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La pobreza se hereda en España: cómo logró esta joven romper el círculo para ayudar a otros niños

Por EC Brands

Cuando era una niña, Sonia fue beneficiaria de CaixaProinfancia, un programa de la Fundación ”la Caixa” que trata de romper el círculo de la pobreza que se transmite de generación en generación a través de la educación. Hoy, a sus 24 años, trabaja como educadora social

Pagar la luz o el agua; encender la calefacción; comer carne, pollo o pescado al menos cada dos días e, incluso, poner una lavadora o llamar por teléfono. Podríamos pensar que estas acciones, a priori, forman parte del día a día de todos los hogares. Pero lo cierto es que muchas familias con niños a cargo no se lo pueden permitir: uno de cada tres menores en nuestro país está en riesgo de pobreza, según el informe El coste de la pobreza infantil en España.

Uno de los grandes problemas es la falta de igualdad de oportunidades que surge en este escenario. Y es que, como destaca un estudio del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, el 35% de las personas nacidas en hogares con una mala situación económica acaba en situación de vulnerabilidad en la edad adulta. Un dato 20 puntos porcentuales superior al de aquellas que no han crecido en esta situación.

35 %

de las personas nacidas en hogares con mala situación económica acaba en situación de vulnerabilidad en la edad adulta

Precisamente para romper este círculo que se transmite de generación en generación, CaixaProinfancia trabaja para que los niños en situación de vulnerabilidad y sus familias tengan acceso a la educación, a atención psicoterapéutica personal y familiar y, por supuesto, al ocio y al tiempo libre. Este programa, en colaboración con la Administración, centros educativos, centros de salud y más de 400 entidades sociales, también incluye ayudas directas para alimentación e higiene infantil, gafas, audífonos y equipamiento escolar.

Sonia accedió a él cuando apenas era niña. Hoy, se ha convertido en la protagonista de la última campaña de comunicación lanzada por la Fundación ”la Caixa”, en la que reitera el valor de los profesionales para impulsar el desarrollo de los más pequeños y garantizar un futuro con más oportunidades.

“El programa me ayudó a encontrarme a mí misma, a potenciar mis cualidades y a sanar mis heridas emocionales para poder tener una fortaleza interna que me permitiera conseguir todos mis objetivos”. Sonia siempre tuvo muy clara su vocación por los niños y la educación. Soñaba con ser ella misma la que algún día pudiera ayudar a los más pequeños a batir las adversidades y construir su propio futuro. Hoy, tras estudiar educación infantil y pedagogía, a sus 24 años está preparada para hacerlo.

“Quiero dar a estos niños y niñas las herramientas necesarias para que puedan empoderarse y construir una vida llena de bienestar”, afirma Sonia, que considera que el mayor reto al que se enfrenta en este momento como educadora infantil es la digitalización: “Existe una problemática a nivel mundial por una sociedad en redes y de nuevas tecnologías cuyos efectos están apareciendo ahora, sobre todo en los más afectados: niños, niñas y adolescentes (...). Hay mucho trabajo que hacer para que su desarrollo íntegro no se vea dañado”.

Bajo su punto de vista, es necesario abordar el problema de la pobreza infantil desde la educación: “Parte desde la infancia y va hasta la adultez. Somos lo que somos gracias a la educación que recibimos desde que nacemos, en el hogar, en la escuela, en la calle…”.

“Parte desde la infancia y va hasta la adultez. Somos lo que somos gracias a la educación que recibimos desde que nacemos, en el hogar, en la escuela, en la calle…”

Todo lo que tenemos hoy, según ella, “se ha conseguido por el aprendizaje que nuestros antepasados han realizado, por eso tenemos que potenciar el talento de nuestras futuras generaciones para que el bienestar social y el desarrollo de la humanidad siga evolucionando positivamente”.

CaixaProinfancia acompaña cada año a más de 62.000 niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad y a más de 38.000 familias. Desde sus inicios, el total ya alcanza los 360.000 niños y niñas. Como señalan desde la propia Fundación, “uno de los objetivos fundamentales es garantizar la promoción socioeducativa del menor, entendiendo que de esta dependerá, en buena medida, su bienestar futuro”.