La escolta hi-tech del presidente

Proteger al presidente. Esa es la máxima obsesiva del servicio secreto ante un posible atentado contra el líder más atípico en la era moderna de Estados Unidos. Su raza, sus mensajes y su dialéctica que quedará grabada para la historia, así como un innegable y divinizado carisma, lo hacen blanco fácil de cualquier descerebrado dispuesto a acompañarle en la historia. En este sentido, el diario californiano Los Angeles Times se ha hecho eco en un elaborado artículo del carácter tecnológico y puntero de la guardia pretoriana que acompaña al flamante presidente.

La primera línea de protección es su propia limusina, bautizada eufemísticamente como the beast (la bestia) y de la que por motivos de seguridad no han trascendido muchos detalles. Lo que sabemos es que se trata de un habitáculo casi inexpugnable fabricado por Cadillac y que en palabras de Nicholas Trotta, uno de los responsables del círculo de seguridad del presidente, se trata del "vehículo más avanzado del mundo", según informa la BBC. Este mastodonte es capaz de soportar el ataque con misiles y está preparado para la guerra química, contando con un suministro propio de oxígeno en caso de necesidad. Los neumáticos han sido diseñados para que sigan aportando tracción en caso de pinchazo, pero tal vez lo mejor del automóvil se encuentra en su interior, del que General Motors (fabricante subsidiario del vehículo) ha afirmado que tienen instrucciones específicas de los cuerpos de seguridad de no hacer ningún tipo de declaraciones, pero que está equipado con la más alta tecnología, algo de lo que disfrutará Barack Obama, reputado amante de las BlackBerry.

Otro nivel en el que los servicios secretos están trabajando intensamente son los foros y chats que proliferan por la Red, así que a nadie se le ocurra bromear con ciertas palabras y comentarios porque se pueden dar un buen susto. No se toman a broma ni un solo comentario suelto en la blogosfera. Tampoco parece una buena idea acercarse al perímetro de seguridad con una mochila -ni siquiera en la red de metro- y es que es posible que se le echen encima alguno de los 150 agentes del FBI que lo vigilan apoyados desde el aire por el avión espía A P-3, que sobrevuela el entorno del mandatario estadounidense. La investidura como presidente estará además rodeada de una miríada de cámaras y sensores que escanean de forma automatizada rostros y objetos sospechosos, contando además con sensores de bombas que activarán un protocolo de actuación inmediata y fulminante.

No se ha dejado nada al azar. Obama dispondrá siempre de una ruta segura de escape que contempla cualquier contingencia. Pese a todo, el mandatario está provocando no pocas jaquecas al servicio de seguridad con su innegable don de gentes y su firme voluntad de mezclarse con el pueblo y estrechar todas las manos que se tope en su camino. Todo es nuevo con Obama, y también se estrena un escudo invisible de cristal creado por la empresa American Defense System y que cuenta con una combinación de diferentes materiales como cristal, plásticos, cerámica e incluso polímeros como los empleados en las bolas de golf. Esta innovadora barrera de cristal resistió con éxito cerca de 75 disparos realizados a corta distancia por la policía neoyorquina.

Pero nada de esto debe sorprendernos en un nuevo estilo transgresor que rodea al de Chicago, el mismo que le llevó en campaña a aparecer en un juego de la consola Xbox, emplear Twitter y Facebook sin complejos, y pese a su indisimulable afición a la BlackBerry, fue el primer candidato en poner a disposición de los usuarios del iPhone una aplicación en la que puedan empaparse de toda su mágica estela. Ahí es donde se fraguaba el voto del cambio y Obama ha sabido aprovecharlo. Sin duda se trata del presidente más geek del mundo.