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El patio de La Salle "cierra cicatrices" tras un año de la explosión en la calle Toledo
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El patio de La Salle "cierra cicatrices" tras un año de la explosión en la calle Toledo

Jump The Line ha liderado el proyecto de rehabilitación de las canchas de baloncesto del colegio La Salle La Paloma - Fundación Lara, afectadas por el estallido de gas que tuvo lugar en el centro de Madrid en enero de 2021

Foto:  Foto: cortesía.
Foto: cortesía.

El 20 de enero de 2021, cuando faltaban cinco minutos para que el reloj marcara las 15:00 horas, una potente explosión provocada por un escape de gas sacudió el edificio número 98 de la calle de Toledo, en pleno corazón de Madrid. El bloque, en el que se ubicaban viviendas para sacerdotes y varios locales parroquiales y de Cáritas, quedó prácticamente destrozado, con la estructura de hormigón al descubierto. Una catástrofe que provocó cuatro muertos y una decena de heridos.

La nevada que dejó la borrasca Filomena, y que en aquel entonces cubría todavía parte del colegio La Salle La Paloma - Fundación Lara —contiguo al edificio que explotó—, evitó una tragedia aún mayor. Los alumnos no salieron al recreo, donde acabaron buena parte de los escombros y cascotes, debido a la acumulación de nieve y hielo, pero el patio y sus canchas de baloncesto quedaron impracticables. "Después de la explosión lo que peor quedó fue el patio y las galerías que dan a él. Por suerte, la mayor parte de las aulas están al otro lado del edificio y no sufrieron daños", explica Visitación Salazar, directora del centro desde hace cinco años.

placeholder  Edificio número 98 de la calle de Toledo. (Foto: EFE)
Edificio número 98 de la calle de Toledo. (Foto: EFE)

La reconstrucción de las zonas dañadas del colegio, que cuenta con alrededor de 200 alumnos de educación infantil y primaria, fue paulatina: "Los siguientes meses cambiamos la carpintería de las galerías y aprovechamos el verano para reparar el pavimento del patio". A partir de ese punto se puso en funcionamiento la maquinaria de Liga Endesa de Corazón —el programa de la acb y Endesa para impulsar los valores del baloncesto con iniciativas nacidas en la propia comunidad de seguidores de este deporte— a través de Jump The Line, un proyecto social que regenera espacios deportivos urbanos utilizando el arte colaborativo como herramienta de participación comunitaria. El objetivo, según Cristina Gómez, cofundadora de Jump The Line, era "ayudar a cerrar las cicatrices que provocó la explosión".

Visitación tuvo claro como podía contribuir Liga Endesa de Corazón: "Teníamos cuatro canastas, por la explosión perdimos una, otra quedó deteriorada y las dos estaban antiguas, por lo que les pedimos ayuda para reemplazarlas. Además, nos propusieron transformar también el pavimento y darle una nueva vida a un muro que cubría parte de la zona afectada", recuerda.

placeholder El equipo de Jump The Line. (Foto: cortesía)
El equipo de Jump The Line. (Foto: cortesía)

Después de conocer las necesidades del centro, Jump The Line realizó un taller con los alumnos para comprender cómo veían el colegio y sus símbolos. Todas estas ideas se plasmaron en más de 150 dibujos que la diseñadora Ana Muñoz aglutinó en un diseño que a día de hoy cubre la pistas y parte de los muros del patio del centro. "Queríamos que los niños y niñas se vieran identificados, que viesen que sus ideas tienen un impacto real", comenta.

Al acto de reinauguraración del nuevo recreo, que tuvo lugar el pasado 9 de marzo, acudieron Chema González, jugador del Urbas Fuenlabrada, Felipe Reyes, embajador del Real Madrid, y el entrenador Zan Tabak. "Jump The Line hizo una síntesis muy buena de las ideas de los niños y han plasmado perfectamente la esencia del colegio. Este acto oficial ha sido el broche final para culminar el proceso de reconstrucción", concluye Salazar.

placeholder El nuevo patio de La Salle. (Foto: cortesía)
El nuevo patio de La Salle. (Foto: cortesía)

Junto a Jump The Line, esta temporada Liga Endesa de Corazón está apoyando y dando visibilidad a las cinco iniciativas que quedaron finalistas en el proyecto Historias Basket Lover, que recogió las propuestas sociales nacidas de los propios aficionados al baloncesto. El objetivo: que puedan seguir creciendo de forma natural y hacer realidad más sueños relacionados con el baloncesto:

- El Basket es Vida. Alberto Béjar está detrás de esta organización sin ánimo de lucro que usa el baloncesto como una plataforma para ayudar en la lucha contra el cáncer, renovando espacios y captando dinero para la investigación.

- Ecoballution. Un proyecto basado en la economía circular y liderado por Carlos Martínez, ex del TD Systems Baskonia, que recupera redes descartadas por las embarcaciones pesqueras, en colaboración con la Asociación de Redeiras Illa da Estrela, para convertirlas en canastas de baloncesto y otros artículos, dando un impulso a la economía local.

- Vall d’Uixó Bàsquet. Eduardo Arencibia, director deportivo de La Vall d’Uixó Bàsquet, ha impulsado un proyecto de rehabilitación para convertir una nave que albergaba un antiguo taller mecánico en una cancha de baloncesto y permitir así que los niños de la localidad castellonense puedan seguir practicando este deporte.

- Academia 675. Manuel Escobar lo dejó todo para que su hija Marina, con una enfermedad rara, pudiera seguir disfrutando del baloncesto. En su esfuerzo se encontraron a Berni Rodríguez, jugador y capitán de Unicaja durante 13 te­mporadas y Campeón del Mundo con España, con el que, en Academia 675, comparten sueños y una ambición de futuro: sus propias instalaciones deportivas.

El 20 de enero de 2021, cuando faltaban cinco minutos para que el reloj marcara las 15:00 horas, una potente explosión provocada por un escape de gas sacudió el edificio número 98 de la calle de Toledo, en pleno corazón de Madrid. El bloque, en el que se ubicaban viviendas para sacerdotes y varios locales parroquiales y de Cáritas, quedó prácticamente destrozado, con la estructura de hormigón al descubierto. Una catástrofe que provocó cuatro muertos y una decena de heridos.

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