el caso de Frogtek, la financiación les llegó de la mano de Josh Mailman, un empresario que se hizo famoso por ser business angel de una empresa social de microcréditos creada por Muhammad Yunus, y con la que consiguió alzarse con el Premio Nobel de la Paz y el Príncipe de Asturias de la Concordia: “Nos presentamos al Ecoin Green, un concurso muy prestigioso sobre empresas sociales. De las 1.000 iniciativas que se presentaron quedamos entre las 15 primeras. Fue una suerte contar con la financiación de Mailman porque conseguimos atraer la atención de otros inversores. Así conseguimos 900.000 euros”. Actualmente la empresa cuenta con 14 empleados de varios países -España, Estados Unidos, México y Colombia-.

Premios y más premios

Frogtek consiguió hacerse el pasado mes de agosto con el premio BBVA Open Talent con el que están poniendo en fase de prueba sus productos en varios lugares de Latinoamérica. Además la empresa ha sido seleccionada por el jurado del Premio Vivero de SIMO Network como ganadora del Premio Especial de 12.000 euros que la fundación Fundetec otorga al mejor proyecto de la convocatoria.

“Estamos muy contentos porque este tipo de premios nos da una enorme visibilidad. Creemos que se fijan tanto en nuestra empresa porque combina la alta tecnología aplicada a temas sociales. De todas formas, aún no existe el modelo de negocio basado en premios, así que tenemos que seguir trabajando muy duro”.

Como emprendedor asegura que la clave para sacar adelante un negocio es apostar ciegamente por él: “Si quieres montar una empresa no tienes que tener complejos. Hay que lanzarse antes de estar completamente seguro. Si esperas a asegurarte de que tu idea es buena y viable, ya es tarde. Yo soy de los que piensan que hay que ir a por todas, y si sale mal, por lo menos habrás cursado un buen master”.

Sus objetivos como emprendedores no pasan por hacerse millonarios en dos días, ni atraer el dinero fácil y ni si quiera llegar a convertirse en dueños de una poderosa y respetada multinacional. Los emprendedores sociales son una generación de empresarios capaces de montar un negocio que dé dinero y que a la vez sirva para ayudar a los que más lo necesitan.

Este es el camino que decidió seguir David del Ser, CEO de la empresa española Frogtek, que busca ayudar a los tenderos de países en vías de desarrollo a gestionar de manera efectiva su negocio. Ingeniero en Telecomunicación por la Universidad Politécnica de Madrid, comenzó a gestar su empresa a mediados de 2008 en Estados Unidos mientras estudiaba un Máster en Empresa Social. Gracas a un informe emitido por el Banco Mundial de la Mujer decidió crear una herramienta de contabilidad sencilla y controlada por teléfono móvil que estuviese destinada a optimizar el trabajo a los pequeños empresarios de los países en vías de desarrollo.

En esos lugares los tenderos no saben cómo gestionar eficazmente su negocio por falta de información. Además, su forma de comercializar es totalmente diferente a la de los países desarrollados. Mientras que aquí multitud de productos se venden en pack de doce, ahí se comercializan de uno en uno. El descontrol sobre sus productos hace que la situación de los  tenderos se vuelva especialmente comprometida cuando una multinacional de la distribución aterriza en su ciudad. “Que empresas como Wal-Mart o Carrefour abran un establecimiento allí supone que el pequeño comercio simplemente desaparezca. Lo que nosotros llamamos ‘pequeño comercio’ allí son tiendas de barrio muy muy pequeñas que no tienen ningún control sobre sus productos. Van totalmente a ciegas. Esto que sería completamente inviable en cualquier empresa europea o estadounidense, ahí es el pan de cada día”, explica Guillermo Caudevilla, el director de tecnología de Frogtek.