La receta contra el paro juvenil: “Deben aprender idiomas y colarse en el mercado laboral”

Hasta 43 de cada 100 jóvenes en edad laboral están en paro, 30 de cada 100 abandonan los estudios, el 50% que firman contrato lo hace por ingresos ínfimos y horarios que rozan la ilegalidad y los expertos económicos no pueden ser más claros en sus vaticinios de futuro: “Que no se auto-engañen, la situación no es coyuntural, han de blindarse y ser conscientes de lo que se avecina. No se creará empleo en, al menos, un quinquenio”.

 

Javier Morillas, Profesor de Economía Aplicada en la Universidad CEU, cree que “no hay perspectivas de empleo neto en al menos los próximos tres años. En economía, la Ley de Okun determina la cantidad de empleo que se genera en función del crecimiento del PIB y en España para que esto se produjera, según cálculos académicos, el PIB debería crecer un 2,5%  Las previsiones del Gobierno son de sólo un 1,3%, rebatidas y cuestionadas por analistas y expertos. Por tanto, el desempleo seguirá creciendo y es importante que los jóvenes tengan esto en mente porque las decisiones personales que vayan a tomar pueden ser equivocadas si se auto-engañan”.

 

Morillas recomienda ante esto “blindarse, ser responsable en el gasto y sobre todo aprovechar cualquier resquicio para aprender idiomas y colarse en el mercado laboral haciendo prácticas, como becario o como sea. Los jóvenes no pueden dejar espacios en blanco. Hay alumnos a los que les preguntamos, y ¿desde que te licenciaste qué has hecho durante estos tres años? La respuesta es nada, blanco, vacío. Así que hay que salir de casa y ser muy conscientes de la situación porque, insisto, no estamos ante algo coyuntural sino permanente”.

“Estudian como el deportista que corre sin norte, sin meta”

La situación ya hace mella en los institutos. Muchos estudiantes abandonan sus estudios por falta de horizonte y en ellos está el caldo de cultivo de las primeras generaciones que se enfrentarán a esta nueva realidad económica. Fernando González Rabanal, profesor en el Instituto María Zambrano de Leganés, apunta que el gran problema es que “los jóvenes están formándose como el deportista que corre sin concretar una meta. Yo les veo en muchas ocasiones con una falta de ubicación total. Es como las nubes cuando se cargan de energía y de lluvia pero no encuentran donde descargar el agua”. Ahora mismo se unen, además, otros factores: “La falta de empleo por un lado, pero es que por el otro estamos quienes tenemos trabajo e intentamos como sea no soltarlo y, al final,  quien paga el pato es el joven. Ellos mismos te preguntan, ‘Fernando, ¿tú crees que podemos mejorar la realidad social que tenéis vosotros?’ Ven muy difícil superar el nivel social y de seguridad en el empleo que tienen sus padres. Tú trabajas te esfuerzas y tienes una recompensa. Ellos no lo perciben así”.

Cuanto antes abran los ojos, antes pondrán medios para resolver su futuro y los profesores son los primeros que no ocultan la realidad ante el oscuro horizonte laboral al que se enfrentan sus alumnos. “Yo alguna vez le digo a los chicos que es como quien afila una espada para una batalla que no existe. Los ves superpreparados con una formación inmensa y les falta el punto de realización”.  

“Cotizar al menos doce meses es imposible”

Los hay que sí encuentran trabajo, pero ¿cómo y a qué precio? Para el 57% de los jóvenes que consiguen empleo el horizonte tampoco es muy óptimo. Óscar es un estudiante de la Universidad Complutense de Madrid y cada vez que ha conseguido un trabajo lo ha hecho de numerosas formas y modalidades. “No exagero si digo que he tenido contratos de 1, 2, 3, 4 y hasta 6 horas. He trabajado megajornadas gratis por el hecho de conseguir experiencia. Cobrando en negro, poquísimo o casi nada, con contrato y sin contrato, con agencias temporales de empleo que se llevan casi más porcentaje que tú por tu trabajo. Al final, no son contratos ni de seis meses, ¿cómo llegar a cobrar la pensión si se trabaja hoy, mañana, pero no a los tres días? Parece que el haber cotizado en la Seguridad Social durante, al menos doce meses, se hace inalcanzable”.

Sonia, estudiante de Periodismo, se encuentra en la misma situación  aunque, en su caso, la esperanza es lo último que se pierde. “Seguramente tengamos que hacer como nuestros abuelos e irnos a otros países para poder tener un nivel de vida digno. Otra solución es intentar destacar entre los demás para que los que tienen el poder de darnos trabajos nos tengan en cuenta, es decir, esforzarnos más que nunca. No nos podemos venir abajo. Todavía somos jóvenes y podemos poner solución, peor hubiese sido que nos tocara con 50 o 60 años, que ya las empresas no quieren a gente de esa edad. Siempre hay que mirar el lado bueno de las cosas y mientras podamos hacer algo hay que seguir intentándolo”.

“¿Quién inventó el teléfono?”

Si con estudios la juventud se encuentra con un muro a la hora de encontrar trabajo basta imaginar qué le sucede a quien carece de formación. 30 de cada 100 abandonan sus estudios sin conseguir la titulación académica. Fíjense en esta encuesta que hemos realizado estos días en la calle: a la pregunta de “¿Cuál es el nombre completo de Velázquez?”, han respondido “¿Paco?”; “Ni idea”; “El de Pablo Ruiz Picasso me lo sé pero ese se llamaba ¿Diego?”. Segunda pregunta: “¿Quién inventó el teléfono?”. La mayoría lo desconocía pero hubo quienes respondieron “Ring”. Tercera pregunta: “¿Qué es el índice Nikkei?”. Hubo quien llegó a responder “el índice que mide los terremotos”. Ahora bien, si la pregunta es “¿Quién es Jorge Javier Vázquez o Belén Esteban?” o “¿Cuánto vale un iPad?” ¡Pleno al quince! Todos responden al instante y correctamente.

 

Fernando Jiménez, ex presidente de ANPE y con 40 años de experiencia como profesor, entiende que el cáncer realmente se esconde en el sistema educativo. “Esfuerzo, sacrificio, rigor, exigencia son palabras que hoy suenan a tabú pero es precisamente lo que hay que hacer. Es escandaloso que hayan estado tres años todos los partidos y sobre todo el Gobierno hablando de un pacto educativo con reformas estructurales profundas y tras esos tres años con economistas, políticos, sociólogos, psicólogos escribiendo y hablando, nadie dice ya nada. Otra vez se queda en la estacada. Son aldabonazos y falta de decisiones que, no duden, pagaremos todos en un futuro”.

 

“La misma crisis, diferentes políticas”

 

Un futuro en el que los responsables de las decisiones de hoy no estarán para contarlo. Con la misma crisis, un país como Alemania tiene una tasa de desempleo juvenil del 8% frente al 43% español. Según Morillas, “en la economía española hemos tenido una vía de agua abierta que no se ha atajado desde 2008, no se cortó en su momento y ahora en vez de tener un compartimento del buque anegado de agua, resulta que tenemos muchos y para evitar hundirnos las medidas tendrán que ser cada vez más quirúrgicas y más drásticas”.

Los jóvenes se han convertido en objetivo de los dardos económicos y, en menos de una década, hemos pasado del Joven Aunque Suficientemente Preparado por su formación y por  su cualificación al Joven Aunque Suficientemente Pre- “PARADO” en el INEM y con un mercado incierto que, además de crear empleo, tendrá que reabsorber a los más de 4.200.000 parados que suma ya España.