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Adelson, el halcón judío que llevó las convenciones a Las Vegas
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ASÍ ES EL HOMBRE QUE PLANEA FUNDAR UN LAS VEGAS EN MADRID

Adelson, el halcón judío que llevó las convenciones a Las Vegas

Sheldon Adelson Gary (Boston, 1933) encaja perfectamente en el prototipo del 'self-made man' norteamericano. Judío del ala dura, neoconservador, propietario de casinos y hoteles en todo

Foto: Adelson, el halcón judío que llevó las convenciones a Las Vegas
Adelson, el halcón judío que llevó las convenciones a Las Vegas

Sheldon Adelson Gary (Boston, 1933) encaja perfectamente en el prototipo del 'self-made man' norteamericano. Judío del ala dura, neoconservador, propietario de casinos y hoteles en todo el mundo y casado con una psiquiatra especializada en ludopatía, Adelson ha puesto el punto de mira en Madrid para construir la enésima recreación apócrifa de Las Vegas. 

Hijo de inmigrantes ucranianos, Adelson se crió en una pequeña vivienda del barrio de Dorchester, en Boston. Pese a que nunca pisó la Universidad, su olfato empresarial dio la cara a los 16 años: mientras sus amigos se empeñaban en hacer deporte o aprender idiomas, Adelson repartía periódicos a primera hora de la mañana y rellenaba máquinas de vending después de las clases. Con estos mimbres hizo sus primeros dólares antes de marcharse a servir en el ejército. A su vuelta montó, junto a su hermano, un negocio de venta de artículos de tocador para hoteles, además de comercializar un spray anticongelante para coches.

El salto a la fortuna llegaría tras la creación de COMDEX en Las Vegas, una feria enfocada a la electrónica comercial que, en su  máximo apogeo, llegó a atraer a 200.000 asistentes. Adelson traspasó el negocio en 1995 pero se quedó con una firme convicción: que Las Vegas era la ciudad del juego, sí, pero también podía ser el lugar ideal para las grandes convenciones profesionales. Su siguiente movimiento fue comprar el decrépito hotel Sands, diseñado por el arquitecto Wayne McAllister y antiguo refugio del Rat Pack. Allí construyó un gigantesco centro de convenciones cuyo éxito instantáneo le permitió adquirir otros dos hoteles de alta gama: 'The Venetian' -con sus canales y gondoleros artificiales- y 'The Palace', que abrió sus puertas en 2007.

Lucha contra los sindicatos

Algunas de las más amargas batallas del Adelson se han librado en el escenario sindical. Cuando inauguró 'The Venetian', en 1999, se jactó de poseer el único casino de la ciudad con trabajadores no sindicados. Desde entonces  contó con la oposición de todos los grupos sindicales hosteleros de Las Vegas, nada menos que 226, hasta el punto de que el Partido Demócrata sugirió un boicot a todos sus negocios hasta que sus empleados obtuviesen ciertas garantías salariales. De hecho la representante Demócrata Shelley Berkley, que en un tiempo fuese socia comercial de Adelson, es en la actualidad su más fervorosa detractora.

Compromiso total con los Republicanos

Obsesionado con la seguridad nacional y la primacía de Israel, Adelson gastó cerca de 30 millones de dólares en donaciones al Partido Republicano y a diversos lobbies sionistas. Su lucha denodada por la victoria conservadora en las presidenciales -que finalmente ganaría Obama- hizo pensar que el futuro de su carrera pasaba más por los pasillos del Congreso que por los de Wall Street. No obstante, Adelson tiró de su proverbial pragmatismo y se 'borró' de la política norteamericana, aunque no de la israelí.

Sus contribuciones a la causa judía son muy cuantiosas. Por mencionar algunas, Adelson se dejó 25 millones en el Yad Vashem, el centro de estudios del Holocausto, además de otros 100 para Birthright, una organización que prepara viajes periódicos a Israel para estudiantes judíos americanos y que tiene como fin reforzar su sentimiento de pertenencia. Más polémica es su posición respecto al conflicto de Oriente Próximo: ni dos estados ni solución dialogada para un pueblo, el palestino, al que considera "inventado por la prensa". Estas son las ideas que propaga desde el Haaretz, un diario gratuito que posee en Israel y que se ha distinguido por su incondicional apoyo a las políticas radicales de Netanyahu. 

Dinero asiático que va y viene

Según la revista Forbes, Adelson era en 2008 el tercer hombre más rico de Estados Unidos, gracias a sus éxitos empresariales en Asia, principalmente en China y la excolonia portuguesa Macao. El valor neto de su imperio se estimaba entonces en 24.000 millones de dólares, una fortuna a la que la crisis del juego asestó un bocado terrible a finales de ese año. Sus acciones perdieron un 95% de su valor en pocos meses y Adelson se vio obligado a inyectar mil millones para mantener la viabilidad del negocio.  Hoy, sus casinos en Asia aún no han recobrado el esplendor del pasado, pero la riqueza de Adelson le mantiene en la octava posición de la lista Forbes, con 22.000 millones dispuestos a llover sobre Madrid.... siempre que el marco jurídico le parezca "razonable", como ha expresado en diversas ocasiones. 

Sheldon Adelson Gary (Boston, 1933) encaja perfectamente en el prototipo del 'self-made man' norteamericano. Judío del ala dura, neoconservador, propietario de casinos y hoteles en todo el mundo y casado con una psiquiatra especializada en ludopatía, Adelson ha puesto el punto de mira en Madrid para construir la enésima recreación apócrifa de Las Vegas.