El sector del ocio, ante la presunta agresión racista en Sabadell: "No era ningún santito"

La noche de Halloween dejó este año muchos capítulos violentos en distintas partes del país. Desde botellones multitudinarios e ilegales hasta presuntas agresiones de índole racista. Al menos eso es lo que han denunciado muchos usuarios en redes sociales tras la difusión de un vídeo en el que se ve a dos miembros de seguridad de la discoteca Waka, en Sabadell (Barcelona), agrediendo a un joven.

Las imágenes, que han sido compartidas desde diferentes vías, se produjeron en la entrada del local, en la madrugada del lunes, 1 de noviembre. Según informó un fotoperiodista, se trata de una "agresión homófoba" contra un joven al que no dejaron pasar a la discoteca. Las reacciones ante este suceso no se hicieron esperar y la mayor parte de los usuarios han condenado este tipo de violencia por motivos racistas, tratándose, además, de un local en el que ya se han cometido este tipo de agresiones homófobas, según informa El Periódico.

El sector del ocio se defiende

Pese a ello, desde la Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales (Fecasarm) han pedido que "no se criminalice" al sector del ocio nocturno y ha asegurado que las acusaciones contra la discoteca Waka "no se ajustan a la realidad". Con todo, también reclaman una mayor presencia policial en los locales para evitar o reducir episodios violentos con los clientes.

En un comunicado lanzado tras la polémica de las imágenes, la Fecasarm ha asegurado que las imágenes del local Waka "se han sacado de contexto", aunque sí reconocen que los controladores de accesos se "extralimitaron levemente" en el uso de la fuerza. "Queremos poner de manifiesto que esta persona no era ningún 'santito' y que venía de amenazar", recoge el comunicado.

Según la asociación, la víctima, junto a su grupo, se acercaron al limpiador del aparcamiento con "cristales rotos" y que estuvieron "lanzando botellas" a la gente que se encontraba haciendo cola en el local. Sostienen, por tanto, que los miembros de seguridad actuaron en "legítima defensa", aunque, prosiguen, en el vídeo solo se muestre una parte de la agresión.

Por último, aunque insisten en que no comparten la forma en la que actuaron los agentes, sí dejan claro que las patadas se hicieron como "represalia" y sin poner en riesgo su integridad física, puesto que se dieron "en el culo". Asimismo, señalan que los motivos de la agresión no fueron racistas.