Lo nunca visto: gana 250 millones de euros en el Euromillones, pero no puede cobrarlos por un error inédito
El mayor premio del Euromillones cae en Austria mientras un fallo técnico en Francia deja a miles de jugadores sin poder comprobar ni cobrar sus boletos.
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Lo que prometía ser una noche histórica para millones de jugadores del Euromillones terminó convirtiéndose en una jornada de frustración y confusión. El premio más grande jamás ofrecido en este sorteo, 250 millones de euros, encontró dueño en Austria, donde un único billete resultó ser el acertante absoluto del bote. Pero la emoción pronto se vio empañada por un fallo técnico de grandes proporciones que afectó a miles de participantes, especialmente en Francia.
Todo ocurrió el pasado viernes. La expectación era máxima y no era para menos: según datos del medio especializado Tirage Gagnant, se registraron 66 millones de apuestas en los doce países participantes, una cifra récord que desbordó por completo la capacidad del sistema informático de Française des Jeux (FDJ), la empresa encargada de gestionar el sorteo en territorio francés.
El colapso fue casi inmediato. Las plataformas dejaron de responder, los boletos no podían validarse, los resultados no llegaban a tiempo y quienes intentaban cobrar sus premios —ya fuera de forma online o presencial— se topaban con errores constantes. Para añadir más confusión, el primer comunicado oficial afirmaba que no había habido ningún ganador del bote. Sin embargo, horas después, y ante la oleada de quejas de jugadores que no podían ni siquiera comprobar sus números, la compañía se vio obligada a rectificar: sí había ganador, y el boleto había sido validado en Austria.
Un caos millonario jamás visto
Curiosamente, el premio inicial estaba fijado en 243 millones de euros, pero la avalancha de apuestas de última hora lo elevó hasta los 250 millones, un nuevo récord en la historia del Euromillones. Ante el caos, FDJ pidió a los jugadores que conservaran sus boletos y aseguraron que estaban trabajando para restablecer el sistema cuanto antes. Insistieron también en que, a pesar de los problemas técnicos, la seguridad del sorteo no se había visto comprometida en ningún momento.
Aun así, la gestión de la situación dejó mucho que desear. La falta de información clara durante las horas críticas generó aún más tensión, y muchos usuarios no dudaron en mostrar su indignación en redes sociales. Circulaban rumores contradictorios sobre el importe del bote, la existencia del ganador e incluso sobre posibles fraudes.
Días después, el malestar persiste. Muchos participantes aún no han podido cobrar sus premios menores, y lo que debía ser una noche para el recuerdo sigue dejando una sensación agridulce. Porque cuando se trata de sueños y dinero, la transparencia y la confianza lo son todo.
Lo que prometía ser una noche histórica para millones de jugadores del Euromillones terminó convirtiéndose en una jornada de frustración y confusión. El premio más grande jamás ofrecido en este sorteo, 250 millones de euros, encontró dueño en Austria, donde un único billete resultó ser el acertante absoluto del bote. Pero la emoción pronto se vio empañada por un fallo técnico de grandes proporciones que afectó a miles de participantes, especialmente en Francia.