Un británico, en estado crítico en Marbella tras saltar desde un tercer piso a una piscina

Un hombre de 31 años se encuentra en estado crítico después de sufrir un accidente al saltar a la piscina desde el balcón de unos apartamentos turísticos. Los hechos sucedían en la tarde de este lunes 7 de junio en San Pedro de Alcántara, en la localidad malagueña de Marbella, cuando el joven se lanzó desde un balcón del tercer piso.

Hasta ese lugar se trasladaron efectivos de emergencias, así como varias patrullas de la Policía Local de Marbella y de la Policía Nacional. Los sanitarios tardaron más de 40 minutos en estabilizar a la víctima, que fue trasladada al Hospital Costa del Sol. Sin embargo, su gravedad hizo que fuera derivado al Hospital Regional de Málaga, al no disponer el anterior de algunas especialidades.

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Antonio Martín

Según publica el Diario SUR, la víctima es de nacionalidad británica y sufre múltiples lesiones, entre ellas un traumatismo craneoencefálico severo, fracturas en las extremidades y daños en órganos internos. Ingresó en estado muy grave, por lo que los médicos decidieron trasladarlo directamente a la Unidad de Cuidados Intensivos.

Vuelve el balconing

Los primeros datos de la investigación apuntan a que la víctima estaría celebrando una fiesta con algunos amigos. En un momento dado, decidió saltar desde el balcón de su apartamento, situado en el tercer piso. Sin embargo, calculó mal y no cayó en la piscina, como había previsto, sino encima de una sombrilla.

El joven estaría celebrando una fiesta con sus amigos cuando decidió hacer 'balconing'

Sus compañeros de fiesta llamaron rápidamente a los servicios de emergencia, que se encargaron de mantenerlo con vida y lo trasladaron al hospital. El golpe en la cabeza es lo que más preocupa actualmente a los médicos, a pesar de que presenta múltiples traumatismos y fracturas en el resto del cuerpo.

Saltar desde el balcón a la piscina se conoce comúnmente como 'balconing' y está terminantemente prohibido tanto en hoteles como en apartamentos turísticos. Sin embargo, muchos jóvenes extranjeros no dudan en arriesgar su vida y, de esa manera, al menos una decena de personas ha muerto en España en la última década por esta práctica.