¿Por qué es buena idea hacer cribado de diabetes a niños con familiares diabéticos?
Los expertos afirman que realizar este cribado podría ayudar a un diagnóstico precoz, fundamental para evitar complicaciones graves, especialmente en población infantil
Un niño con diabetes. (Reuters/Michelle McLoughlin)
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune crónica que se caracteriza por la destrucción progresiva de las células base del páncreas, lo que provoca una deficiencia de insulina. Esto es, una hormona vital que ayuda a que la glucosa penetre en las células para suministrar energía. Cuando la glucosa se acumula en el torrente sanguíneo se produce una hiperglucemia.
A ese primer episodio de hiperglucemia se la denomina debut y suele suceder en menores de 15 de años. De hecho, por eso se denomina a esta enfermedad diabetes juvenil o diabetes infantil, aunque, de manera menos frecuente, también puede aparecer en edades más avanzadas.
En concreto, según la Sociedad Española de Diabetes (SED), la mayoría de los nuevos casos se diagnostican en la infancia (4-7 años) y en la adolescencia (10-14 años). En concreto en nuestro país, se diagnostican alrededor de 20,5 casos por 100.000 habitantes al año. Lo que equivale aproximadamente a que 1.100 nuevas personas debuten cada año, solo en España.
Se trata de una enfermedad crónica de la que se desconoce la causa. Y que tan solo cuenta con un tratamiento posible: la administración de insulina para imitar la secreción de esta sustancia de un páncreas sano. Las personas con diabetes tipo 1 necesitan inyecciones diarias de insulina para mantener un nivel de glucosa en el rango adecuado.
El peligro de la cetoacidosis diabética
Los síntomas de la diabetes tipo 1 son muchos y muy variados. Precisamente por eso no siempre son fácilmente identificables y pueden inducir a confusión. Los más frecuentes son sed intensa, ganas frecuentes de orinar, fatiga extrema, pérdida de peso, hambre, visión borrosa, irritabilidad y dolor de estómago con o sin nauseas.
Alrededor del 40% de las personas con diabetes tipo 1 presenta un cuadro clínico de cetoacidosis diabética
Durante la infancia es importante estar atentos a estos síntomas, sobre todo en caso de antecedentes familiares. Una de las razones tiene que ver con la cetoacidosis diabética, algo que sucede cuando el cuerpo empieza a descomponer la grasa demasiado rápido. Habitualmente si se descontrola la diabetes, generalmente por la falta de diagnóstico.
Luis Castaño, miembro de la Junta Directiva de la SED y pediatra endocrinólogo en el Hospital Universitario Cruces en el País Vasco, resume así su gravedad: “En la actualidad en nuestro país, alrededor del 40% de las personas con diabetes tipo 1 presenta un cuadro clínico de cetoacidosis diabética, lo que requiere, fundamentalmente en población infantil, la hospitalización en cuidados intensivos, e incluso, aunque en raras ocasiones, puede ser mortal”.
La clave: la detección precoz
Esta es una de las razones de que sea tan importante conseguir un diagnóstico precoz, tal y como asegura Jacobo Pérez Sánchez, endocrinólogo pediátrico y vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP): “La detección de la diabetes en un estadio preclínico permite un enfoque más gradual y progresivo, centrado en el inicio precoz del tratamiento desde el momento en el que aparecen los síntomas, evitando así complicaciones graves”.
Por otro lado, tal y como afirma, Castaño la detección temprana también favorece la educación diabetológica, necesaria para el autocontrol de la enfermedad. Además, “contribuye a que no sea necesaria la hospitalización en el debut clínico”, afirma.
Apuesta por el cribado
Un grupo de expertos la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la SED y la SEEP han acordado recientemente que una de las herramientas más útiles para esa detección precoz podría ser el cribado en familiares de primer grado (hijos, padres y hermanos) entre los 2 y los 45 años.
En concreto, Pérez Sánchez, afirma que es esencial detectar la enfermedad antes del debut clínico: “Se debe estudiar a los niños antes del primer pico de incidencia, a los 4 años, y para que esta detección precoz sea efectiva debe ir acompañada de un programa estructurado de formación y seguimiento que ofrezca el acompañamiento necesario en todo el proceso”.
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune crónica que se caracteriza por la destrucción progresiva de las células base del páncreas, lo que provoca una deficiencia de insulina. Esto es, una hormona vital que ayuda a que la glucosa penetre en las células para suministrar energía. Cuando la glucosa se acumula en el torrente sanguíneo se produce una hiperglucemia.