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Un corazón en un 'tupper' y carne en la sartén: la Policía habla del 'caníbal de Ventas'
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Un corazón en un 'tupper' y carne en la sartén: la Policía habla del 'caníbal de Ventas'

En el juicio contra el acusado por matar a su madre y alimentarse de sus restos, ha declarado la Policía que estuvo en la escena del crimen y relatan los escalofriantes detalles

Foto: Jucio contra el 'caníbal de Ventas' en Madrid. Foto: Efe
Jucio contra el 'caníbal de Ventas' en Madrid. Foto: Efe

La Audiencia Provincial de Madrid ha comenzado esta semana el juicio contra un joven que presuntamente mató a su madre y después troceó su cuerpo para disponerlo en bolsas de plástico y, según el relato de la Fiscalía, se alimentó de los mismos durante un periodo de, al menos, "15 días". Por estos hechos, ocurridos a finales de enero de 2019 en el domicilio de la víctima en la capital, el acusado se ha ganado el apodo de 'el caníbal de Ventas'. Durante la cuarta jornada del juicio, han declarado los policías que colaboraron en la investigación, destacando la "cantidad" de restos humanos que hallaron en el piso donde se produjo el crimen, aportando otros detalles escabrosos como el hecho de que el procesado ingirió restos —crudos y cocinados— y otros se los dio al perro.

Durante la vista, dos agentes de la Policía Científica han testificado que les llamó la atención "la cantidad de restos en toda la vivienda, salvo en una habitación". Asimismo, han detallado, como hicieron la víspera otros agentes, que en el dormitorio principal había "una cabeza humana con el cuero cabelludo desprendido", entre otros restos, y en el salón y en la cocina una escena en la que "todo hacía pensar que se estaban cocinando restos de un cadáver", con una sartén con algunos ya cocinados, según el relato de uno de los agentes.

Foto: Imágenes de Alberto, el 'caníbal de Las Ventas'. (EC)

También había partes del cadáver en el baño y dentro del congelador así como en la basura, donde encontraron "unas costillas que parecía que estaban mordidas". Además de las numerosas manchas de sangre que hallaron en la casa, muchas en salpicaduras por las paredes, uno de los hallazgos más llamativos fue — en palabras de uno de estos policías— un envase que contenía un corazón y un tenedor, según recoge Efe.

Tenía una orden de alejamiento sobre su madre

En cuanto a los utensilios que pudo utilizar el acusado para descuartizar a su madre encontraron un serrucho viejo y varios cuchillos, además de dos tenedores. También recogieron como muestras varias botellas vacías y otras llenas con lo que parecía orina. Otras dos agentes de Científica que han declarado a continuación han relatado cómo tomaron las huellas de las manos de la víctima para verificar la identidad y cómo se hizo un examen físico al arrestado para recoger muestras de su ropa y de sus manos, ya que tenía manchas de sangre.

El juicio continuará este viernes con declaraciones de testigos ante el jurado popular que enjuicia el caso, entre ellos el hermano del procesado e hijo de la fallecida. Este familiar explicó a la Policía tras el suceso que su hermano comenzó a tener problemas cuando se fue de Erasmus a Grecia, por consumir drogas, y luego su situación empeoró y vivió en una casa okupa, aunque en ocasiones iba a casa de su madre porque a esta le daba pena su situación, a pesar de que en la época del crimen el procesado tenía una orden de alejamiento sobre ella, aunque solía incumplirla con asiduidad.

Sin arrepentimientos

En la jornada anterior, del pasado miércoles, otros agentes que también estuvieron en la escena del crimen relataron ante la Audiencia la "tranquilidad" con la que encontraron al procesado, quien les aseguró que su progenitora "le hacía la vida imposible" y no se arrepentía. Así, los testigos explicaron que el joven (tenía 26 años cuando ocurrieron los hechos en enero de 2019) reconoció a los primeros agentes que llegaron, tras acceder a abrirles la puerta, que su madre no podía salir "porque estaba muerta", y luego confesó el crimen ante otros, explicando en al menos una ocasión que la había matado "porque le hacía la vida imposible" y que no se arrepentía.

Un policía de la patrulla del distrito de Salamanca que acudió a al domicilio, situado en la calle Francisco Navacerrada del barrio de La Guindalera, ha relatado cuando trasladaba al detenido a comisaría le preguntó qué había pasado y el joven "contó de forma espontánea que había matado a su madre y que había descuartizado el cuerpo", tras axfisiarla desde atrás. "Y que este cuerpo se lo comía unas veces cocinado, otras veces de forma cruda, y otras veces se lo daba al perro", todo ello "como una conversación tan normal", con "naturalidad y frialdad", lo que llamó la atención de todos los agentes que intervinieron en esos momentos. Este agente ha detallado que el detenido tenía restos de sangre seca en la comisura de los labios y trozos de carne en las uñas.

La Audiencia Provincial de Madrid ha comenzado esta semana el juicio contra un joven que presuntamente mató a su madre y después troceó su cuerpo para disponerlo en bolsas de plástico y, según el relato de la Fiscalía, se alimentó de los mismos durante un periodo de, al menos, "15 días". Por estos hechos, ocurridos a finales de enero de 2019 en el domicilio de la víctima en la capital, el acusado se ha ganado el apodo de 'el caníbal de Ventas'. Durante la cuarta jornada del juicio, han declarado los policías que colaboraron en la investigación, destacando la "cantidad" de restos humanos que hallaron en el piso donde se produjo el crimen, aportando otros detalles escabrosos como el hecho de que el procesado ingirió restos —crudos y cocinados— y otros se los dio al perro.

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