Centrales energéticas que volvieron a nacer

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l reto de descarbonizar la economía de cara a 2050 supone el cierre de un buen número de plantas de electricidad de combustibles fósiles. Espacios a los que se les está dando nuevos usos

Por Jaume Esteve

Desde 2010, 299 centrales eléctricas en Estados Unidos se han cerrado y otras 231 siguen en funcionamiento con una esperanza de vida corta si hacemos caso a los acuerdos para la descarbonización de la economía que se deberían alcanzar de cara a 2050. Una vez cerradas esas instalaciones, ¿qué hacemos con esos edificios?

Iniciativas de todo tipo se han puesto en marcha a lo largo de los años. La idea, que conecta de manera directa con el concepto de economía circular, pasa por dar una nueva vida a estos edificios ya sea para generar energía de manera más sostenible, revitalizar zonas urbanas, convertirlos en enormes centros de datos o para dar nuevos usos a las instalaciones.

Estos son sólo algunos ejemplos de las ideas que ya se han puesto en marcha en España y en otros puntos del planeta.

Del carbón a los pellets

El Reino Unido planea acabar con las centrales eléctricas de carbón en 2025 lo que va a provocar situaciones como la que se está viviendo en la central de Drax, que toma su nombre de una población cercana. Esta central, que cesará su actividad en 2023, generará energía limpia utilizando biomasa (los famosos pellets que se utilizan en las calderas) o gas natural. Y para ello, en la planta ya se han instalado cuatro grandes almacenes esféricos en los que almacenar el gas.

La central de carbón de Drax cesará su actividad en 2023. Toda la energía que genere desde entonces será mediante biomasa (los famosos pellets que se utilizan en las calderas) o gas natural

La electricidad generada por carbón suponía el 45% de la que consumía el Reino Unido en 2012; en la actualidad “esa cifra es muy baja”, según explica un ‘think tank’ local. A mediados del 2018, el país había logrado consumir más de mil horas de electricidad sin ningún rastro de carbón en su factura. En poco más de cinco años, la idea es acabar con el carbón.

Un barrio alrededor de una antigua central

La central eléctrica de Battersea, en Londres, ya era famosa antes de que se hablara de calentamiento global. No en vano fue en su día el edificio de ladrillo más grande de Europa y sus cuatro chimeneas se convirtieron en un icono de la capital inglesa, justo a orillas del Támesis. En 1983 cesó su actividad y estuvo abandonada durante casi treinta años hasta que se decidió darle una nueva vida.

Al calor del desarrollo inmobiliario al sur del río, la central de Battersea está viviendo una transformación para convertirse en el centro social de un área urbana. Un centro que pretende dinamizar la vida del barrio con apartamentos, bares, restaurantes, un centro comercial y donde también tendrán cabida las oficinas de Apple, en las que trabajarán unas 1.400 personas a partir de 2021.

Una mina convertida en lago

As Pontes, en A Coruña, es uno de los ejemplos de como rehabilitar antiguos espacios industriales. Convertida en su día en la mayor mina al aire libre de España, hoy es un espacio verde, donde se encuentra el lago artificial más grande de España, y segundo de Europa, y donde se han recuperado 1.150 hectáreas de bosque.

playa

Todo ello se hizo con una planificación meticulosa una vez que la mina cerró sus puertas en 2007 después de que diferentes directivas europeas hicieran cada vez más difícil su funcionamiento. Sabedores de que el hueco excavado en la tierra se inundaría tarde o temprano, se optó por un proceso que duró cuatro años y que entre 2008 y 2012 supuso ‘llenar’ la antigua mina con 547 millones de metros cúbicos de agua.

Un museo en la cuenca minera

Ruhr, una zona vinculada al carbón en Alemania, se ha convertido en el epicentro de la cultura local. Por las cintas por las que antes viajaba el carbón para alimentar sus centrales eléctricas ahora viajan turistas dispuestos a contemplar cómo eran los enormes edificios que permitían que se encendiera la luz en casa, tuviéramos aire acondicionado o pudiéramos conservar alimentos en la nevera.

Zollverein, antaño la mina de carbón más grande de Europa, es ahora un museo donde se celebran conciertos o exposiciones que atraen a medio millón de personas al año

El museo de Zollverein acoge más de millón y medio de visitantes cada año. La mina cerró en 1986, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 2001 y hoy sigue siendo uno de los motores económicos de la región… con una actividad que poco tiene que ver con la que se llevaba a cabo décadas atrás. La rehabilitación ha permitido que Zollverein sea el lugar en el que presenciar conciertos, exposiciones y otras actividades que se dan la mano en un monumento industrial que nunca pierde de vista el que fuera su propósito original.

¿Qué uso darías a una central abandonada?

Los anteriores puntos reflejan algunas de las ideas que se han puesto en marcha o que se están ejecutando para restaurar antiguas centrales eléctricas. Pero existen muchas posibilidades que todavía no se han explorado. Una de las instalaciones a las que se quiere dar una segunda vida es la central térmica de Compostilla, en León.

Situada entre Cubillos del Sil y Ponferrada, en un enclave agrícola e industrial donde viven unas 125.000 personas, la central ocupa unas 330 hectáreas pero el cese de su actividad supondrá un impacto en la zona que Endesa pretende minimizar. Es el primer espacio que aspira a revitalizar Futur-e, una convocatoria impulsada por Endesa cuya meta es atraer actividad económica y empleo a las zonas poniendo el emplazamiento y los activos existentes a disposición de los participantes en el concurso. Lo más importante: aportar buenas ideas.