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Biopesticidas, prebióticos y probióticos para recuperar el sabor de los alimentos

Tomás Muñoz M.

Kimitec investiga para que los agricultores no tengan que litigar entre una productividad rentable y la opción de vender productos saludables

E

n la actualidad, los agricultores se encuentran en muchas ocasiones ante la disyuntiva de elegir entre rentabilidad y calidad. Aquellos que eligen la primera opción obtienen mayores ganancias, pero se dejan llevar por las imposiciones de un mercado que estimula los niveles de productividad en detrimento de la excelencia, la protección de la salud y la defensa del medio ambiente. Por otra parte, si apuestan por productos procedentes de cultivo ecológico en los que prevalezcan las propiedades nutricionales y organolépticas, su margen de beneficio será menor y los consumidores se verán avocados a pagar más. Sin embargo, una ‘startup’ de Almería parece haber encontrado la solución a este dilema.

El propósito de Kimitec Group es “ofrecer soluciones naturales tan eficaces y rentables como las basadas en síntesis química”. Jorge Martínez es chief marketing officer de la compañía y destaca que, todavía hoy, “el 98% de la agricultura mundial es convencional”. Esto significa que los horticultores utilizan técnicas tradicionales para obtener beneficios de sus plantaciones. Entre las prácticas habituales se encuentra el uso de pesticidas tóxicos. “Por eso queremos poner a disposición del productor otras opciones que sean rentables, sirvan para que bajen los precios de los alimentos ecológicos y dejen de ser un artículo de lujo”, afirma.

Kimitec comenzó su andadura en 2007 en Almería porque “se trata de una zona con un mercado agrícola fuerte y exigente —aclara Jorge— donde tienes que ser el mejor o te quedas fuera”. Hoy, la empresa cuenta con 160 trabajadores, presume de tener clientes en 90 países del mundo y dispone de cuatro delegaciones distribuidas en Estados Unidos, Brasil, Perú y China.

Aunque evitar los productos sintéticos parece una tarea imposible en los tiempos que corren, la clave para cambiar el sistema agrícola está en el modelo de investigación que desarrolla la firma andaluza. “Es disruptivo y único porque maximizamos las sinergias en cuatro áreas naturales como son la botánica, la microbiología, el sector de las microalgas y la química verde”, apunta el CMO. En esta dirección, la ‘startup’ acaba de inaugurar su MAAVi Innovation Center, el mayor centro de I+D en biopesticidas y probióticos de Europa. Desde su punto de vista, las nuevas instalaciones servirán “para desarrollar numerosos programas en paralelo y ofrecer al sector agrónomo más opciones saludables y respetuosas con el entorno”.

“Mediante el uso en el suelo de los campos de probióticos y prebióticos, un tomate sabe y huele a tomate”

La primera de las alternativas que ofrece la compañía para que los agricultores “no se vean en la obligación de utilizar productos tóxicos” es el empleo de biopesticidas. El joven chief marketing officer matiza que no se trata del único remedio eficaz que ha salido de sus laboratorios. “Mediante el uso en el suelo de los campos de probióticos y prebióticos —microorganismos beneficiosos para el ser humano— estamos consiguiendo aumentar los valores organolépticos de las frutas y verduras”, subraya. “Con estos métodos, un tomate sabe y huele a tomate. Es como si hubiera sido recogido de una huerta particular”. Esta recuperación del sabor y el olor, a la par que se renuncia a los pesticidas artificiales, permite a los productores “aportar valor añadido a su género para sacar una mayor rentabilidad”, explica Jorge.

No obstante, la batalla de Kimitec por recuperar la calidad va mucho más allá. En este momento, sus investigadores centran los esfuerzos en un novedoso proyecto para mejorar el valor nutricional de las hortalizas. “Nuestro nuevo objetivo es la agricultura pro salud, es decir, queremos recuperar la acción preventiva contra el cáncer que tienen numerosos alimentos”. Jorge expone que determinados frutos “pueden ser más efectivos que otros para evitar algunos tipos de tumores. Por eso, en el MAAVi Inovation Center estamos cultivando 60 líneas tumorales y analizando cuáles son los más efectivos a la hora de sortear esta terrible enfermedad”.

Su MAAVi Innovation Center es el mayor centro de I+D en biopesticidas y probióticos de Europa

Pese a que, de momento, únicamente analizan variedades de tomates y aguacate, el CMO está seguro de que en un futuro próximo la lista de vegetales en estudio se ampliará. Asimismo, “gracias a la medicina también podremos conocer al detalle si somos propensos a un tipo de cáncer y, por lo tanto, qué alimento es más activo en su prevención”. De este modo, los avances de la firma andaluza ayudarán a los productores a vender un tipo de comida “con unas características anticancérigenas concretas, además de no tener toxinas y ser más sabrosa y natural”.

Para que estos y otros súper productos sean una realidad rentable, Kimitec Group distribuye su actividad en cuatro empresas especializadas en cada uno de sus ámbitos de investigación y explotación. Mientras CBD emplea los conocimientos y experiencia de desarrollar soluciones para agricultura profesional aplicados al cultivo del cannabis medicinal, Agrico desarrolla césped deportivo destinado a campos de fútbol y golf, así como parques y jardines. Por otra parte, desde Kimitec Agro trabajan para mejorar el desarrollo vegetativo y de los frutos de todo tipo de cultivos. Finalmente, en Agrocode es donde estudian cómo cambiar el modelo agrícola, mejorando los procesos con biopesticidas, prebióticos y probióticos. El grupo está en pleno crecimiento y por eso este año el Banco Santander le ha concedido este año una línea de financiación de siete millones de euros del Fondo Smart Growth, un fondo que se entrega a empresas en fase de crecimiento.

El Confidencial, en colaboración con Banco Santander, tiene como principal objetivo dar a conocer los proyectos de personas que transforman la sociedad e impulsan el progreso.

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