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Cuando la donación de óvulos se convierte en un negocio rentable
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LA CRISIS DISPARA EL NÚMERO DE DONANTES, QUE PERCIBEN ENTRE 600 Y 1000 EUROS

Cuando la donación de óvulos se convierte en un negocio rentable

“Soy de Perú y puedo donar todos los ovocitos que quieras. Tengo 23 años, soy trigueña (morena)… y lo único que te pido a cambio es que me ayudes

“Soy de Perú y puedo donar todos los ovocitos que quieras. Tengo 23 años, soy trigueña (morena)… y lo único que te pido a cambio es que me ayudes a tener contrato y quedarme en España”. Así contestaba una joven a la demanda de otra mujer que solicitaba donantes en un foro femenino. Una respuesta que pone en evidencia el negocio que se oculta, sin mucho empeño, tras la donación de óvulos.

Si hay extranjeras que buscan conseguir el DNI español con esta práctica, también hay algunas españolas que con ello buscan unos ingresos extras o directamente vivir de ello hasta que su cuerpo se lo permita. En plena crisis ha aumentado un 20% el número de candidatas dispuestas a convertirse en donantes, animadas por la retribución que reciben. La cantidad por donación varía entre 600 y 1.000 euros según la clínica, pese a que una retribución como tal está prohibida. “No hay una cifra fijada, pero los centros deben tener en cuenta que lo que abonan es por las molestias causadas, a modo de compensación por el desplazamiento al centro y las pruebas a las que se somete a la futura donante”, matizan en el Ministerio de Sanidad.

Se ponga bajo el concepto de "compensación por molestias" o como se quiera, lo cierto es que esas cantidades pueden suponer un sueldo. El diario alemán Spiegel se hacía eco de ello en un reportaje en el que contaba el caso de Mónica Campos, de 34 años, casada y con un hijo, a quien la delicada situación de su economía familiar le llevó a comenzar a usar su cuerpo para ganar dinero. “Estaba desesperada”, reconoce. Una desesperación que se tradujo en catorce donaciones, pese a que la regulación española establece en seis el máximo,por las que hoy soporta dolores crónicos.

Un proceso anónimo para mujeres de entre 18 y 30 años

La irregularidad cometida por Campos se explica por los altos niveles de anonimato que garantiza el sistema español, que hacen casi imposible que los centros puedan comprobar si la candidata ha superado el límite de donaciones permitido. En ese caso solo cabe esperar a que el cuerpo de la mujer diga basta y evidencie los síntomas de la sobreexplotación de su cuerpo.

No obstante, a la hora de escoger donantes, las clínicas de reproducción asistida son estrictas y cada vez más selectivas: “Nos aseguramos que la donante esté física y psicológicamente en perfectas condiciones”, aseguran en una de las clínicas del Grupo IVI. Para ello, el proceso previo a una donación incluye una media de diez citas, en las que se evalúa la existencia de enfermedades genéticas, se hacen análisis de sangre y un electrocardiograma, además de una evaluación psicológica de la futura donante.

“Una vez superadas todas las pruebas, tenemos que aplicarnos inyecciones diarias que nos estimulen hormonalmente para producir más óvulos. Una vez que éstos ya tienen el tamaño que el ginecólogo considera adecuado te sedan y te los quitan. A partir de ahí los congelan o si ya tienen a la mujer que va a portarlos los inseminan y se los colocan”, cuenta Alicia (nombre falso), que ha contado a El Confidencial su experiencia como donante.

Esta decoradora de 31 años donó sus óvulos para “eliminar el sufrimiento de las parejas que no pueden tener hijos” y no entiende que haya mujeres capaces de negociar con ellos. Ella, que asegura no haber aceptado la compensación económica, considera que la donación debe ser un “acto solidario y no egoísta, motivado por el dinero”. Más allá de la motivación, altruista o económica, la mayoría de las mujeres comparten perfil: entre 18 y 30 años, solteras y con formación universitaria. Y, como apuntan en la clínica Tambre, "cada vez más trabajadoras".

España es líder de donaciones en Europa

Además del aumento de donantes por la crisis, España lidera desde hace años el número de donaciones en Europa con 42.161 entre 2006 y 2010. Según el último registro europeo de 2009, nuestro país realizó el 55% de las donaciones del continente.

Según el último registro europeo de 2009, España realizó el 55% de las donaciones de Europa

El doctor Castilla, coordinador del Registro de la Sociedad Española de Fertilidad, explica los factores que explican porque los centros es españoles se han convertido en lugar de peregrinación para parejas extranjeras: “En Alemania, Austria, Suecia, Inglaterra o Italia la identidad de las donantes no está protegida, lo que hace que menos mujeres cedan sus óvulos. En Francia, por ejemplo, las parejas de mujeres o las mujeres solteras no tienen acceso a técnicas de reproducción, de ahí que muchas francesas vengan a España”.

La relación calidad-precio es otro de las razones que convierten a España en el destino preferido para someterse a una técnica de fertilidad. El coste medio de someterse a una inseminación artificial de óvulos ronda los 7.500 euros, “una cantidad especialmente llamativa para los ciudadanos estadounidenses”, apunta Castilla. Sin embargo, el coste, se ha vuelto caro para los españoles. “Tenemos más candidatas, pero menos receptoras”, coinciden en las principales clínicas del país.

“Soy de Perú y puedo donar todos los ovocitos que quieras. Tengo 23 años, soy trigueña (morena)… y lo único que te pido a cambio es que me ayudes a tener contrato y quedarme en España”. Así contestaba una joven a la demanda de otra mujer que solicitaba donantes en un foro femenino. Una respuesta que pone en evidencia el negocio que se oculta, sin mucho empeño, tras la donación de óvulos.