España "suspende" en la educación sexual que imparte en los colegios y Francia la vuelve obligatoria

El pasado martes, el Ayuntamiento de Sevilla retiraba los cuadernillos de educación afectivo-sexual de los colegios de la ciudad. Dicho material, utilizado en Infantil y Primaria, formaba parte de los contenidos incluidos en el Plan Local de Salud.

Las reacciones no tardaron en llegar y el Grupo Municipal Socialista criticaba al Gobierno local, presidido por José Luis Sanz (PP), por "censurar" esa parte de la enseñanza en los centros escolares: "Se trata de una decisión que responde directamente al acuerdo entre el Partido Popular y Vox, que ha impuesto la supresión de esta materia en los centros educativos".

Además, la sección de enseñanza de la Unión de Sindicatos de Trabajadoras y Trabajadores en Andalucía denunciaban esta retirada. “Recordamos que la educación afectivo-sexual no es un lujo ni un adoctrinamiento, sino una herramienta pedagógica imprescindible para prevenir abusos, promover la igualdad entre mujeres y hombres y construir relaciones saludables basadas en el respeto y el consentimiento”, expresan en un comunicado.

En España, hace varias décadas que las leyes contemplan la educación sexual en los currículos. “Se fomentarán de manera transversal la educación para la salud, incluida la afectivo-sexual, la igualdad entre hombres y mujeres, la formación estética y el respeto mutuo y la cooperación entre iguales”, dice la última modificación de esta norma, la ley Orgánica 3/2020, también conocida como LOMLOE.

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Para María Sánchez, presidenta de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado (CEAPA), esto es "sobre el papel", pero la realidad es otra: “La mayoría de veces se reduce a explicar el aparato reproductor en las asignaturas como biología y eso es reproducción pura y dura, no educación sexual”.

La confederación lanzaba hace unos meses la campaña Que su primer click sea contigo para alertar de los riesgos de la pornografía en menores. "¿Sabías que el 48% de la juventud aprende sobre sexo a través de la pornografía? El primer contacto con este tipo de contenidos ocurre entre los 8 y 12 años. En este período de tiempo tan prematuro, los niños y niñas dedican una media de 59 horas al año a ver pornografía, frente a las 4 horas anuales de educación sexual que reciben en las aulas de sus centros educativos", aseguraban.

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Sánchez insiste en que hay centros que la incluyen dentro de sus currículos, otros que programan su contenido fuera de las horas lectivas y otros en los que directamente no hay rastro de ella. “La causa es la oposición de algunas familias que con la excusa del adoctrinamiento ponen problemas a este tipo de charlas. En otros colegios somos las propias asociaciones de padres las que las organizamos porque somos conscientes de que no las realizan”, indica a El Confidencial.

“La escuela es lo que nos iguala a todos. Hay familias que no abordan en casa la educación sexual, por falta de formación o interés. Nos parece que debería ser más transversal, por ejemplo, un profesor de lengua puede hacer un comentario de texto afectivo-sexual. Sin embargo, no tenemos la cabeza en eso”, continúa.

De hecho, reivindica el papel de CEAPA y recalca que su función es “que se cumplan las horas” de esos contenidos: “Es lo que exigimos. Seguimos teniendo bastantes tabúes respecto al sexo y al final los datos de la juventud que ve pornografía son alarmantes. Hay centros que solo ofrecen una charla al año y hay edades en las que necesitarían una al mes. Todos los centros deben cumplir con la ley”.

La situación en otros países

La situación genera debate en más países europeos. En Francia, a partir de este curso, la educación emocional, relacional y de la sexualidad (EVARS, por sus siglas en francés), ya es obligatoria en Infantil y Primaria. En Secundaria y Bachillerato, se convertirán en una asignatura propia.

Aunque la materia era obligatoria desde la ley de 2001, raramente se cumplía. El nuevo programa incluye cómo "aprender a respetar la intimidad corporal, la igualdad entre mujeres y hombres, la lucha contra la discriminación por razón de género y orientación sexual, la educación en el principio del consentimiento y contribuir a la identificación del incesto", entre otros.

En el caso de Croacia, todavía no se ha introducido en el currículo escolar a nivel nacional y el Instituto Croata de Salud Pública reconoce que los niños y jóvenes aprenden sobre sexualidad a través de internet en más del 80% de los casos.

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La capital, Zagreb, formó el pasado mes de septiembre un comité para elaborar un programa para impartir clases de educación para la salud, incluyendo la sexual, en las escuelas primarias, algo que ha suscitado diversos ataques de los partidos políticos más conservadores.

Al igual que Francia, Austria incluye la materia en los currículos desde primaria. “Está anclada como un principio docente, un área educativa de salud y como un enfoque de contenido en ciertas asignaturas obligatorias”, narra.

Las escuelas pueden decidir si la educación sexual se imparte internamente o si desean recurrir a servicios externos con “garantía de calidad” del Ministerio de Educación. Además, un reciente informe elaborado por el Ministerio de Salud austriaco, revela que, en general, el 72% de los jóvenes desearía tener “más conocimientos” sobre salud sexual y reproductiva. Recalca también que los chicos se interesan principalmente por la anticoncepción y las infecciones de transmisión sexual y las chicas por el ciclo menstrual. Aunque algunas voces rechazan esa educación sexual.

En cambio, la situación de la educación sexual en las escuelas lituanas es “muy desigual” y a menudo “fragmentada” por su poca frecuencia, una o dos veces al año, y profundidad, un ejemplo sería poner un vídeo sobre cómo poner un preservativo. Además, algunas escuelas todavía segregan a los alumnos por sexo, algo que provoca que los niños no comprendan la fisiología y los procesos reales del sexo opuesto.

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En Rumanía, el tema de la educación sexual sigue siendo tabú y no se imparte como asignatura en las escuelas. En su lugar, el Ministerio de Educación opta por una asignatura llamada “educación para la salud”, que puede impartirse durante las clases de biología. Explican que hay que cubrir la necesidad de que los niños tengan acceso a información relevante en ese ámbito, pero “sin interferencias ideológicas” y de forma “muy pragmática, natural”.

Por último, en Grecia el tema suscita tensiones persistentes entre la política educativa y actitudes conservadoras. La educación en sexualidad existe oficialmente en las escuelas griegas desde el curso 2021–2022.

Sin embargo, la doctora Margarita Gerouki, educadora y miembro del Comité Científico de Educación en Sexualidad de la Asociación Mundial para la Salud Sexual, señala que, en la práctica, nunca se ha aplicado de “forma consistente”: “No hay manuales adecuados, ni currículo, ni verdadera formación docente y los mensajes del Ministerio de Educación son contradictorios”.