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Aletta Jacobs o cómo ser la primera mujer en lograr el doctorado en Medicina
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protagonista del 'doodle' de hoy

Aletta Jacobs o cómo ser la primera mujer en lograr el doctorado en Medicina

Esta holandesa nacida a mitad del siglo XIX logró que su país reconociera el sufragio universal

Foto: Aletta Jacobs, la primera mujer en conseguir el doctorado en Medicina (CC)
Aletta Jacobs, la primera mujer en conseguir el doctorado en Medicina (CC)

Se llama Aletta Jacobs y es uno de los nombres más importantes de la historia de la Medicina. A pesar de haber nacido en 1854 –época en la que las mujeres no desempeñaban trabajos tradicionalmente vinculados a la masculinidad–, desde muy pequeña tuvo claro que su vocación estaría encaminada a seguir los pasos de su padre, que era doctor. Los obstáculos y miradas de soslayo que tuvo que aguantar no fueron óbice para que esta holandesa lograra su objetivo e incluso sobrepasara los conocimientos de muchos de los hombres que la despreciaban: se convirtió en la primera mujer que consiguió el título de doctora en Medicina.

Aletta Jacobs, que también puede presumir de tener en su currículum el haber sido la primera mujer que ingresó en una universidad de los Países Bajos, colaboró en el desarrollo de los derechos humanos. Además de haber trabajado en pro del sufragio universal, realizó trabajos en métodos anticonceptivos y otros sistemas de prevención del embarazo que además protegieran de las enfermedades de transmisión sexual. Por todos estos grandes logros, Aletta Jacobs es la protagonista del 'doodle' con el que Google decora este jueves su diseño, conmemorando el 163 aniversario de su nacimiento.

Su vocación médica le llegó desde muy temprana edad, pues Aletta solía acompañar a su padre a pasar consulta aunque ninguna mujer de su familia había desarrollado inquietudes científicas. Octava hija de una familia de doce, ella sola aprendió idiomas en sus ratos libres en casa y llegó a aprobar un examen que la capacitaba como ayudante de Farmacia. Esta fue la mecha de su desarrollo en Medicina, pues en ese momento decidió contactar con el por entonces ministro de Educación holandés para solicitarle acceso en la Universidad de Groninga.

Tras conseguir el permiso, Aletta Jacobs obtuvo el título en Medicina con tan solo 24 años, una calificación que mejoró un año después –en 1879– al alcanzar el doctorado. Su instrucción en el campo sanitario le valió para defender su postura en pro de la educación sexual pues, gracias a conocer el funcionamiento del organismo y las patologías de las que podía ser víctima, sabía cómo atajar y tratar las enfermedades derivadas de las relaciones.

Se considera a Aletta Jacobs impulsora del voto universal en Holanda ya que, después de fundar la Asociación Holandesa para el Sufragio de la Mujer en 1884, solo pasaron 35 años hasta que el Gobierno aprobó el derecho a votar a las mujeres. Murió el 10 de agosto de 1929, a los 75 años.

Se llama Aletta Jacobs y es uno de los nombres más importantes de la historia de la Medicina. A pesar de haber nacido en 1854 –época en la que las mujeres no desempeñaban trabajos tradicionalmente vinculados a la masculinidad–, desde muy pequeña tuvo claro que su vocación estaría encaminada a seguir los pasos de su padre, que era doctor. Los obstáculos y miradas de soslayo que tuvo que aguantar no fueron óbice para que esta holandesa lograra su objetivo e incluso sobrepasara los conocimientos de muchos de los hombres que la despreciaban: se convirtió en la primera mujer que consiguió el título de doctora en Medicina.

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