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Tarde hoy de hielo. Toreo congelado. Público al borde de la criogenia. Tarde de frío. Tarde de helarte. Pingüinos suplantando golondrinas, areneros echando sal al ruedo por si las moscas...

Foto: El diestro francés Juan Bautista da un pase a su primer toro. (EFE)
El diestro francés Juan Bautista da un pase a su primer toro. (EFE)

Plaza de toros deLas Ventas. Duodécima de San Isidro. Tres cuartos de plaza (16.700 espectadores). Toros deAlcurrucén de 534 a 609 kilos. Grandes, serios por delante y cuajados excepto el cuarto, que fue pitado de salida. Los dos últimos, cinqueños. En general sin demasiada clase aunque el segundo y cuarto en tarde más apacible hubieran tenido más aprovechamiento.

Antonio Ferrera, de grana y oro: silencio y silencio tras aviso.

Juan Bautista, de nazareno y oro: silencio y vuelta tras petición.

El Capea, de azul y oro: silencio y silencio.

Tarde voluntariosa de los toreros pero de imposible remontada por el frío y por el viento.

El arte es escalofrío como helarte es morirte sin remisión de frío. Tarde con hache de mayo.Ausencia de calor en los tendidos. Piel de gallina de falta repentina de temperatura y no de la emoción que te inunda y no controlas. Refrigerio ambiental, que no envasado, cuando el termómetro destierra los refrescos y reclama mientras se despeñan los centígrados las chaquetas y los forros del invierno. Viento del norte a raudales para algunos aficionados desnortados a los que la brújula de sus gustos les apunta cada día un azimut, matizando sus protestas y sus aplausos,dependiendo de quién sea el toreante... y dependiendo de quién sea el toreado.

Tarde hoy de hielo. Toreo congelado. Público al borde de la criogenia. Tarde de frío. Tarde de helarte. Pingüinos suplantando golondrinas, areneros echando sal al ruedo por si las moscas... Sí, es un eufemismo... en lugar de moscas, mosqueo.

Entre semejante ypolar panorama, los toros de los hermanos Lozano repitieron el juego que vienen dando los últimos 20 años, haga la temperatura que haga. Distraídos para el capote, desentendidos para el caballo, despistados para las banderillas y razonablemente útiles en los muletazos. Es verdad que, por presencia, y a veces desgraciadamente sobre todo por gordura, son toros que tienen plaza. Que lucen y conforman al aficionado voluminista y condicionado por los otrora sempiternos empresarios de esta plaza. Sólo el tercero que correspondió a el Capea, lo que seguro ayudó al identificar al toreante, fue ligeramente pitado de salida. El resto, sobre todo segundo y cuarto, salieron al ruedo cuajados y serios por detrás y por delante, por arriba y por abajo.

Es verdad que los toros de Los Lozano dan juego en el último tercioy algunos, a pesar de sus pasotas antecedentes en los primeros, siguen con los ojos fijos y como con los dientes apretados la muleta del torero. Embisten con una expresión difícil de distinguir entre la bravura y la rabia aportando emoción a la faena. Sobre todo cuando su fondo les permite ligar tres pasesseguidos y facilitarlos remates con cierto garbo.

Ferrera cogió los polos, digo los palos, y de forma inconcebible consiguió enfriar más aun el ambiente con el resultado. No son del gusto del esquimal madrileño los pares puestos con cierto acelerado ritmo ni los encuentros forzados hasta lograr casi convertirlos endesencuentro. Con la muleta y acompañado con el viento ni siquiera un torero de su oficio pudo templar los pases ni la tarde. Sorprende que la de hoy fuera su tercera corrida del año. Un torero asentado en el escalafón, con triunfos repetidos muchas tardes en ferias de renombre llega a Madrid toreando previamente tan sólo dos tardes en Sevilla...

Desde hace años se va muriendo poco a poco el primer tercio de temporada en España. Aun así acaba haciendo embestir al de Alcurrucén y facilitando algunos olés que hacían vaho por los tendidos... Tal fue el bajón de temperatura que a esas alturas sufríamos. El cuarto, muy agresivo en la muleta, mentía sobre su fondo y su profundidad en la embestida mirando de reojo y pensándose en cada embestida la siguiente, lo que no daba confort al torero ni convencía del todo a la gente.

Juan Bautista, torero de Arles y artista de herencia, disfrutó de los dos toros que a punto estuvieron de caldear la tarde. Embistiendo más desde el principio, el segundo, el de más trapío de la tarde, llegó humillando a la muleta y facilitó buenos muletazos del francés, que acabó toreando por naturales con la derecha y matando de una estocada demasiado baja como para esperar premio.

El quinto, aun saliendo distraído, fue el de más recorrido en la muleta y permitió más de una tanda completa. Constante, concentrado y comprendido armó Juan una faena que obtuvo jaleo del público y las primeras palmas de la tarde que no sonaban contra la espalda propia en la típica actitud de conjurar el frío. Petición de oreja no del todo mayoritaria por la tardanza del toro en la muerte compensada con una "calurosa", sí, también es un eufemismo, vuelta al ruedo.

placeholder Pedro el Capeo no tuvo su tarde. (EFE)
Pedro el Capeo no tuvo su tarde. (EFE)

A Pedro el Capea hijono le acompañó la suerte, ni el favor del públiconi, en última instancia, el de Mendel para el toreo. Torero con oficio, voluntad y los antecedentes más virtuosos del toreo moderno que, o bien por el conjunto o bien por la mezcla de todas estas cosas, no ha rematado una trayectoria de éxito ni ha conseguido conquistar los gustos de la afición fuera del círculo campero y profesional del toreo. No le correspondieron toros dignos ni correspondió la afición a su esfuerzo. La fría relación entre torero y público repitió tarde sin triunfo en plaza de primera categoría camino de sus diez años de alternativa.

El arte es escalofrío, helarte morirte de frío... tarde con hache en las ventas.

Plaza de toros deLas Ventas. Duodécima de San Isidro. Tres cuartos de plaza (16.700 espectadores). Toros deAlcurrucén de 534 a 609 kilos. Grandes, serios por delante y cuajados excepto el cuarto, que fue pitado de salida. Los dos últimos, cinqueños. En general sin demasiada clase aunque el segundo y cuarto en tarde más apacible hubieran tenido más aprovechamiento.

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