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Los antisistema y okupas ponen en peligro el movimiento 15-M de Barcelona
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DIVISIÓN INSALVABLE EN EL MOVIMIENTO

Los antisistema y okupas ponen en peligro el movimiento 15-M de Barcelona

Algo pasa con los indignados de Barcelona, una de las ciudades donde prendió con más fuerza la protesta del 15-M. La decisión de algunos de no

Foto: Los antisistema y okupas ponen en peligro el movimiento 15-M de Barcelona
Los antisistema y okupas ponen en peligro el movimiento 15-M de Barcelona

Algo pasa con los indignados de Barcelona, una de las ciudades donde prendió con más fuerza la protesta del 15-M. La decisión de algunos de no abandonar la acampada de la Plaza de Catalunya, a pesar de la decisión tomada por la mayoría  este fin de semana, amenaza con crear una división insalvable en el movimiento que ha tomado las calles durante las últimas semanas. Una parte de los seguidores de la protesta no se contiene a la hora de criticar con dureza a los grupos antisistema y okupas por su actitud “insolidaria”. En realidad, miembros de estos colectivos son los que hicieron caso omiso del resultado de la asamblea del pasado viernes que decidió acabar con la acampada.

Este domingo fue convocada una asamblea general, que resultó más tensa de lo esperado. En este acto, se vertieron graves denuncias. Entre ellas, que “hubo gente que atacó a la comisión de comunicación para que no hiciese pública la decisión de la asamblea del viernes”. Una representación de las feministas denunció también que “luego, hubo cosas raras, polstergeists, tipo comunicados paralelos. Eso tiene un objetivo: sacarnos la energía. Nuestra propuesta es ir el 14 y el 15-J a bloquear el Parlamento, pero no toleraremos estas situaciones violentas. No queremos que el movimiento sea manipulado por nadie”.

“Esto ya no es lo que era. Falta el espíritu de protesta de los primeros días, cuando veías a gente de todas las edades y condición participando en los debates y en la organización. Ahora casi todos los activistas pertenecen a movimientos antisistema”, señala a El Confidencial una fuente de los indignados que ha venido trabajando desde el primer día. Según esta fuente, el peso específico que okupas y antisistema han copado en los últimos días sirve sólo para “desprestigiar el movimiento” y, a la postre, “puede servir a la Policía para criminalizarnos”. Y ello, especialmente, porque esos colectivos no se pliegan a las decisiones de la mayoría. Además, sus miembros han roto la convivencia dentro de la plaza de Cataluña, ya que provocan peleas, se emborrachan y molestan con su actitud al resto de indignados. El tema ha sido mencionado en la asamblea de este domingo, aunque una parte de los acampados lo niegan y afirman que todo es “antipropaganda”.

En esta última asamblea, se presentó un nuevo documento (que quiere sustituir a la declaración de mínimos aprobada al inicio de la protesta) bajo el título Primeras medidas para una vida digna con 8 ejes básicos y que recoge algunas de las medidas que solicitan los indignados: retirada de los recortes de pensiones, subsidios y salarios; retirada de la reforma laboral y de la ley de extranjería; derogación del proceso de conversión de las cajas en bancos; nacionalización de las instituciones financieras que han pedido ayudas públicas; recuperación del Impuesto de Sucesiones y del Patrimonio; aumento del IRPF a las rentas altas; aumento radical de los impuestos sobre grandes fortunas y de beneficios bancarios; nacionalización de la industria farmacéutica; derogación de la Ley Sinde; disolución de la Audiencia Nacional; regularización de todos los extranjeros; regreso inmediato de las tropas españolas que operan fuera de nuestras fronteras y cese de toda operación bélica con la OTAN; desmilitarización de la Guardia Civil y disolución de los antidisturbios; recuperación de las empresas públicas de transportes que han sido privatizadas; nacionalización de las empresas gestoras del agua; prohibición de los transgénicos; reforma agraria con la eliminación de los latifundios; cierre inmediato de las centrales nucleares; nuevo sistema electoral; recorte drásticos de los sueldos de los políticos; eliminación de la inmunidad asociada a los cargos; que los delitos de corrupción no prescriban, cese inmediato de todos los cargos corruptos; y derogación del Concordato con la Santa Sede.

Una semana ‘caliente’

Barcelona se prepara ahora para una semana caliente. Este miércoles, comienzan a discutirse en el pleno del Parlamento los presupuestos de la Generalitat para el 2011. Y los indignados aprovecharán para hacerse oír. Por eso, se ha previsto que la acampada se traslade momentáneamente al parque de la Ciudadela, donde se encuentra la Cámara. De momento, ya se ha convocado a los activistas a concentrarse ante el Parlamento a las 7 de la tarde de este martes. Se trata de acampar esa misma noche e iniciar, a las 7 de la mañana del miércoles, una movilización para recibir a los diputados con abucheos y silbidos. Pero hay un problema: una parte de los indignados quiere realizar un “cordón sanitario” en torno a la entrada del Parlamento para evitar que los miembros del mismo puedan acceder al pleno. Algunos radicales hablan incluso hablado de asaltar el edificio. “Ya hemos dejado constancia en la asamblea que hay que cuidar mucho las acciones. Impedir que los representantes políticos puedan ejercer su labor está tipificado como delito, por lo que se puede protestar todo lo que queramos, pero no impedir que accedan a la sala de plenos”, señala una fuente del movimiento a El Confidencial.

El mismo día 15, los sectores de sanidad, enseñanza y empleados públicos preparan diversas marchas por Barcelona para protestar contra los recortes que prevén los presupuestos que Artur Mas lleva al Parlamento. Estas marchas confluirán en la plaza de Sant Jaume, sede de la presidencia de la Generalitat, aunque posiblemente después algunos grupos se trasladen hasta el Parque de la Ciudadela.

La otra gran prioridad de los indignados es preparar la jornada de protestas del próximo 19 de junio, que se hará a nivel internacional y que lleva el lema provisional de La calle es nuestra. No pagaremos su crisis.

Algo pasa con los indignados de Barcelona, una de las ciudades donde prendió con más fuerza la protesta del 15-M. La decisión de algunos de no abandonar la acampada de la Plaza de Catalunya, a pesar de la decisión tomada por la mayoría  este fin de semana, amenaza con crear una división insalvable en el movimiento que ha tomado las calles durante las últimas semanas. Una parte de los seguidores de la protesta no se contiene a la hora de criticar con dureza a los grupos antisistema y okupas por su actitud “insolidaria”. En realidad, miembros de estos colectivos son los que hicieron caso omiso del resultado de la asamblea del pasado viernes que decidió acabar con la acampada.

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