Por qué Google Chrome será el mejor navegador del mundo

Han pasado pocas horas desde el lanzamiento de Chrome, y el último púgil de Google ya apunta maneras. Desvelado -según dicen- a la fuerza y antes de tiempo tras filtrarse información sobre el producto, lo nuevo de Google está ya en millones de ordenadores por todo el mundo (por el momento, únicamente en equipos con Windows). Al instalarlo uno puede darse cuenta rápidamente que está lidiando con un producto con sello de la empresa de Mountain View, y es que todo el proceso es absolutamente sencillo y rápido, pudiendo además importar todos los favoritos del navegador por defecto que tengamos instalado.

Si aludíamos antes a la sencillez del proceso de instalación, una vez ejecutado uno podría pensar que falta algo o que la instalación no se ha completado con éxito. La parte superior no tiene prácticamente comandos y apenas hay iconos. No se preocupe, es normal. Simplemente es así. Google ha dejado visible únicamente lo que necesitamos realmente y usamos día a día; incluso en lo referente a las opciones, apenas tenemos alternativas de configuración, ya que todo está automatizado o seleccionado por defecto por la casa. ¿Es buena esta parquedad estética y carencia de opciones? En cuanto hayan pasado unas horas al frente de este browser, entenderemos que sí, y que no echaremos nada en falta, incluso si el usuario es avanzado. 

 

En el apartado estético, Chrome ha optado por aumentar el campo visual al máximo, lo cual se agradecerá en los nuevos netbooks o mini portátiles, y limitar el área no navegable a las pestañas (bendita herencia de Firefox), la barra de navegación y los favoritos. La elección de tonos ha sido orientada a convertir en prácticamente invisible los controles del navegador, pero no por ello se ha escatimado en detalles y pequeñas sorpresas que harán que la navegación sea una de las más gratas vistas hasta la fecha. En definitiva, en Chrome se "ve" más.

 

Los pequeños secretos que oculta

Si está buscando por algún lado las instrucciones o guía de uso del navegador, probablemente pinchará en hueso. Google ha puesto a disposición del usuario, en la web del producto, una serie de vídeos con las diez principales características del navegador, pero Chrome oculta muchas sorpresas que lo convertirán en casi irresistible. La primera que hay que destacar es el corrector ortográfico incorporado de forma nativa y en perfecto español. Mientras escribimos en algún formulario o foro, Chrome marcará en rojo lo que no comprenda y al teclear con el botón derecho del ratón, nos propondrá por aproximación la palabra más cercana. La lástima es que no parece que aprenda nuevas palabras, aunque no sabemos cómo gestiona el navegador los diccionarios.

Chrome dispone también de una página de inicio que aprende de nuestros hábitos de navegación, y propone visualmente en ventanas de pequeño tamaño, aquellos sitios a los que dedicamos más tiempo de lectura. Otro tanto ocurre en la barra de navegación: para buscar cualquier palabra o concepto en la web, bastará con teclearlo en la barra y Google nos propondrá -en base a nuestra navegación previa, y también la del resto de usuarios- los resultados más probables, según escribimos. Todo un time saver.

Las pestañas en Chrome cobran vida propia y no sólo pueden desplazarse horizontalmente, sino que además podemos arrastrarlas de forma que se conviertan en un objeto independiente en el escritorio. Por otro lado, Google no ha querido perder un sólo detalle en el navegador, y las pestañas cuentan hasta con un pequeño icono que nos indica que en esa página ha habido una descarga.

Decíamos que este navegador era parco en instrucciones y diseño, pero esto no implica que no haya comandos ocultos para usuarios avanzados y para curiosos. Si por ejemplo tecleamos en la barra de navegación el comando about:memory, descubriremos todo el detalle de la gestión de memoria del navegador -es casi una exhibición de lo bien que lo hace-. Pero tal vez, de todos los comandos disponibles, el más divertido sea about:internets, un huevo de Pascua para los que gusten de este tipo de bromas.

Una promesa, pero al banquillo por el momento

Chrome tiene todos los boletos para ser el navegador más usado del mundo -a falta de ver los últimos progresos de Internet Explorer y la evolución de Firefox-. Sin embargo, al estar en fase beta prematura su uso se hace complejo para usuarios avanzados. Sepa que si utiliza Firefox habitualmente perderá todos los complementos que haya instalado, y que Chrome en esta fase temprana se resetea con cierta frecuencia. Probablemente sea necesario que transcurran algunos meses para que el equipo de desarrolladores vaya puliendo este diamante, la joya de los navegadores.