El Pozo, primera empresa cárnica con certificado Ecosense de reciclado de plástico

El compromiso que las empresas tienen con el medio ambiente es un hecho cada vez más patente en la sociedad. La responsabilidad ambiental forma parte del nuevo enfoque empresarial que, cada vez más, se encuentra integrado en las políticas de gestión de las compañías. Esta responsabilidad es especialmente importante en las empresas de alimentación. La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas subraya que el gran reto de esta industria es dar de comer a una población creciente con el menor impacto ambiental posible.

El Pozo Alimentación es una de estas empresas implicada en incorporar a sus procesos un modelo responsable que cuide su entorno con soluciones más sostenibles. Uno de sus principales objetivos es basar su crecimiento en los principios de la economía circular, apostando por reducir, reutilizar y reciclar, y disminuir la reducción de su huella ambiental.

Prueba de su compromiso 'verde' es que el pasado año se convirtió en la primera empresa del sector cárnico que ha obtenido la certificación Ecosense. Este certificado garantiza la recuperación, reciclado e incorporación en el proceso de todo aquel material plástico utilizado en el envasado de productos en lámina y bandeja de PET. La compañía quiere que, a medio plazo, sus envases contengan un alto porcentaje de material reciclado, de forma que contribuya a reducir el impacto sobre el medio ambiente, y garantizar, a su vez, la seguridad, calidad y durabilidad del producto con el fin de reducir el desperdicio alimentario.

Reutilizando los residuos

La empresa cárnica cuenta con un proyecto de 'residuo cero' que le permitirá aprovechar la práctica totalidad de los residuos generados durante el proceso de producción gracias a sus sistemas de clasificación, cuantificación y separación. Además, gracias a un acuerdo con Ecoembes, ha puesto en marcha el proyecto ‘Centro de trabajo sostenible’ para la recogida selectiva de residuos de carácter doméstico. El objetivo de esta acción es promover entre los trabajadores de la empresa la adquisición de una cultura del reciclaje con la recuperación de envases primarios y trasladar esa labor de sensibilización a sus hogares. Más allá de este compromiso, la organización está incorporando además en sus más de 1.500 referencias el símbolo voluntario de Ecoembes para fomentar entre los consumidores el reciclado de los envases desde el ámbito doméstico.

En cuanto a su huella hídrica, El Pozo Alimentación aprovecha el 100% de sus aguas depuradas para el riego de más de 400 hectárea de cultivo. Además, la eficiencia de los procesos respecto al uso de este recurso le ha permitido reducir en un 10% el consumo de agua en su proceso productivo.

La compañía también ha calculado y certificado su huella de carbono y ha planteado acciones dirigidas a reducirla. Entre ellas, destaca su planta de biogás destinada a la obtención de energía a partir de la digestión anaerobia de sus propios residuos, lo que ha permitido reducir el uso de combustibles fósiles. El biogás producido se utiliza en el propio proceso productivo, introduciéndolo en la fase de generación de vapor, lo que ha evitado la emisión de 8.000 toneladas de CO2 equivalentes a la atmósfera.

Para ser más eficientes desde el punto de vista energético, la compañía dispone también de una instalación fotovoltaica que permite la producción de energía de origen renovable. Asimismo, ha desarrollado un proyecto de sustitución de más de 3.000 puntos de luz en sus oficinas y vestuarios, adaptándolos al sistema LED, lo que ha supuesto una disminución de las emisiones de CO2 de más de un 54%. Además, el 100% de la energía que consume El Pozo Alimentación cuenta con garantías de origen renovable.