Recaudan fondos para repatriar a EEUU a una niña herida en el tren de Santiago

Lucía le ganó un pulso a la vida en la curva de Angrois. Y tuvo suerte, admiten sus padres tras conocer los números y las historias de las 79 víctimas mortales que dejó el Alvia que, el pasado 24 de julio, descarriló a pocos kilómetros de la estación de Santiago de Compostela. Ahora, cuando ya está fuera de peligro, los vecinos de su comunidad han pedido ayuda económica para un nuevo reto: llevar a Lucía, de 11 años, de vuelta a su casa, en los suburbios de Chicago, y hacer que pueda empezar una etapa de rehabilitación. Que preven muy larga, ya que la pequeña estuvo en riesgo de perder ambas piernas.Los altos costes del sistema de saludnorteamericanoparecían unobstáculo insuperable, pero graciasauna campaña de financiación colectiva, la familia haconseguido 40.000 dólares (30.000 euros), cuando todavía quedan 81 días para su cierre.

Lucía es uno de los cuatro ciudadanos estadounidenses que figuraron en el listado de heridos y víctimas difundido tras el accidente. Había viajado a España para ver a sus familiares máslejanos, sus tíos, que residen en Galicia. Según el padre de la niña ha contado a la cadena estadounidense CBS, Lucía y su hermana menor se encontraban en uno de los últimos vagones del tren. Se llevóla peor parte entre los que la acompañaban en el viaje, pero “tuvo mucha suerte, porque fue una de las primeras personas en ser rescatada”, ha contado el padre a la cadena estadounidense.

Tras el impacto, Lucía fue prácticamente lanzada fuera del vagón. “Rebotó de un lado al otro del coche y de alguna forma acabó fuera”, explica el familiar desde Riverwoods, un suburbio de Chicago donde viven menos de 4.000 personas. Su hermana, María, ha sido una de las pocas personas que viajaron en el tren que sobrevivió sin lesiones físicas, aunque las psicológicas dejarán sus huellas: "Creemos que una maleta, que le cayó encima, evitó que se hiciera más daño", aventura la familia.

Larga recuperación

Cuando Lucía ingresó en el hospital tenía importantes heridas en las piernas, las caderasy la pelvis, además de haber sufrido una fractura del cráneo que provocó pérdidas de sangre internas. Así reducida, permaneció dos semanas en la UCI del Centro Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, aunque ya el 6 de agosto la web en la que la familia lanzó la campaña de crowfunding daba las primeras noticias positivas, citando a la madre de la niña: “Lucía ha podido sentarse en una silla e incluso comer algo”. Ese mismo día, la familia inmortalizaba en una fotografía la visita de la Princesa Leticia a la cama de la niña.

Dos días después, Lucía fue transferida a una habitación normal, pero no se excluía llevarla hasta un hospital en Madrid: “Una de sus fracturas no está evolucionando como esperábamos”.

El 11 de agosto, una carta firmada por la madre de la niña daba más detalles a las centenares de personas que ya habían hechosu aportación a la campaña.“Lucía está estable. Está tomando antibióticos, pero se encuentra mejor”. No obstante, la pierna seguía siendo un problema “que no ledejaba dormir”. Pero los médicos daban buenas noticias: "La necrosis que se le ha formado en la pierna izquierda está mejorando, y los médicos creen que no necesitará un implante”. Probablemente un pequeño alivio para la pequeña, una "tenaz jugadora de fútbol" según la prensa norteamericana.

A falta de que los médicos digancuándo la niña pueda volver a casa, los padres han explicado a la CBS que su situación está progresando: “Está empezando a hacer preguntas sobre la escuela, el deporte,los amigos”.Como el hospital en el que fue ingresada ha confirmado a este diario, la niña permanece estableen una habitación de la planta de pediatría.

Avalancha de solidaridad

Más de 240 personas ya han hechosu aportación a lacausa de Lucía. Que no tiene un límite fijado:“No está claro cuándo Lucía y sus padres podrán volver a los Estados Unidos, debido a la gravedad de las heridas de la niña. La recuperación será larga y las facturas médicas se dispararán”, asegura el texto que acompaña la campaña de microfinanciación. “Realmente no sabemos cuanto será suficiente para alcanzar cubrir todos los costes”, añade la familia.

Basta con echar un vistazo a los mensajes que los donantes han dejado en los últimos días para darse cuenta de que la solidaridad no llegó solo desde el estado de Illinois. Además de otros lugares de los Estados Unidos, destacan los mensajes de cariño y las aportaciones que llegaron desde Madrid, Barcelona odesde la misma Galicia. Cada uno con lo que puede: desde los cinco dólares de quien se disculpa por poder donar “solo eso” hasta los 25.000 que ha aportado la Spangenberg Family Foundation. La familia, contactada por este diario, ha asegurado estar en este momento "centrada y preocupada solopor la salud de Lucía".