Menos pobreza, pero lejos del objetivo 2030:
más de 12 millones de españoles siguen por debajo del umbral

Precisamente, CaixaBank ha querido recordar a todas esas personas que atravesaron dificultades en los momentos más duros de la pandemia en el último capítulo de Nosotros, un proyecto en el que, a través de seis microprogramas, se exponen las inquietudes y diferentes puntos de vista de 100 personas como muestra representativa de nuestra sociedad, de todos los perfiles y edades.

La intención de la entidad es “mostrar, con datos e historias, que estando cerca de las personas, ya sea a través de la formación, la inclusión financiera, el desarrollo económico de las zonas rurales o la educación en cultura financiera, es más fácil que las personas consigan lo que se propongan”, afirman.

En esta ocasión, se proyectan casos concretos relacionados, por ejemplo, con el impacto del covid en la gestión de un pequeño comercio o en la economía de una familia que ya atravesaba dificultades para llegar a fin de mes. Así, en el capítulo, podemos ver cómo el apoyo financiero de CaixaBank y la posibilidad de acogerse a un plan de ayudas, respectivamente, fueron fundamentales para salir a flote.

“La experiencia ha demostrado que cuando hay una crisis económica y un sector financiero fuerte, el impacto de esa crisis es mucho menor y menos duradero. Fuimos la primera entidad en adherirnos a las iniciativas aprobadas, tras haber realizado el 35% de las operaciones del conjunto del sector del Código vigente desde 2012”, confirman desde CaixaBank.

El Código de Buenas Prácticas, aprobado hace 11 años, establece una serie de medidas destinadas a aquellos deudores en riesgo de vulnerabilidad. Precisamente, fue ampliado a finales del pasado año para aliviar la carga hipotecaria de más de un millón de hogares tras las sucesivas subidas de interés. La buena noticia es que, en enero, la práctica totalidad de las entidades financieras ya se habían adherido. “Esta ampliación y las medidas transitorias adicionales son una fórmula más para apoyar a quienes lo necesitan. En unos casos, la adhesión a una de estas fórmulas será lo más adecuado para el cliente, y en otros casos serán mejores otras fórmulas”, comentan desde el banco.

En este sentido, CaixaBank recuerda que, en estos momentos, cuenta con 16.535 viviendas en alquiler, de las cuales el 70%, 11.591, están en alquiler social. Esta cifra incluye 6.755 viviendas aportadas al fondo social de viviendas estatal, más de la mitad de lo aportado por el sector. La entidad, además, tiene en marcha el Programa Impulsa para ayudar a los más vulnerables, subvencionando las rentas en algunos casos y ayudando a que los inquilinos puedan obtener las ayudas públicas a que tienen derecho. Hasta hoy, 5.500 personas han pasado por el Programa.

Ya en 2009, de hecho, el banco puso en marcha un Plan de Ayudas a personas físicas, que ha permitido apoyar a 360.000 clientes con dificultades para pagar su hipoteca. También ha realizado más de 27.000 daciones en pago. “Fomentar el acceso de todas las personas a una vivienda digna ha sido siempre una prioridad, aplicando criterios de flexibilidad en las reestructuraciones de crédito y atención personal de cada cliente”, recalcan.