Hacia un futuro mejor Powered by

Catering ecológico para mejorar la dieta en las empresas

Isabel Rodríguez

Pleneat lleva comida ecológica y casera a los comedores de las grandes corporaciones. Los productos de temporada y el impulso a la España vaciada son claves en este proyecto

P

ara quienes no crean en el destino, la historia de Pleneat constituirá un buen revulsivo. Esta empresa de comida ecológica certificada es fruto del trabajo de sus fundadores y su equipo, sí, pero también de la casualidad. Fue esa casualidad la que llevó a Carlota Mateos a conocer a Juan Vila un fin de semana en Cuenca, hace ahora casi cuatro años. Ella, fundadora de Rusticae; él, fundador de Meta4 y Bodegas Aalto, además de propietario de un coqueto hotel ecológico en Cuenca donde Carlota y su familia pasaron un fin de semana que cambiaría sus vidas.

Un almuerzo con vistas al paisaje conquense y una charla agradable sobre los planes de Vila respecto a su apuesta por la comida ecológica fueron suficientes para conquistar a Mateos. “Quiero ser tu socia”. Fueron las palabras con las que ambos iniciaron un proyecto que, a día de hoy, ha llevado la comida bio a cerca de una veintena de comedores de grandes empresas, así como a numerosos catering de eventos empresariales. “Intentamos hacer una comida casera como la que hacían nuestros abuelos y llevarla a las empresas” explica Carlota.

En el proceso no dejan ni un detalle al azar. Los sabores de siempre se cuidan al máximo para elaborar menús gustativamente atractivos. Pero no solo eso. El producto de temporada es clave, como también lo es la manera de trabajarlo: “Nunca utilizamos aditivos, ni grasas que no sean aceite de oliva virgen extra, el uso de la sal está muy controlado, no utilizamos microondas, ni teflón, ni aluminio…”. Todo suma para ofrecer una comida a la altura de las expectativas de los usuarios. “Al final la gente quiere comer de la manera más saludable posible pero ya no está dispuesta a cocinar”, apunta la empresaria.

Ahí es donde cobra sentido la labor de Pleneat y sus profesionales, un equipo de más de 60 personas comprometidos con la filosofía de la compañía. En el centro de su actividad la idea de generar un triple impacto: un producto “bueno para la salud del que lo está comiendo, para las zonas rurales de proximidad de la España vaciada —que es de donde nos abastecemos— y para el planeta por su carácter ecológico”, explica Mateos.

“La gente quiere comer de la manera más saludable posible pero ya no está dispuesta a cocinar”

Más del 92% de la materia prima que Pleneat emplea para elaborar sus menús para comedores y catering de empresas procede de los pequeños productores y distribuidores ecológicos. Según explica la fundadora de la empresa, “en España somos los mayores productores de ecológico pero no somos un país muy consumidor. Para nosotros es importante expandir la comida ecológica, llegar a mucha gente, para que el triple impacto del que hablábamos realmente tenga sentido”.

El camino, sin embargo, ha sido un aprendizaje constante. Como reconoce la propia Mateos “lo más difícil ha sido meternos en un negocio que desconocíamos totalmente”. También la presión de hacer viable un modelo de negocio que en la propia constitución de la compañía reconoce que los cinco ‘stakeholders’ que tienen que ver con Pleneat (productor, consumidor, tierra, accionista y trabajadores) “deben salir beneficiados de cualquier decisión que se tome en la compañía”.

Más del 92% de la materia prima que Pleneat emplea procede de los pequeños productores y distribuidores ecológicos

Si durante décadas el beneficio ha sido el criterio que ha marcado el desarrollo del ecosistema empresarial, el paradigma está cambiando e iniciativas como Pleneat constituyen ejemplos vivos. “La sociedad cada vez está más concienciada de que nos acechan graves problemas, el medioambiental es el más importante por supuesto, pero también el de la salud, el de las zonas rurales totalmente vaciadas y las ciudades hacinadas y sin oportunidades para todos. Es el momento de apostar por empresas de impacto, no por empresas que simplemente quieran beneficios para el accionista”.

Pese a lo incierto del panorama actual, sus planes no se detienen. Abordan la segunda fase de su proyecto ‘campo ciudad’. Entre sus objetivos, convertirse en productores una vez afianzada la demanda en la ciudad, replicar su modelo en otras ciudades (ahora presta servicio únicamente en Madrid) o reinventar el modelo de negocio, buscando nuevas oportunidades. Eso sí, con independencia de lo que depare el destino, Carlota Mateos lo tiene claro: “Da mucha alegría trabajar en empresas como Pleneat donde ves cada día el impacto de lo que estás haciendo, que no es solo económico. Hay otros tipos de impactos tan importantes o más que este”.

El Confidencial, en colaboración con Banco Santander, tiene como principal objetivo dar a conocer los proyectos de personas que transforman la sociedad e impulsan el progreso.

Artículos relacionados