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De la playa al centro de internamiento: ¿y luego qué?
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De la playa al centro de internamiento: ¿y luego qué?

"Uno, mientras hace su trabajo, tampoco piensa mucho, pero luego reflexionas y te estremeces… ¿cómo puede estar esta gente jugándose la vida a una sola

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De la playa al centro de internamiento: ¿y luego qué?

"Uno, mientras hace su trabajo, tampoco piensa mucho, pero luego reflexionas y te estremeces… ¿cómo puede estar esta gente jugándose la vida a una sola carta?". Así lo relataba a El Confidencial Juan Manuel Martín, coordinador provincial de Cruz Roja en Tenerife, que pasa su jornada laboral a pie de playa, recibiendo y cuidando a los inmigrantes. "La mayoría no sabe hablar español y los pocos que chapurrean dan respuestas cerradas, si les preguntas ¿estás bien? Sólo contestan sí o no. Es normal, están cansados, desorientados, nerviosos…".

El trabajo de todos los que se encargan de la llegada de la embarcación es prácticamente en cadena. Una vez que se detecta la patera, Salvamento Marítimo, la Guardia Civil o el Centro de Coordinador de Emergencia avisa a Cruz Roja, que se desplaza hacia la playa donde haya llegado. Allí les ofrecen una primera ayuda basada en alimentos, ropa, etc. una vez que el Servicio Canario de Salud ha determinado que no necesitan ingresar en un hospital y que pueden empezar a consumir alimentos.

A partir de ahí se les aplica la ley de extranjería y se les interna en un centro. Los irregulares de países con los que el Gobierno español tiene convenio, son repatriados y los que no, permanecen en el centro y tras 40 días son trasladados a la península y, en muchos otros casos, vagabundean por las calles intentando ganarse la vida hasta que consiguen los papeles.

A pesar de que en Mauritania, Cruz Roja solicitó la ayuda de Médicos del Mundo porque estaban desbordados, en Canarias, de momento, no es el caso. "En un futuro no se sabe qué va a pasar. Se desconoce cuántos están esperando en Mauritania, hay una baile de cifras y se habla de 12.000 hasta medio millón de personas", dicen desde la ONG. También Médicos Sin Fronteras que, en estos momentos solamente se encuentra en la frontera marroquí, está siguiendo el desarrollo de los acontecimientos. "Si la cosa empeora y lo consideramos oportuno o Cruz Roja nos pide su apoyo, iremos a las islas", dicen desde MSF.

El problema de los refugiados

"Uno, mientras hace su trabajo, tampoco piensa mucho, pero luego reflexionas y te estremeces… ¿cómo puede estar esta gente jugándose la vida a una sola carta?". Así lo relataba a El Confidencial Juan Manuel Martín, coordinador provincial de Cruz Roja en Tenerife, que pasa su jornada laboral a pie de playa, recibiendo y cuidando a los inmigrantes. "La mayoría no sabe hablar español y los pocos que chapurrean dan respuestas cerradas, si les preguntas ¿estás bien? Sólo contestan sí o no. Es normal, están cansados, desorientados, nerviosos…".

El trabajo de todos los que se encargan de la llegada de la embarcación es prácticamente en cadena. Una vez que se detecta la patera, Salvamento Marítimo, la Guardia Civil o el Centro de Coordinador de Emergencia avisa a Cruz Roja, que se desplaza hacia la playa donde haya llegado. Allí les ofrecen una primera ayuda basada en alimentos, ropa, etc. una vez que el Servicio Canario de Salud ha determinado que no necesitan ingresar en un hospital y que pueden empezar a consumir alimentos.

A partir de ahí se les aplica la ley de extranjería y se les interna en un centro. Los irregulares de países con los que el Gobierno español tiene convenio, son repatriados y los que no, permanecen en el centro y tras 40 días son trasladados a la península y, en muchos otros casos, vagabundean por las calles intentando ganarse la vida hasta que consiguen los papeles.

A pesar de que en Mauritania, Cruz Roja solicitó la ayuda de Médicos del Mundo porque estaban desbordados, en Canarias, de momento, no es el caso. "En un futuro no se sabe qué va a pasar. Se desconoce cuántos están esperando en Mauritania, hay una baile de cifras y se habla de 12.000 hasta medio millón de personas", dicen desde la ONG. También Médicos Sin Fronteras que, en estos momentos solamente se encuentra en la frontera marroquí, está siguiendo el desarrollo de los acontecimientos. "Si la cosa empeora y lo consideramos oportuno o Cruz Roja nos pide su apoyo, iremos a las islas", dicen desde MSF.

El problema de los refugiados