Visitamos la primera Academia de Mujeres para la Innovación Rural de Europa (y está más cerca de lo que crees)

Elena Alfaro es de Madrid, tiene 49 años, y está pasando unos días en Candeleda, un pueblo de Ávila, rodeada de otras mujeres llegadas de distintas nacionalidades. Hasta aquí le ha traído su currículo, pero también que tiene una casa en Castillejo de Robledo, un pequeño municipio de Soria. Le interesa el mundo rural para acercar las emociones, en donde posee gran experiencia laboral. En este ámbito tan enfocado al producto, ahora lo está intentando con un viñedo propio. Ella es una de las 15 elegidas a nivel europeo y que participan en la primera Academia de Mujeres para la Innovación Rural impulsada por Huawei, mediante la que intentan reducir tanto la brecha de género como la de los entornos rurales.

Dentro de su Escuela Europea de Liderazgo, con tres ediciones en su haber, las mujeres seleccionadas compartirán una semana de formaciones, entre el 24 y el 28 de octubre, en este pueblo abulense de 5.000 habitantes, con clases magistrales, proyectos en equipo, actividades de aprendizaje en activo, cenas temáticas y experiencias culturales.

Berta Herrero, directora de Igualdad, Diversidad e Inclusión de Huawei Europa, incidió en que las Escuelas de Liderazgo han conseguido formar a 84 alumnas. “Vimos que eso no era suficiente, que nos dejábamos a mucha gente en el camino, por eso decidimos poner en marcha la Academia para la Innovación Rural, en la que, de forma natural, aumentó la franja de edad de las participantes, que va desde los 19 hasta los 49 años”.

Asimismo, la variedad de formación. “Solo en torno al 30% de las mujeres estudian materias STEM, ¿pero qué pasa con el 70% restante? ¿Sus trabajos no deben estar adaptados al futuro? Sí, y por eso también incentivamos la acogida de mujeres procedentes de carreras ligadas a las ciencias sociales y las humanidades”, concreta la directora.

Aprender en comunidad

De hecho, presentar las candidaturas ya supone superar el síndrome de la impostora que a tantas mujeres frena en sus carreras laborales. Así, entre las motivaciones de las participantes —seleccionadas por un jurado independiente de 44 expertos— se encuentran, según explica la propia Herrero, el "querer emprender en zonas rurales, vivan en un pueblo o que estén ligadas a la agroalimentación. El abanico de casuísticas es enorme".

Durante estos días las 15 mujeres comparten alojamiento y formación, a la vez que aprenden sobre todo tipo de ámbitos: desde soft skills para mejorar su capacidad de hablar en público y presentar los proyectos, hasta casos de uso que pueden cambiar la forma de trabajar en el día a día. Por ejemplo, un agricultor que mediante tecnología 5G y drones puede saber exactamente el estado de la cosecha, cuánto debe regar una zona o medir la cantidad necesaria que una zona necesita de fertilizantes.

“Tanto las que vienen de los entornos más humanísticos, como las que proceden de una formación más científica, salen de aquí preparadas para liderar la revolución tecnológica en la que ya estamos inmersos”, añade Herrero. Aun así, aunque esta experiencia dure apenas unos días, esto solo es el inicio de una larga relación entre las participantes.

Alfaro, la participante patria, sostiene que "esta es la primera iniciativa en la que estoy involucrada solo dedicada para las mujeres, y creo que está siendo muy gratificante, encima a nivel europeo, porque soy la española seleccionada para estar aquí", agrega. Ella es una de las más veteranas, pues sus compañeras, procedentes de más de una decena de países, tienen de 19 años en adelante: “Es fantástico mezclar generaciones, no hay que excluir ninguna. Es muy necesario estar aprendiendo desde distintos puntos de vista, en cooperación, y escuchando y enriqueciéndonos desde distintas generaciones”, concluye.

En este contexto, la directora de Igualdad, Diversidad e Inclusión reconoce que este proyecto quiere seguir la estela de la comunidad que se ha creado con el casi centenar de alumnos y alumnas de las Escuelas de Liderazgo. “Esperamos que, dentro de unos años, ellas hayan creado su propia red de contactos para que, al igual que han hecho los hombres históricamente, también se puedan beneficiar de ella”, incidió.

Un cambio que llegará superada la década

Herrero, por su parte, remarca que la compañía está muy implicada en atraer al sector tecnológico al mayor número de mujeres posible. “Para conseguirlo, intentamos acercarlas referentes a las escuelas y grabamos vídeos testimoniales en los que no solo relatan lo bueno de dedicarse a la innovación, sino lo que les ha costado llegar hasta donde están”, explica rodeada de carteles que recuerdan a pioneras españolas en el sector como María Dolores Cabezudo Ibáñez, Concepción Llaguno Marchena o Gertrudis de la Fuente.

Según sus cálculos, no será hasta dentro de unos 10 o 15 años cuando todos estos esfuerzos se materialicen en el cambio real hacia la igualdad que persiguen. En sus propias palabras, “cada vez habrá más mujeres en puestos directivos y en la cadena de desarrollo del producto, pero el cambio real tendrá lugar superada la década”.

Herrero añade que todas estas iniciativas deben materializarse en el día a día de las trabajadoras. Es algo que ocurre en todos los sectores: “Cuando una mujer es madre, tiene una altísima probabilidad de que abandone su carrera, o desescale en el escalafón empresarial”.

Por eso, desde la tecnológica hablan de “retener el talento”, para lo que es fundamental dar mayores facilidades a las trabajadoras. “Para mí, la clave es la flexibilidad. De todas formas, España es referente en políticas de conciliación, como ha quedado comprobado con la entrada en vigor de la baja por maternidad y paternidad igualitaria e intransferible”, desarrolla.

Durante estas jornadas, también se habló del reto que supone innovar en los entornos rurales. Tony Jin, representante de Huawei ante las instituciones europeas, reconoció que “la cobertura rural es siempre un reto, porque los costes son mayores que los ingresos. En consecuencia, existen reticencias a invertir en la cobertura rural”.

Desde la tecnológica son conscientes de ello, por eso han implementado la solución AirPON mediante la que se rebaja el coste total de la conectividad gigabit en al menos un 30% y reduce el tiempo de despliegue en un 80%. Además, forma parte de la Coalición de Voluntarios para Implementar las Acciones de la Nueva Agenda de Innovación Europea y fue la primera en apoyar la iniciativa Star-Up Villages, de la Comisión Europea.

En Huawei son conscientes de algo que, de tan claro, a veces pasa desapercibido: cuanto más felices están los empleados, mejor será su rendimiento. “Y por eso llevamos a cabo estas iniciativas, totalmente alineadas con el plan de igualdad europeo que mira al 2025”, concluye.