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Cómo ahorrar en el recibo de la luz en un mercado cada vez más liberalizado
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"SÓLO HAN FAVORECIDO A LAS COMPAÑÍAS Y NO AL CONSUMIDOR"

Cómo ahorrar en el recibo de la luz en un mercado cada vez más liberalizado

Cuando los españoles vieron que la crisis había llagado para quedarse, el ahorro en la factura de la luz se convirtió en una de las principales

Foto: Cómo ahorrar en el recibo de la luz en un mercado cada vez más liberalizado
Cómo ahorrar en el recibo de la luz en un mercado cada vez más liberalizado

Cuando los españoles vieron que la crisis había llagado para quedarse, el ahorro en la factura de la luz se convirtió en una de las principales preocupaciones de la microeconomía española. Son muchos los consejos para lograr reducir la factura. La primera medida, y quizá la más difícil, es reducir el consumo.

Si consumir menos está más cerca de ser una utopía que una realidad se puede acudir a las medidas tradicionales: utilizar bombillas de bajo consumo supone un ahorro de hasta el 80% del gasto energético, evitar dejar los electrodomésticos en stand by, mantener el frigorífico alejado de fuentes de calor o utilizar programas de lavado en frío en la lavadora.

Todas estas son medidas que el usuario puede poner en marcha en su vida cotidiana como se puede comprobar en la infografía de ¿Cuánta energía consume? Pero se puede ir más allá. La luz, como bien de primera necesidad, debe estar garantizada por el Estado. Lo que significa que desde el Gobierno de turno se tiene que articular una legislación que permita disfrutar de la energía eléctrica a todos los ciudadanos. Sin embargo, tal y como denuncia FACUA a El Confidencial, en los últimos años el Ejecutivo ha adoptado medidas que “sólo han favorecido a las compañías y no al consumidor”.

Una liberalización pendiente de madurar

La principal característica de los procesos de la liberalización de los mercados es que introducen competencia. Mayor competencia es sinónimo de precios competitivos e incremento de las calidades del servicio, por ejemplo, a través de ofertas personalizadas y adaptadas a las necesidades de cada consumidor. Así ha pasado en otros sectores económicos, y así pasará, previsiblemente, en el sector eléctrico español, cuyo proceso liberalizador necesitará todavía que pase un tiempo para que manifieste todas sus ventajas.

Para paliar los posibles “excesos” de las comercializadoras desde el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio se regula la denominada Tarifa de Último Recurso (TUR). Ésta tiene como objetivo servir de refugio a los clientes que no quieran contratar una tarifa con una comercializadora o no encuentren una oferta suficientemente atractiva. El elevado número de clientes que tienen todavía la TUR (cercano a los 25 millones de usuarios, según la Comisión Nacional de la Energía) es indicativo de “lo poco interesante que son las ofertas de las comercializadoras”, declara OCU. Lo más importante de la TUR es que sólo tienen derecho a ella los clientes que no superen los 10 kW de potencia contratada.

¿Conoce la Tarifa de Discriminación Horaria?

La Tarifa de Discriminación Horaria, además de ser una de las más beneficiosas para el bolsillo del usuario, es la gran desconocida. A ella tienen derecho todos aquellos usuarios que también pueden disfrutar de la TUR, sin embargo, los hogares que la tienen contratada no superan el millón.

“No se la da a conocer porque no compensa a las comercializadoras”, apuntan desde FACUA, que la recomienda como “mejor vía de ahorro”. Y es que esta tarifa se divide en dos periodos: punta (normal) y valle (descuento). El horario punta va desde las 12.00 hasta las 22.00 en invierno y, de 13.00 a 23.00 en verano, con un sobrecoste sobre el precio de la tarifa base (TUR) de aproximadamente un 20%. Por su parte, el horario valle engloba la franja horaria de 22.00 a 12.00 en invierno y, de 23.00 a 13 en verano, con un ahorro de aproximadamente un 47% sobre la tarifa base.

La Tarifa de Discriminación Horaria, sustituta de la antigua ‘tarifa nocturna’, ofrece un horario lo “suficientemente amplio para que el ahorro sea notable”, señalan las organizaciones de consumidores. 

Cuando los españoles vieron que la crisis había llagado para quedarse, el ahorro en la factura de la luz se convirtió en una de las principales preocupaciones de la microeconomía española. Son muchos los consejos para lograr reducir la factura. La primera medida, y quizá la más difícil, es reducir el consumo.