Maje, la 'viuda negra de Patraix', y su examante se sientan ante el juez: ¿fue un crimen planeado?

M.J., más conocida como Maje, se enfrenta desde este miércoles a las acusaciones que han pesado sobre ella durante tres años. Desde el banquillo de los acusados de la Audiencia de Valencia, la ya denominada 'viuda negra de Patraix' deberá contar frente al jurado popular qué ocurrió la mañana del 16 de agosto de 2017 y, junto a ella, deberá hacer lo mismo su examante, acusado de haber planeado y perpetrado el asesinato contra el marido de Maje, Antonio.

Durante la primera sesión se constituirá el jurado popular y se prolongará hasta el 29 de octubre; siendo el jueves y segundo día del juicio cuando le toque el turno a los acusados para declarar. La Fiscalía solicita una pena de 18 años de prisión para el examante de la viuda y de 22 años de cárcel para ella, con la agravante de parentesco. Además de las penas privativas de libertad solicita indemnizaciones de 250.000 euros para los padres y hermano del fallecido.

Según los escritos de las acusaciones, aquella mañana, Antonio salía de su casa en Patraix. Después de coger su coche, Salvador — examante de Maje —, le estaba esperando escondido en su garaje. Cuando se le presentó el momento adecuado, el acusado presuntamente atacó a la víctima y, con un cuchillo de grandes dimensiones, le asestó hasta 6 puñaladas, causándole la muerte.

Pero, ¿cómo pudo el procesado acceder al garaje privado de su vivienda? De acuerdo con la Fiscalía, fue Maje quien le facilitó las llaves del mismo y le dio la información necesaria sobre los movimientos de su marido para que este pudiera asaltarlo. Según la versión del Ministerio Público, Maje planificó el crimen con anterioridad y fue su examante quien lo cumplió.

Los motivos del asesinato, sin embargo, parecen algo difusos. Al parecer, la acusada mantenía otras relaciones paralelas a su matrimonio con otros hombres, uno de ellos, el segundo acusado, un compañero de trabajo que ejercía de auxiliar de enfermería en el mismo hospital; por lo que se deduce que el móvil pudo ser lo que se denomina como un crimen 'pasional'.