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Turismo en Baleares: playas, restaurantes y pueblos para descubrir las islas
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Turismo en Baleares: playas, restaurantes y pueblos para descubrir las islas

Las islas de la calmaLa arena blanca y virgen de la playa de es Trenc, en el sur de Mallorca; los tonos rojizos de la puesta de sol en la cueva

Foto: La playa de Es Trenc, en Mallorca. (Facebook)
La playa de Es Trenc, en Mallorca. (Facebook)

El archipiélago de la calma

La arena blanca y virgen de la playa de es Trenc, al sur de Mallorca; los tonos rojizos de la puesta de sol en la cueva d'en Xoroi, una discoteca en un acantilado de Menorca; las macetas de flores que pintan de colores las calles de Valldemossa; el sabor cálido a manteca y azúcar de las ensaimadas de Ca'n Joan de s'Aigo; el gusto a mar de la caldereta de langosta de Menorca.

11,5 millones de turistas extranjeros eligieron las Baleares como destino de sus vacaciones solo en 2015. De hecho, el aeropuerto de Son Sant Joan es el tercero de España con más visitantes, solo por detrás de Barajas y El Prat.

Fuera de temporada, las islas muestran una cara distinta a la que los turistas no están acostumbrados. A pesar de las temperaturas inestables y sin las hordas de turistas de la temporada alta, el archipiélago recupera la calma y en cierto modo, la belleza del aislamiento.

Desde 'El Confidencial' hemos recopilado todo aquello que el turista no debería perderse: lo que hay que comer, lo que hay que ver y lo que hacer para empaparse por completo del archipiélago mediterráneo.

La cova d'en Xoroi

Cuenta la leyenda que Xoroi, un joven marinero, fue escupido por el mar tras sufrir un naufragio en las costas de Menorca. Para protegerse de la intemperie, se refugió en una cueva en un acantilado.

A los pocos días desapareció una joven de un pueblo de la zona. Pasaron los años y en un invierno especialmente duro, una nevada cubrió de blanco la isla. Las pisadas de un extraño, llevaron a sus habitantes hasta la cueva, donde encontraron a la pareja y a tres tres niños. Presa del pánico, Xoroi se tiró al mar, que se lo llevó tal y como le había traído.

Hoy la gruta ha sido reconvertida en una espectacular discoteca de ambiente 'chill out'. El romanticismo de la leyenda que rodea la cueva d'en Xoroi, viejo refugio de los hippies en los 70, queda difuminado entre los cientos de turistas que beben cocteles de diseño mientras disfrutan de la puesta de sol.

Aunque el verano es el momento ideal para visitarla, esta gruta abre también los fines de semana de marzo y en Semana Santa desde las 11 de la mañana y hasta la puesta de sol. En mayo la discoteca recupera su horario de verano y abre a diario a partir de las tres de la tarde.

La caldereta de langosta de Menorca

Continuamos en Menorca para probar uno de los platos más típicos de las isla: la caldereta de langosta. Lo que hoy es un manjar para ricos, fue en origen un plato para pescadores: la langosta y el marisco en general eran entonces considerados comida de pobres.

Con el molusco como base y un caldo hecho a base de tomate y cebolla en el que se va mojando pan, la caldereta surgió como un plato para matar el hambre que hoy se sirve a 50 euros el cubierto en el puerto de Ciudadela.

Especialmente buena (y especialmente cara) es la caldereta de Es port, un local pequeño y acogedor en el paseo de Fornells, junto a la plaza de S'Algaret.

Otro lugar (igualmente bueno e igualmente caro) es Es Cranc, uno de los locales más emblemáticos de Menorca, que se encuentra cerca de la iglesia del pueblo de Fornells.

La puesta de sol desde Formentor

Como dos brazos de tierra y roca que se meten en el mar, el cabo de Formentor, en el extremo norte de la isla de Mallorca, dibuja una de las postales más bellas y más características de la isla.

Se llega al mirador de la Creueta o Colmener saliendo desde la zona de Alcudia y Pollença, tras cinco kilómetros de carretera estrecha y sinuosa.

A su alrededor, varias calas vírgenes que por su lejanía y difícil acceso suelen estar prácticamente vacías. Lo mejor es visitar la zona al atardecer, para ver la puesta de sol desde el acantilado.

A pocos kilómetros, se encuentra el hotel Formentor, un cinco estrellas austero y tranquilo que permite al visitante escaparse del bullicio del turismo de masas de la isla en temporada alta. Por él han pasado intelectuales e importantes figuras históricas.

Ensaimadas en Ca'n Joan de s'Aigo

Chocolate caliente y ensaimadas tradicionales. Es la fórmula que lleva funcionándole a Can Joan de s'Aigo desde el año 1700, un horno centenario famoso en la isla de Mallorca por sus ensaimadas, sus cuartos (pequeños bizcochos de huevo), su chocolate a la taza y sus helados naturales.

A pesar de su éxito arrollador entre todas las generaciones, Can Joan de s'Aigo se mantiene con solo dos establecimientos en el centro de Palma. El más antiguo en la calle Sans, cerca de Cort y de la plaza de Santa Eulàlia.

El otro, algo más moderno, se encuentra cerca de Jaime III, en la calle del Baró de Santa María del Sepulcre. Can Joan de s'Aigo abre todos los días del año y cuenta con precios muy económicos (en torno a un euro la ensaimada y el tarrito de helado).

Eso sí, es importante llegar pronto si se pretende encontrar sitio en fin de semana y en en fiestas, ya que normalmente la cola sale por la puerta.

Valdemosa, el pueblo de los artistas

Calles estrechas y adoquinadas, típicas casas mallorquinas y macetas de flores en los portales, son parte del encanto de Valldemosa, una de las visitas obligadas en la isla de Mallorca. Y eso que este pueblo no tiene mar.

Además de por su encanto, este encalve es conocido por sus famosas cocas de patata. Un bizcocho hecho a base de patata, huevo, azúcar y harina, cuya receta sigue siendo un secreto fuera del pueblo.

Situado en el extremo sur de la sierra de Tramuntana, Valldemosa ha sido elegido como residencia por las celebridades a lo largo de los años. Es el caso del compositor Fréderic Chopin y la escritora George Sand, que vivieron durante un invierno en la Cartuja del pueblo, que hoy se puede visitar.

Más reciente (y más conocido) es el caso de Catherine Zeta Jones y Michael Douglas, que situaron en el pueblo su residencia de verano e incluso fundaron el Costa Nord, un club de música que cada año acoge importantes conciertos en la isla.

La arena blanca de Es Trenc

La playa de es Trenc en MallorcaSeguimos en Mallorca, pero viajamos a la otra punta de la isla, hasta el extremo sur, donde se escuentra es Trenc. La playa se extiende desde Sa Ràpita en el noroeste, hasta la Colònia de Sant Jordi en el sureste, a lo largo de tres kilómetros de arena blanca y aguas cristalinas.

En otoño e incluso en los días buenos de invierno, cuando está prácticamente desierta, es muy agradable caminar sobre la arena. En verano, es territorio de los turistas. Especialmente de los turistas sin ropa: Es Trenc es una playa nudista.

La playa de Es Trenc se encuentra en la localidad de Campos, tras las salinas, donde se cosecha la flor de sal en escamas y recorre una zona protegida. De hecho, es conocida durante años a su entrada hubo con unas casas bajas en ruinas cuya construcción fue paralizada por la Administración por violar la ley de costas.

Formentera y ses Illetes

Como una lengua de arena que se mete en el mar, Ses Illetes es una de las pocas playas del mundo con costa a los dos lados. Por su increíble fondo marino, donde habita el alga posidonia, esta playa ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El alga, en peligro de extinción, es el hogar de una abundante fauna marina, lo que la convierte en un paraíso para los amantes del buceo.

Ses Illetes ha sido galardonada como la quinta mejor playa del mundo, la segunda mejor de Europa y la primera de España según los viajeros de Trip Advisor durante varios años consecutivos.

La puesta de sol sobre Es Vedrà

La isla de Ibiza descansa en estos meses de invierno de las hordas de turistas y de los ritmos de discoteca. Una de las imágenes más bellas que ofrece (tanto en invierno como en verano) es la puesta de sol sobre el islote de Es Vedrà.

Para llegar a él, hay que recorrer el Puerto de San Antonio y tomar una embarcación desde Cala d´Hort. El islote forma parte del Parque Natural de Es Vedrà, en el que hasta hace poco vivía una población de unas cincuenta cabras.

Sin embargo, hace menos de un mes, el Ejecutivo balear decidió acabar con la vida de estos animales, por considerar que eran una amenaza para la flora.

La matanza ha levantado ampollas en la isla pitiusa, que ve con recelo que el gobierno de la isla mayor (Mallorca) haya acabado con "sus" animales sin preguntar. También grupos ecologistas han levantado la voz de alarma ante lo que ellos consideran una ejecución innecesaria.

Bullit de peix i flaò

Ibiza también tiene mucho que ofrecer a nivel gastronómico. La mayor parte de sus platos vienen del mar.

Es el caso del 'bullit de peix' (hervido de pescado), un guiso de pescado de roca con azafrán, y la 'borrida de ratjada' (guiso de raya).

También destacan con postres como la greixonera, una especie de pudding hecho a base de ensaimadas, o el flaó, un pastel hecho de requesón, hierbabuena y un toque de anís.

Son típicos restaurantes como Can Cires, en Sant Mateu d'Albarca y Can Gat, cerca de la Cala de Sant Vicent, uno de los rincones más bonitos de la isla pitiusa.

El archipiélago de la calma

La arena blanca y virgen de la playa de es Trenc, al sur de Mallorca; los tonos rojizos de la puesta de sol en la cueva d'en Xoroi, una discoteca en un acantilado de Menorca; las macetas de flores que pintan de colores las calles de Valldemossa; el sabor cálido a manteca y azúcar de las ensaimadas de Ca'n Joan de s'Aigo; el gusto a mar de la caldereta de langosta de Menorca.

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