El presidente de EEUU promete un gran plan sin precedentes para la zona afectada.
El presidente de EEUU, George W. Bush, aseguró que los estadounidenses tienen derecho a esperar una respuesta más efectiva en casos de emergencia que la ofrecida
El presidente de EEUU, George W. Bush, aseguró que los estadounidenses tienen derecho a esperar una respuesta más efectiva en casos de emergencia que la ofrecida en el caso del devastador huracán Katrina. Bush, quien aseguró que la meta es conseguir que los millares de evacuados puedan haber abandonado los albergues para mitad de octubre, indicó que ha ordenado a cada departamento del Gobierno que participe en una evaluación exhaustiva de la respuesta al huracán.
En un discurso a la nación desde Nueva Orleans, Bush, que atraviesa los momentos más bajos de su popularidad a raíz del huracán, aseguró que quiere "saber todos los datos sobre la respuesta del Gobierno" a Katrina. "No fue un huracán normal y el sistema normal de asistencia en caso de desastre no estuvo a la altura de las circunstancias", argumentó.
El gobernante, en su cuarto viaje a la zona arrasada por el paso del huracán el pasado día 29, prometió mejorar los planes para casos de urgencia en todas las ciudades del país, tras las críticas a la respuesta federal al huracán Katrina. "La planificación para casos de urgencia será una prioridad de seguridad nacional", aseguró.
Tras expresar sus condolencias a los familiares de las víctimas y personas damnificadas por el desastre, que hasta ahora ha dejado 800 muertos y un millón de desplazados, el presidente aseguró que su Gobierno hará cuanto sea necesario por reconstruir la zona devastada, en colaboración con las autoridades estatales y municipales.
Reconstrucción
La reconstrucción no sólo afectará a los edificios, sino también a las condiciones de vida de los habitantes, para eliminar la pobreza y la desigualdad que se vio retratada crudamente en las imágenes de televisión tras el desastre. En una retórica que recordó en ocasiones a la que emplea cuando habla de la guerra en Iraq, afirmó que hará "cuanto sea necesario" y que se quedará "tanto tiempo como haga falta... para ayudar a los ciudadanos a reconstruir sus comunidades y sus vidas".
Los trabajos de reconstrucción serán costeados en su mayor parte por el Gobierno federal y supondrán uno de los esfuerzos de reconstrucción "de mayores dimensiones que el mundo jamás haya visto. Cuando haya concluido, los estadounidenses tendrán algo de lo que podrán estar muy orgullosos", prometió. "De ninguna manera se puede imaginar Estados Unidos sin Nueva Orleans y esta ciudad volverá a renacer", insistió.
Esas tareas se completarán de la manera más rápida posible, pero de manera sensata, y de modo que el dinero de los contribuyentes se emplee "honradamente", aseguró.
Bush respondió también a una de las principales críticas que se le ha formulado, que la caótica respuesta federal expone la vulnerabilidad del país en caso de otro desastre o de un atentado de grandes dimensiones. "En una época de amenazas terroristas y armas de destrucción masiva, el peligro para nuestros ciudadanos va mucho más allá que una falla sísmica o una llanura susceptible de inundación. Considero la planificación detallada de emergencias una prioridad de seguridad nacional", concluyó.
El presidente de EEUU, George W. Bush, aseguró que los estadounidenses tienen derecho a esperar una respuesta más efectiva en casos de emergencia que la ofrecida en el caso del devastador huracán Katrina. Bush, quien aseguró que la meta es conseguir que los millares de evacuados puedan haber abandonado los albergues para mitad de octubre, indicó que ha ordenado a cada departamento del Gobierno que participe en una evaluación exhaustiva de la respuesta al huracán.