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Los hogares con universitarios gastan un 95% más que los que carecen de estudios
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ESTUDIAR ES RENTABLE

Los hogares con universitarios gastan un 95% más que los que carecen de estudios

Estudiar es rentable. Al menos desde el punto de vista de la capacidad de gasto de los hogares. Los datos revelados por el Instituto Nacional de

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Los hogares con universitarios gastan un 95% más que los que carecen de estudios

Estudiar es rentable. Al menos desde el punto de vista de la capacidad de gasto de los hogares. Los datos revelados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que los hogares en los que el sustentador principal de la familia tiene estudios universitarios (de segundo o tercer ciclo) gastan un 95% más que aquellos en los que la principal fuente de ingresos procede de alguien sin estudios o formación de primer grado.
Esa distancia se reduce al 47% si la comparación se hace con los hogares en los que el sustentador principal posee educación secundaria de primer ciclo, y baja hasta el 29% en relación a quienes estudiaron educación secundaria de segundo ciclo. Dicho en otros términos y teniendo en cuenta todos los niveles de formación. Cuando el ‘cabeza’ de familia (sea hombre o mujer) tiene título universitario, su familia gasta un 44% más que la media de los hogares españoles.

Los datos proceden de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) y ponen de relieve en qué medida cambia la distribución del gasto en función del nivel de estudios del principal sustentador del hogar. Así, en los hogares ‘sin estudios’, el 47% de los gastos se destina a pagar la vivienda (incluyendo agua, calefacción y electricidad) y los alimentos, mientras que en los de mayor formación, este porcentaje baja al 36%, lo que les permite destinar mayores recursos a ocio y cultura, restauración o enseñanza.

Las diferencias, sin embargo, se están acortando. Un estudio realizado el año pasado por el Servicio de Estudios de la Caixa puso de manifiesto que la distancia salarial entre quienes no alcanzaron la ESO y quienes acabaron la carrera cayó en España un 40% entre 1997 y 2004, lo que significa el mayor retroceso de todos los países que forman parte de la OCDE. Sin embargo, y pese a ese estrechamiento de las diferencias, sigue compensando estudiar,  aunque cada vez menos, toda vez que los universitarios españoles cobran un 32% (año 2007) más que los trabajadores que no han pasado la secundaria. En cualquier caso, veinte puntos por debajo de la media en la OCDE.

Estudiar es rentable. Al menos desde el punto de vista de la capacidad de gasto de los hogares. Los datos revelados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que los hogares en los que el sustentador principal de la familia tiene estudios universitarios (de segundo o tercer ciclo) gastan un 95% más que aquellos en los que la principal fuente de ingresos procede de alguien sin estudios o formación de primer grado.
Esa distancia se reduce al 47% si la comparación se hace con los hogares en los que el sustentador principal posee educación secundaria de primer ciclo, y baja hasta el 29% en relación a quienes estudiaron educación secundaria de segundo ciclo. Dicho en otros términos y teniendo en cuenta todos los niveles de formación. Cuando el ‘cabeza’ de familia (sea hombre o mujer) tiene título universitario, su familia gasta un 44% más que la media de los hogares españoles.

Universidad de Granada