La actriz (de tercera) que intentó envenenar a Barack Obama
"Lo que hay en esta carta no es nada comparado con lo que tengo guardado para usted, señor Presidente", le escribió Shannon Richardson a Obama
"Lo que hay en esta carta no es nada comparado con lo que tengo guardado para usted, señor Presidente. Tendrá que matarme a mí y a mi familia antes de coger mis armas. Todo el que quiera entrar en mi casa se llevará un disparo en la cara". El señor Presidente al que iban dirigidas estas palabras no es otro que Barack Obama, y las amenazas respondían a sus intentos de frenar el número de armas en poder de los ciudadanos estadounidenses. Pertenecen a una carta enviada por correo el 20 de mayo de 2013, que estaba, además, impregnada con una sustancia tóxica, ricina (causa insuficiencia respiratoria). No fue la única que los servicios postales recibieron ese día. Otras dos de semejante tono y contenido estaban destinadas al entonces alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y a Mark Glaze, director de la asociación Mayors Against Illegal Guns (Alcaldes contra las Armas Ilegales, organización ideada por Bloomberg).
Menos de un mes después, en Mount Pleasant (Texas), se efectuaba un arresto al respecto. Shannon Guess Richardson (también conocida como Shannon Rogers), una actriz pelirroja cuyo máximo éxito en la historia de lo audiovisual se reducía a poco más que dos minúsculas apariciones en The Walking Dead (de zombie) y Crónicas vampíricas (ni siquiera los productores de la serie recordaban de qué). En ninguna de las dos le correspondía una sola frase de guión. A sus 35 años, eso sí, Richardson había cultivado un intenso amor por las armas, había conseguido comprar materiales para producir ricina por Internet y aprender cómo producirla. También se había casado tres veces, era ya madre de cinco hijos y esperaba el sexto.
El pequeño Brody nació en prisión, y pronto fue entregado al último de los maridos de la actriz, Nathaniel Richardson, a quien ella, en el momento de su detención, acusó del envío de las cartas. Tras revisar el ordenador desde el que se habían imprimido las direcciones de las misivas, sin embargo, se determinó que él no podía haberlo hecho, puesto que se encontraba en el momento de la impresión en su puesto de trabajo. Luego Richardson alegó que él le había obligado a hacerlo, pero las contradicciones en sus declaraciones despejaron las dudas sobre la culpabilidad de su hoy exmarido.
Esta semana, la actriz ha reconocido su culpabilidad y su abogada ha asegurado que está también dispuesta a delatar a otros implicados. Según la letrada, un acuerdo con la fiscalía le permitirá reducir la pena de cadena perpetua a 18 años de prisión. Richardson no pasará a la historia por sus papeles cinematográficos. Tampoco por su avezadamente criminal. Pero sí, quizá, porque su caso sacó a la luz pública el Mail Isolation Control and Tracking Program, un sistema de vigilancia del correo postal estadounidense creado tras los ataques con ántrax de 2001. Se trata de un mecanismo similar al del espionaje telefónico y el ciberespionaje auspiciado por la NSA: permite a las autoridades conocer los 'metadatos' (quién envía qué a quién, con qué matasellos, etc.), pero no el contenido de las cartas. El FBI reveló su existencia al citarlo en su investigación sobre las cartas impregnadas de ricina, puesto que gracias a él llegaron hasta Richardson.
"Lo que hay en esta carta no es nada comparado con lo que tengo guardado para usted, señor Presidente. Tendrá que matarme a mí y a mi familia antes de coger mis armas. Todo el que quiera entrar en mi casa se llevará un disparo en la cara". El señor Presidente al que iban dirigidas estas palabras no es otro que Barack Obama, y las amenazas respondían a sus intentos de frenar el número de armas en poder de los ciudadanos estadounidenses. Pertenecen a una carta enviada por correo el 20 de mayo de 2013, que estaba, además, impregnada con una sustancia tóxica, ricina (causa insuficiencia respiratoria). No fue la única que los servicios postales recibieron ese día. Otras dos de semejante tono y contenido estaban destinadas al entonces alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y a Mark Glaze, director de la asociación Mayors Against Illegal Guns (Alcaldes contra las Armas Ilegales, organización ideada por Bloomberg).