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Treinta años de prisión para dos menores que violaron a una anciana de 87 años
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Treinta años de prisión para dos menores que violaron a una anciana de 87 años

Los dos adolescentes irrumpieron en la residencia de mayores donde encontraron a la mujer en una silla de ruedas. La ataron y rociaron lejía por su cuerpo y garganta

Foto: Raymond Michael Miranda, uno de los menores que violaron a la anciana de 87 años (Departamento de Policía de Hemet)
Raymond Michael Miranda, uno de los menores que violaron a la anciana de 87 años (Departamento de Policía de Hemet)

En abril del año pasado, dos menores violaron a una anciana de 87 años. Los responsables del abuso acudieron a una residencia de mayores en Hemet (California, Estados Unidos) y, tras encontrarse a la víctima en una silla de ruedas, procedieron a agredirla sexualmente para posteriormente rociarle el cuerpo con dos botellas de lejía, producto que también le introdujeron por la garganta.

La anciana, que fue maniatada por los dos violadores (apresados tras una persecución policial), pudo alertar de su situación al personal sanitario del centro gracias a un botón de emergencia que tenía en su habitación. Rápidamente, los médicos le practicaron la reanimación cardiopulmonar para salvar su vida. Durante el juicio celebrado por el caso, la mujer increpó a los menores: “Quiero que me miréis porque irrumpisteis en mi intimidad, me aterrorizasteis y os llevasteis mi independencia. Hicisteis cosas perversas”.

Rubén José Melanson y Raymond Michael Miranda siguen siendo menores, pero ya se enfrentan a una condena de 30 años de cárcel. Uno de los adolescentes se disculpó con la anciana frente al juez: “Lo siento mucho. No espero que me perdone”, dijo. Sin embargo, la mujer contestó que apreciaba sus disculpas. Hasta que cumplan la mayoría de edad, los agresores permanecerán en un centro de menores.

En abril del año pasado, dos menores violaron a una anciana de 87 años. Los responsables del abuso acudieron a una residencia de mayores en Hemet (California, Estados Unidos) y, tras encontrarse a la víctima en una silla de ruedas, procedieron a agredirla sexualmente para posteriormente rociarle el cuerpo con dos botellas de lejía, producto que también le introdujeron por la garganta.

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