No solo los médicos: por primera vez Mónica García tiene a todos los sanitarios en contra de su Estatuto Marco
A pesar del ruido de los doctores, la mayoría de sindicatos se mostraba conciliador con el Ministerio hasta ahora. Este jueves, el resto de organizaciones se han plantado y han anunciado movilizaciones para el 16 de septiembre
El pasado 13 de junio tuvo lugar la huelga convocada por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA) donde los facultativos mostraron su rechazo a la propuesta del Ministerio de Sanidad para un nuevo Estatuto Marco. Pese a que consiguieron un seguimiento que ellos mismos calificaron de "espectacular y magnífico", decidieron convocar otro parón pasado el verano, el 3 de octubre.
Durante los últimos meses, CESM y SMA han sido las organizaciones que más ruido han hecho para mostrar su rechazo hacia la nueva ley básica que regularía su profesión. Mientras tanto, el resto de sindicatos –que representan a médicos y más profesionales del Sistema Nacional de Salud (SNS), como enfermeros– se han ido mostrando conciliadores y creyendo en el diálogo que les brindaba el Ministerio. Sin embargo, la actitud mediadora de estos últimos se ha acabado y, por primera vez, "tras casi tres años de trabajo y cerca de 40 reuniones" se han plantado ante Mónica García.
Este jueves las organizaciones sindicales del Ámbito de Negociación del SNS, SATSE-Fses, FSS-CCOO, UGT, CSIF y CIG-Saúde han señala que Sanidad "pretende romper unilateralmente el calendario pactado y cerrar en falso un proceso que debería culminar en un Estatuto Marco moderno, capaz de dar respuesta a los problemas reales del personal del SNS".
Por ello, "si el Ministerio insiste en enviar el proyecto de Estatuto Marco al Congreso de los Diputados sin el consenso sindical, las organizaciones sindicales del Ámbito se verán obligadas a iniciar un calendario de movilizaciones, que arrancará el próximo 16 de septiembre con concentraciones en centros de trabajo, a las que seguirá una movilización central el 1 de octubre a las puertas del Ministerio de Sanidad, y jornadas de paros parciales posteriores y huelga general en el sector que anunciaremos a su debido momento".
Un estatuto propio para los médicos
Esta jornada de movilizaciones no será seguida por CESM y el SMA. Estas organizaciones, que conforman el Comité de Huelga, han presentado este jueves su propuesta de estatuto marco propio para los facultativos. Según el presidente de la confederación, Miguel Lázaro, se trata de "día histórico" y "muy importante" para la sanidad pública porque este documento da respuesta al "talón de Aquiles" de la sanidad pública: la falta de médicos en el sistema público. Este texto es el resultado del consenso de los 23 sindicatos y, entre otras cuestiones, propone una jornada laboral regulada "que no perpetúe el maltrato a médicos" y que las guardias sean voluntarias, entre otras cuestiones.
Precisamente, las guardias han sido una de las cuestiones en las que más han incidido los médicos, especialmente durante la jornada de parón celebrada el pasado junio. En este texto, que será presentado a los grupos políticos, a los consejeros de sanidad y también a los sindicatos europeos, recoge que el exceso de jornada, en concepto de guardia, prolongación programada de jornada, programas especiales de actividad u horas extraordinarias "serán siempre voluntarios" y su retribución y las condiciones para su realización se ajustarán "a lo establecido en esta ley". El secretario general de CESM, Víctor Pedrera, considera que con estas condiciones no habría problema para cubrir las guardias necesarias.
Esta norma, que no es jurídica, se basa en un decálogo compuesto por 10 puntos que ya se ha presentado al Ministerio de Sanidad en "innumerables ocasiones" y que el 23 de este mismo mes será registrado en las Cortes. En primer lugar, exigen un reconocimiento de las funciones específicas del colectivo médico. Los sindicatos han insistido en que el modelo actual del Sistema Nacional de Salud (SNS) "ha devaluado" la relación médico paciente, con el consecuente "deterioro" de la calidad asistencial.
A su juicio, también es necesario contar con un ámbito de diálogo y negociación propio. "Los médicos no tenemos voz porque esta estructura de negociación que mantiene el estatuto nos diluye en el maremágnum de la sanidad pública, donde el colectivo está siendo representado por fuerzas sindicales donde apenas tienen representación", asegura Pedrera. En esta misma línea, solicitan un marco normativo propio que regule los aspectos específicos de estos sanitarios, así como el papel que tienen en el sistema sanitario, pues critican que son los únicos que tienen condiciones laborales "completamente diferentes".
En cuanto a condiciones laborales, también inciden en que es necesario una regulación de la jornada laboral. "La eficiencia de nuestro sistema se basa en sobrecargar laboralmente a los médicos. Hacemos hasta 48,60 o 70 horas semanales. No tenemos el tiempo de descanso de los demás, lo que está por encima de los estándares de seguridad", critica Pedrera.
En este texto también hay cabida para los especialistas en formación, pues reclaman mejoras retributivas y garantía de derechos laborales para ellos. En opinión de CESM, se cuenta con los MIR como una "mano de obra barata" y recuerda que los de primer año, en algunas comunidades autónomas, tienen un sueldo equivalente al salario mínimo interprofesional (SMI).
La exclusividad entre estos profesionales, que tanta polémica ha suscitado, también se contempla en esta propuesta, pues solicitan la equiparación efectiva de rechos laborales y retributivos de todos los profesionales, con independencia de que ejerzan o no en régimen de exclusividad. En este punto, Pedrera ha denunciado que el régimen de compatibilidades es distinto al resto de colectivos y que con la nueva norma esto se agrava.
También se pone el foco en la jubilación, pues se exige que sea acorde a la "penosidad inherente al ejercicio de nuestra profesión". Para ahondar en este aspecto, desde CESM han afirmado que cuando un facultativo termina su vida laboral, ha trabajado "siete u ocho años más que cualquier otro trabajador que ha hecho 40 horas semanales". El problema es que, según sostiene, todo este tiempo extra no se computa como trabajado ni se reconoce como profesión de riesgo, a diferencia de otros colectivos, como los artistas.
Finalmente, reclaman regular la carrera profesional desvinculada de la agencia de calidad sanitaria. "Es absurdo que la progresión para una misma categoría profesional se atenga a criterios tan dispares de una comunidad a otra", detalla el decálogo. El último punto versa sobre la protección de los derechos laborales y retributivos en situaciones vinculadas a las incapacidades laborales, la maternidad, la edad de jubilación, así como el derecho a la conciliación de la vida personal y profesional.
La ministra defiende el diálogo
La ministra de Sanidad ha sido preguntada esta mañana sobre la situación del Estatuto Marco, a lo que ha respondido que "hoy y mañana" se reúne con los equipos técnicos de todas las comunidades "para seguir dialogando" y el "siguiente paso" es reunirse con los sindicatos.
"Las comunidades nos pidieron antes de verano que estas gestiones no las hiciéramos de manera bilateral porque las competencias en sanidad están transferidas", ha recordado.
"Nuestra disposición al diálogo creo que se ve en las cifras, hemos tenido 36 reuniones con los sindicatos y a partir de la semana que viene nos reuniremos todos los agentes, sindicatos, nosotros y comunidades autónomas", ha concluido.
El pasado 13 de junio tuvo lugar la huelga convocada por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA) donde los facultativos mostraron su rechazo a la propuesta del Ministerio de Sanidad para un nuevo Estatuto Marco. Pese a que consiguieron un seguimiento que ellos mismos calificaron de "espectacular y magnífico", decidieron convocar otro parón pasado el verano, el 3 de octubre.