Los banquetes de boda resisten la crisis con menús más baratos y menos invitados
La crisis económica y la contención en el gasto se ha extendido a los banquetes de bodas, donde, salvolas excepciones, los grandes salones de Catalunya han
La discreción en las bodas se nota en el Balneario Termes Orion, de Santa Coloma de Farners (Girona), donde este año hay "menos bodas", pasando de un promedio de 150 celebraciones a unas 70 u 80. El presupuesto más "ajustado" se percibe en la elección del menú, tanto en carnes como en pescados, según explicó el propietario del complejo, Josep Campeny. Otro cambio se da en el número de invitados: "Sobre la reducción de comensales, en el sector hemos percibido que ha bajado el número de personas que van a bodas por el gasto que supone en peluquería, regalo y ropa", señaló Campeny.
En el Castillo de Perelada (Girona), la responsable de gestión de bodas, Dolors Soler, aseguró que están trabajando "bastante". Entre abril y octubre tienen, aproximadamente, el mismo número de bodas que en años anteriores y, si ha habido alguna cancelación, ha sido por razones sentimentales. El mayor cambio que han observado en Perelada es la disminución en el número de comensales, algo que relacionan con el hecho de que hay más enlaces civiles que religiosos. Hay más segundas nupcias en las que "no invitan a tantas personas, no pretenden hacer un gran bodorrio, sino una ceremonia más íntima".
Los novios quieren estabilidad
Por parte del Hotel Termes Montbrió, en Montbrió del Camp (Tarragona), la directora de Operaciones del grupo Roc Blanc, Mireia Besòs, resaltó que "si tienes una cierta calidad, el cliente que busca precio no viene". "Sí ha bajado en previsión, antes tenías reservas a tres o cuatro años vista, ahora en un año puedes prepararlo todo, pero la gente que quiere casarse, se casa", agregó.
Besòs indicó que los novios, antes de casarse, quieren "estabilidad", y anteponen el piso y el coche. En este sentido, consideró que "habrá gente que este año no se casará y esperará tiempos mejores". No obstante, en Montbrió siguen trabajando "a buen ritmo", con unas 70 u 80 bodas al año, la mayoría de entre 150 y 180 personas. Como contrapartida, tienen más bodas gays, en las que se gasta más porque quieren "un buen festival y barra libre".
Ricos de todo tipo
El propietario de Prats La Finca (Lleida), Ramon Prats, recalcó que "no hay diferencias importantes, de momento" porque "es un sector en el que la crisis no afecta tanto, es un día especial, irrepetible y se hace un esfuerzo". Aclaró que cuentan con clientes de poder adquisitivo alto que "no hacen recortes en el menú ni en el número de invitados". "Es un día en el que quieres quedar bien", agregó.
No se han resentido demasiado en el Club de Golf del Prat de Terrassa (Barcelona): "Tenemos más bodas que otros años y no hemos notado la crisis. Nuestro cliente es de clase alta y, si se tiene que casar, se casa", señalan desde el departamento de Restauración. No obstante, la gente con alto poder adquisitivo ha abandonado los menús más caros, que combinan carnes y pescados, y lo que triunfa ahora es "el primero frío, como una ensalada de salmón o de pato, y una carne de segundo". El número de invitados en el Club de Golf del Prat no ha variado y oscila entre 100 y 180, que es la máxima capacidad de que disponen.
Menos platos que fregar
Desde la Masia Julià, de Palau-solità i Plegamans (Barcelona), en Contabilidad aseguraron que no han tenido cancelaciones, pero sí han percibido un cambio de tendencia. Uno de sus representantes afirmó que "tenemos menús más baratos y banquetes con menos comensales. Los menús son más sencillos y piden menos aperitivo para reducir costes".
Remarcaron que "ahora ponemos menos cantidad de comida, porque antes sobraba mucha, y así matamos dos pájaros de un tiro, es más barato para los novios y no hay que tirarla, pero la calidad sigue siendo de primera". "Quizás ya se iba notando antes de la crisis, los banquetes de 400 personas han pasado a la historia, ahora llegar a 100 invitados es difícil", agregaron.
En el sector, las opiniones son de lo más variadas. En Can Marlet, en Riells de Montseny (Girona) dijeron que "agosto ha sido un mal mes. La crisis se nota porque hay muchos menos invitados en las bodas y éstas se han reducido a, prácticamente, la mitad". Por el contrario, en el restaurante Les Cols, de Olot (Girona) apuntaron que "todo sigue igual. Los precios de los menús, el número de bodas e invitados no han variado lo más mínimo".
Desde Bodaclick, una plataforma de Internet que ayuda a la organización de bodas, consideraron que es de los sectores menos afectados por la crisis, dado que las empresas de catering "tienen todo lleno para este año y el que viene". Sí observan recortes en flores, adornos y comensales. Sin tener cuantificado el gasto que realizan los invitados, reconocen que "ir a una boda es caro, a veces requiere un viaje, y no se va".
La discreción en las bodas se nota en el Balneario Termes Orion, de Santa Coloma de Farners (Girona), donde este año hay "menos bodas", pasando de un promedio de 150 celebraciones a unas 70 u 80. El presupuesto más "ajustado" se percibe en la elección del menú, tanto en carnes como en pescados, según explicó el propietario del complejo, Josep Campeny. Otro cambio se da en el número de invitados: "Sobre la reducción de comensales, en el sector hemos percibido que ha bajado el número de personas que van a bodas por el gasto que supone en peluquería, regalo y ropa", señaló Campeny.