Internet Explorer: declive de un gigante

Hubo un día en el que nadie se planteaba qué navegador emplear para visitar Internet. En aquellos tiempos las conexiones a Internet se hacían por dial-up, o lo que es lo mismo, marcando un número de teléfono donde escuchábamos un desagradable ruido que al concluir nos indicaba que la desesperantemente lenta conexión se había establecido. En aquellos tiempos decíamos, el navegador no era un problema ya que la batalla de los navegadores se limitaba al extinto Netscape y el omnipresente Internet Explorer que funcionó prácticamente en solitario alcanzando picos de uso del 95% en el año 2002. Hoy en día, por fortuna las conexiones son mucho más rápidas y la oferta de navegadores es considerablemente más alta, lo que no ha quitado que IE, el navegador de Microsoft, haya seguido liderando esta peculiar batalla. Buena parte del éxito de Internet Explorer reside en que viene instalado por defecto en los ordenadores vendidos con Windows instalado (la práctica totalidad) y que ha sido motivo de no pocas sanciones por prácticas monopolistas.

Desde el año 2002 hasta hoy ha llovido mucho en el mercado de los navegadores y son varios los navegadores que optan a destronar al eterno rey. Posiblemente el que más papeletas tenga para conseguirlo sea Firefox de Mozilla aunque la irrupción de Chrome y la inminente llegada del sistema operativo Chrome OS que a buen seguro integrará el navegador, hace el panorama impredecible a medio o corto plazo. No obstante, Internet Explorer ha vuelto a saltar recientemente a la palestra al publicarse unos datos que reflejaban una caída en picado del navegador de Microsoft de marzo a esta parte. En concreto, el informe certifica que IE ha perdido la friolera de un 11,4% en detrimento de Firefox, Safari y Chrome, cifras duras de asimilar por parte de los de Redmond habida cuenta que la útima versión de IE, la 8, en la que se habían depositado muchas expectativas salió al mercado precisamente en marzo. Pese a todo, Microsoft conserva con su navegador el 54,4% de la cuota de mercado aunque la esperada versión 8 pese a haber arrancado con un considerable crecimiento, salvo que el mercado dé un inesperado vuelco no parece ser el revulsivo que estaban esperando en la empresa fundada por Bill Gates.

Donde ha triunfado sin paliativos Microsoft es en la campaña viral en torno al lanzamiento de Internet Explorer 8: el vídeo de una chica vomitando tras descubrir las páginas que había visitado su marido minutos antes ha corrido como un reguero de pólvora por la red. El anuncio en sí es un tanto desagradable hasta el punto que Microsoft ha retirado la campaña de su web, ha pedido disculpas por su contenido, aunque lo ha hecho con la boca pequeña puesto que al parecer, todo formaba parte de un plan de marketing viral que ha demostrado tener mucho éxito.

Algunos se resisten a creer que la debacle de Internet Explorer es real y citan a la fuente de la que se han obtenido los resultados (el medidor Statcounter) como poco fiable y aluden a que no parece lógico un vuelco por parte de los usuarios de navegador en tan breve lapso de tiempo. Con todo, una vez más se cumple la máxima en Internet de que David vuelve a ser más fuerte que Goliat y así una fundación como es el caso de Mozilla (creadores y promotores de Firefox) está confirmándose como digno aspirante al trono de los navegadores. El trono está muy reñido por cierto, puesto que tanto Safari como el navegador de Google (Chrome) están obteniendo las mejores marcas en rendimiento en sus últimas versiones. El futuro está totalmente abierto.