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La ‘monja catalanista’: “El profundo respeto de Carod-Rovira por la religión es un valor evangélico”
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EL CONFIDENCIAL ENTREVISTA A SOR LUCÍA CARAM

La ‘monja catalanista’: “El profundo respeto de Carod-Rovira por la religión es un valor evangélico”

La llaman ‘la monja catalanista’ pero ella no se considera “separatista”. Argentina de nacimiento pero “catalana de adopción y corazón”, Sor Lucía Caram, Premio Joan XXIII

Foto: La ‘monja catalanista’: “El profundo respeto de Carod-Rovira por la religión es un valor evangélico”
La ‘monja catalanista’: “El profundo respeto de Carod-Rovira por la religión es un valor evangélico”

La llaman ‘la monja catalanista’ pero ella no se considera “separatista”. Argentina de nacimiento pero “catalana de adopción y corazón”, Sor Lucía Caram, Premio Joan XXIII por la Paz, quiere morir en Cataluña. Empezó a amar esta tierra cuando llegó a Manresa hace 14 años y, ahora que Carod-Rovira le ha “ayudado a entenderla”, la adora.

Aunque reza en castellano, habla en catalán y no entiende el por qué de la “crispación” y “exaltación” que existe en España contra la tierra que más quiere. La hermana contemplativa está asombrada de que sus declaraciones en TV3 hayan formado tanto revuelo. “Creo que Carod es una persona que ama el país, que ama la lengua y que no pide nada que no sean derechos propios”. “No he dicho que él me haya convertido al catalanismo. Se ha sacado de quicio”, asegura en una entrevista concedida a El Confidencial.

¿Argentina de nacimiento, catalana de corazón?

Me siento Argentina de nacimiento y de corazón, y catalana por adopción y también de corazón. Supongo que sé por qué me lo preguntas. La gran crítica ha surgido cuando me dirigí a los vicepresidentes que me enviaron un mensaje de felicitación en el acto (de entrega del premio Joan XXIII por la Paz), pero soy muy amiga de José Bono también. Creo que se han sacado las cosas de quicio. Quiero a España y quiero a Cataluña. Me preguntan por la unidad de la financiación y yo creo que tiene que haber unidad en todo. Malo cuando nos dividimos.

¿Considera que vive en España o en Cataluña?

Yo vivo en Cataluña, pero Cataluña forma parte de España, pero me hacen sentir mal cuando saben que vengo de Cataluña. Da la impresión de que no quieren a Cataluña. Siempre están con el tema de que los catalanes son separatistas, de que van a la suya... Me gustaría que me hablasen más en catalán. Me hablan demasiado en castellano. Me refiero a la gente de la calle. Con las monjas no tengo problema en este tema, son muy respetuosas.

¿Cómo le convirtió Carod-Rovira al independentismo?

Yo no he dicho que me convirtiera. Eso es lo que dicen que dije. Dije que el vicepresidente me ayudó a entender lo que era Cataluña. Quiero a Cataluña porque estoy aquí y me tratan muy bien. Fuera siempre hay gente que se exalta. Unos amigos apolíticos del País vasco me dijeron que a ellos les ocurre lo mismo. A veces no es que la gente se tenga que ir de España, sino que no les quieren aquí. Lo que importa es la unidad de las personas y el respeto. Por eso trabajo en el diálogo interreligioso. Las palabras se sacaron de contexto.

¿Cómo le ayudó a entender que Cataluña es una nación?

Yo no digo que me convenció, ni nada. Es una persona que ama el país, que ama la lengua y que no pide nada que no sean derechos propios. Es un enamorado y un defensor de la Cataluña Universal. Le conozco hace unos tres años, pero cuando me reúno con él no hablo de si Cataluña es o no una nación, sino del tema que me ocupa, del diálogo interreligioso que él ha impulsado muchísimo desde la vicepresidencia y de cómo cada uno tiene derecho a vivir su fe en libertad.

¿Está harta de tener que dar explicaciones sobre su catalanismo?

Yo no me considero catalanista ni separatista. Simplemente quiero mucho a Cataluña porque estoy aquí. Me parece que hay una especie de crispación por el tema de los nacionalismos pero hay que vivir en el respeto y la cordialidad y enriquecernos de esta diferencia.

¿Es consciente de la polémica que han generado que sus declaraciones?

Que el tema central surja de lo que dije de Cataluña me revela que hay una crispación en este tema y esto me confunde. Me siento de corazón universal. Hay que trabajar por el respeto y la pluralidad. Mi gran preocupación no es nacionalismo sino la miseria y pobreza, que también hay aquí en casa; en Cataluña. Te aseguro que esto me quita el sueño. Ojalá toda la fuerza que utilizamos para criticar la utilizásemos para ayudar.

¿Considera creyente a Carod?

Yo lo que considero es que él dice que es agnóstico pero, tras hablar con él, creo que es un agnóstico con muchos interrogantes dada su formación teológica que ha sido muy buena dentro de la religión católica. Admira inmensamente a su madre, profundamente cristiana, que anda siempre con el rosario de un lado a otro. Su profundo respeto por las confesiones religiosas me parece un valor evangélico

¿Y qué hay de su polémica foto con la corona de espinas?

Se sacaron las cosas de contexto; sería una broma. Me consta que pidió perdón y reconoció que fue desafortunado. Pero seguimos señalando y sacando la foto y esto es injusto. Habló con el arzobispo de Barcelona y la cosa quedó zanjada. Decir ‘perdono pero no olvido’ es muy poco cristiano...

¿Morirá en Cataluña?

Creo que sí. Yo ya he hecho mi vida aquí y me siento muy identificada. Como soy expropiada para utilidad pública, si me mandasen volver, no tendría problema, pero estoy muy a gusto donde estoy.

La llaman ‘la monja catalanista’ pero ella no se considera “separatista”. Argentina de nacimiento pero “catalana de adopción y corazón”, Sor Lucía Caram, Premio Joan XXIII por la Paz, quiere morir en Cataluña. Empezó a amar esta tierra cuando llegó a Manresa hace 14 años y, ahora que Carod-Rovira le ha “ayudado a entenderla”, la adora.

Sor Lucía Caram Cataluña