El debate sobre la Ley del Menor se reabre... en versión 2.0

Los sucesos violentos acaecidos este fin de semana en las fiestas de Pozuelo en los que se vio implicada una multitud de jóvenes han supuesto el colofón a un verano en el que se ha reabierto el debate sobre la legislación en materia de menores. Una serie de hechos que provocaron que el Partido Popular solicitase el pasado jueves una rebaja de la edad penal y la prohibición o control del uso de las redes sociales a determinadas franjas de edad.

Ante la mala acogida de la propuesta de las redes sociales, el Partido Popular reculó por la tarde, bajando el listón de la prohibición a la recomendación de que los padres de los jóvenes de entre 14 y 18 años tuvieran “conocimiento de las actividades de sus hijos”. Incluso, Santiago Cervera, uno de los diputados ‘populares’ que presentó la propuesta escudó su defensa en un error a la hora de la presentación, ya que, por descuido, se tomó para su lectura un borrador por la “premura” de la rueda de prensa.

Sin embargo, la menos comentada fue la rebaja de la edad penal hasta los 12 años. De esta manera, el PSOE se dijo que estaba “abierto a debatir”. Esta propuesta siempre genera mucha polémica en la opinión pública española, tal y como se demostró tras el asesinato de la madrileña Sandra Palo, cuya madre pidió por activa y por pasiva un endurecimiento de la Ley.

Este verano se reactivo la polémica después de que al comienzo de la estación se conociesen los casos de diversas agresiones sexuales a menores efectuadas por otros adolescentes en varias localidades andaluzas. La conmoción generada volvió a encender los ánimos de los defensores de la rebaja penal.

El defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, indicó a El Confidencial, que es partidario de una reforma, ya que es una ley válida “para un 80% de los casos”. “Se tiene que solucionar el caso de los menores inimputables, para ello existen dos opciones, o bien rebajando la edad penal o imponiendo medidas educativas de carácter obligatorio”. Canalda se mostró más partidario de la segunda opción, pero no dudó en declarar que estos actos “reabren un debate que debería ser tomado en serio”.

Redes y menores

Justo después de la propuesta ‘popular’, la relación entre los jóvenes y las nuevas tecnologías volvió a quedar demostrada después de que los actos violentos en Pozuelo apareciesen en numerosos vídeos de los hechos en YouTube

Arturo Canalda expresó su preocupación por estos hechos y aseguró que “una vez más, menores, alcohol y nuevas tecnologías se ha revelado como un cocktail explosivo”. “Cualquier acto en que participan menores acaba en YouTube, tanto para lo bueno como para lo malo”, dijo.

Sin embargo, para Canalda, la solución no es prohibir. Él es es más partidario de la educación. Considera que la legislación para impedir el uso de las nuevas tecnologías supone “ponerle puertas al campo”. Se deben “establecer unos canales educativos”, defiende Canalda.

Según un estudio realizado por la Fundación Proyecto Hombre de Burgos y por la Universidad de la localidad,  las adicciones a las nuevas tecnologías entre los menores no vienen solas y se dan cuando el menor abusa en otros aspectos. De esta manera “es fácil encontrar a un adolescente que consuma alcohol en grandes cantidades los fines de semana y que también abuse de los juegos durante la semana”. Se producen, lo que el estudio denomina, “casos mixtos”. Una mezcla por lo tanto en la que las nuevas tecnologías no son nocivas, pero pueden derivar en un mal uso.

Una mezcla de factores que reabre de nuevo el eterno debate sobre la educación de los más jóvenes ¿prohibición o educación?