La huelga de médicos en Asturias podría extenderse hasta enero

La huelga de médicos en Asturias se enroca y todo parece indicar que proseguirá durante todo el mes de diciembre, cuando ya pasan dos meses desde que, de manera alterna, se vengan sucediendo los paros entre el personal facultativo que protesta  por el último documento remitido por el Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) al Sindicato Independiente de Médicos del Principado de Asturias (SIMPA) en el que dan marcha atrás a los avances de las últimas jornadas y que prácticamente da por rotas las negociaciones.

En el sindicato de médicos se cree que el objetivo de la Consejería de Sanidad del Principado de Asturias es aislar al colectivo, después de que el resto de sindicatos sanitarios llegara a un acuerdo sobre la jornada; así como culpabilizar a los médicos del posible caos en la asistencia sanitaria y de un supuesto desprestigio entre la opinión pública.

Después de que el Simpa rechazara la última oferta negociadora planteada por el Gobierno asturiano sobre implantación de la jornada sanitaria y del pago de compensación a los médicos mayores de 55 años exentos de guardias, la Consejería de Sanidad ha plegado velas y ha retirado aquellas propuestas que iban encaminadas a llegar a un acuerdo para el fin de la huelga. El último escollo estaba en la compensación de 9 horas al mes que los sanitarios deberían trabajar después de una guardia, a lo que los profesionales se negaron siempre aduciendo que solamente en la comunidad autónoma asturiana se establecía este canon.

El rechazo del colectivo médico no sentó nada bien en las filas del Gobierno regional, que acusó a los facultativos de pretender defender sus intereses corporativos sin tener en cuenta los decretos del Ejecutivo central de obligado cumplimiento y de hacer una huelga ideológica contra el equipo socialista, ya que este es el paro de mayor duración en el personal médico desde que en el año 2001 se transfirieron a Asturias las competencias sanitarias.

El conflicto solo se resolverá "mediante una salida pactada", según aseguró a El Confidencial un portavoz del Simpa, pero todo parece indicar que esa solución va a demorarse aún algún tiempo, según se desprende de los últimos acontecimientos que han ocasionado la paralización de cualquier tipo de negociación. El bloqueo hace imposible que se desconvoquen los doce días de huelga que el sindicato de los profesionales médicos ha registrado para el presente mes de diciembre. El calendario de paros se extiende en varias tandas hasta el próximo día 21 y algunos profesionales no descartan que continúe más allá de fin de año si las relaciones entre el Sespa y el Simpa no se restablecen.

Los médicos comenzaron sus movilizaciones el pasado mes de octubre como consecuencia del intento de la Consejería de establecer una nueva jornada laboral para este colectivo, que rechazó el Simpa de manera tajante. Las acciones de protesta se iniciaron con paros de media jornada que fueron haciéndose más largas paulatinamente, pero que obligó a suspender diversas operaciones quirúrgicas (algunas de ellas con el paciente ya a las puertas del quirófano), a pesar de los servicios mínimos que los facultativos consideraron "abusivos", impuestos desde el Sespa. En Noviembre la huelga fue más extensa, sin que las reuniones entre las partes fructificaran, aunque en un par de ocasiones las esperanzas sobre una desconvocatoria definitiva planearon sobre la mesa de las negociaciones.

Paralelamente a la convocatoria de huelga de los médicos, se desarrollaron varios paros en la sanidad pública asturiana fomentados por el resto de sindicatos, también a consecuencia de la implantación de una nueva jornada. Sin embargo, este otro paro quedó desactivado en dos ocasiones. La primera, con la renuncia de UGT a seguirlo  a cambio de la conversión de eventuales en interinos y, posteriormente cuando una nueva cesión de la Consejería de Sanidad en este terreno animó al resto de centrales a sumarse al acuerdo.

El Gobierno asturiano ofició de altavoz de aquellos colectivos que criticaron la huelga de los médicos y consideraban que sólo defienden sus privilegios profesionales en época de crisis mientras que el resto de colectivos sanitarios sufrían las consecuencias del decreto del Gobierno de Rajoy. Incluso entre las llamadas de algunas asociaciones de usuarios a llegar a un acuerdo se deslizaban presiones al Simpa para desconvocar la huelga en aras al bienestar de la población y la defensa de la salud pública. Desde el sindicato convocante siempre se asumió que el Ejecutivo trataba de echarles a los ciudadanos encima.

En este sentido, es más que probable que el próximo paso que de la Adminsitración sea la convocatoria de una mesa de Sanidad en la que todos los sindicatos firmen el acuerdo alcanzado en materia de jornada y en el que el Simpa no estaría por no haberlo rubricado en su día. De esta forma, la opinión pública recibiría el mensaje de que el colectivo de médicos prefiere salvarse solo antes que al conjunto de los ciudadanos. Aun así, el Simpa tiene claro que no retrocederá ante las presiones y que la única salida al conflicto es el pacto, como dijo hace días uno de sus directivos: "Nosotros ya hemos cedido todo lo que teníamos que ceder, hasta la Consejería logró que no se gratificara el trabajo de tarde", como en su día había pretendido otro consejero socialista de Sanidad.