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La sombra de la pequeña Mari Luz planea sobre el tiroteo de la familia Cortés
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EN LIBERTAD CON CARGOS

La sombra de la pequeña Mari Luz planea sobre el tiroteo de la familia Cortés

El padre de la pequeña Mari Luz, Juan José Cortés, y los cuatro miembros de su familia –uno de ellos, hermano de su mujer- detenidos tras

Foto: La sombra de la pequeña Mari Luz planea sobre el tiroteo de la familia Cortés
La sombra de la pequeña Mari Luz planea sobre el tiroteo de la familia Cortés

El padre de la pequeña Mari Luz, Juan José Cortés, y los cuatro miembros de su familia –uno de ellos, hermano de su mujer- detenidos tras una pelea en el barrio onubense de El Torrejón, donde se produjeron disparos con escopetas de caza, y han quedado en libertad con cargos después de un día de comparecencias y permanencia en los calabozos. Los detenidos se atuvieron en todo caso a su derecho a no declarar y sobre ellos pesan las acusaciones de lesiones y amenazas.

Los cinco miembros de la familia Cortés tendrán que comparecer en el juzgado cada quince días y sobre ellos pesa una orden de alejamiento de cincuenta metros de la víctima de los disparos. Al salir de la Audiencia Provincial de Huelva, Juan José Cortés hizo el signo de la victoria ante un numeroso grupo de personas y medios, mientras familiares de los Cortés discutían sobre la conveniencia de no hacer declaraciones ante las cámaras, tratando de evitar que se rompiera un posible acuerdo para que el familiar herido en los altercados retirase la denuncia.

En el momento de los hechos, 2,30 de la madrugada del martes, Juan José Cortés regresaba a su domicilio después de participar en un programa de televisión local que iba a ser el inicio de una serie codirigida por el padre de Mari Luz, en la que se hablaría de problemas sociales y humanos con debates en directo. Se produjo una discusión en la que participaron los miembros de la familia que fueron detenidos y, en un momento de la trifulca, se sacaron las escopetas de caza. En uno de los disparos, que según el subdelegado del Gobierno en Huelva, Manuel Bago, se realizaron contra la casa, resultó herido un familiar que no está entre los detenidos.

La costumbre gitana y los platós

Según algunas fuentes cercanas al caso, la pelea familiar pudo deberse a una acusación hecha al padre de Mari Luz, a quien se le atribuye una actitud pasiva sobre la muerte de su hija. El hecho de que la pequeña Mari Luz, de ascendencia gitana como toda la familia Cortés, hubiera sido asesinada por un payo –Santiago del Valle- supone un agravio en la cultura gitana y en todo caso hay quienes entienden que tiene que ser vengado.

Tanto es así que cuando el autor de la muerte de la pequeña entró en prisión tuvo que ser recluido en un módulo especial en prevención de que pudiera atentarse contra él, y en los altercados que rodearon la primera presencia del acusado en la Audiencia Provincial de Huelva se escucharon voces que pedían venganza y le auguraban una corta vida en prisión.

El padre de Juan José, Juan Cortés, que ayer sufrió un ataque de nervios en las dependencias policiales de la capital onubense, es especialmente sensible a este tipo de acusaciones. De hecho, Juan, con su hijo Diego, también detenido, han protagonizado los episodios más tensos por lo que a la familia Cortés se refiere desde que se descubrió el cadáver de la pequeña Mari Luz en un paraje cercano a la capital onubense, como expresión de un dolor que por lo que al abuelo se refiere fue especialmente expresivo.

Juan José Cortés, pastor evangelista, se ha distinguido siempre por un comportamiento equilibrado en este sentido, hasta el punto de que hizo grandes esfuerzos por evitar que el barrio onubense de El Torrejón, una zona muy conflictiva donde menudea la droga y la delincuencia, estallara cuando se supo que la pequeña Mari Luz había muerto a manos de un vecino de la familia Cortés.

A Juan José se le ha acusado también en su propio entorno de dejarse llevar demasiado por el mundo de los medios y aparecer en los platos de televisión hablando de la hija e incuso de haber cobrado por sus intervenciones en determinados programas.

La política entra en el caso

El hecho de que Juan José Cortés sea asesor del Grupo Parlamentario del PP en materia de Justicia le ha dado un perfil político al caso. El presidente del PP en Andalucía, Javier Arenas, que ayer se encontraba en Huelva en una reunión con alcaldes de su partido, renunció a pronunciarse sobre el asunto hasta tener más elementos de juicio, y los socialistas onubenses mostraron prudencia en todo momento, a pesar de que Juan José Cortés había pertenecido al PSOE antes de colaborar con el PP como asesor.

No obstante, hubo alguien que se salió del guión. El socialista granadino Manuel Pezzi, ex consejero de la Junta, ha divulgado en su cuenta de Twitter la pregunta "¿Sabéis si Rajoy se va a fotografiar de nuevo con Juan José Cortés tras ser detenido por un tiroteo anoche?”, en clara alusión a la imagen del padre de Mari Luz junto al presidente del PP cuando la familia Cortés pidió apoyo político a su campaña a favor de la cadena perpetua para los asesinos pederastas. Cortés se hizo fotos asimismo con Rodríguez Zapatero y con Pérez Rubalcaba a lo largo de su reivindicación de la cadena perpetua, que le llevó junto a su padre, Juan, por todos los rincones del país.

Juan José Cortés albergaba la esperanza y así lo declaró hace meses de poder formar parte de la candidatura electoral del PP a las generales bien al Congreso o al Senado. Previamente quiso presentarse a las elecciones municipales, primero con UPyD y más tarde en la candidatura del actual alcalde de Huelva, el popular Pedro Rodríguez. La presencia de Cortés en la lista municipal de los populares fue descartada por Rodríguez, que pudo creer que Juan José, a pesar de su innegable proyección social y relieve mediático, era una persona difícil de controlar por un partido.

El padre de la pequeña Mari Luz, Juan José Cortés, y los cuatro miembros de su familia –uno de ellos, hermano de su mujer- detenidos tras una pelea en el barrio onubense de El Torrejón, donde se produjeron disparos con escopetas de caza, y han quedado en libertad con cargos después de un día de comparecencias y permanencia en los calabozos. Los detenidos se atuvieron en todo caso a su derecho a no declarar y sobre ellos pesan las acusaciones de lesiones y amenazas.